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Europa niega el IVA reducido a los libros electrónicos

El tribunal europeo ha decidido que el IVA reducido a los libros electrónicos es ilegal y que por lo tanto sólo los libros físicos pueden disfrutarlo.

5 marzo, 2015 15:09

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El Tribunal de Justicia europeo acaba de tomar una dura decisión eliminando la posibilidad de aplicar IVA reducido a los libros electrónicos.

La sentencia se refiere al caso denunciado por la Comisión Europea de incumplimiento contra Francia y Luxemburgo por permitir a los servicios web vender los e-books o libros electrónicos con el mismo descuento en los impuestos que disfrutan los libros físicos.

Este impuesto reducido a los libros físicos nació para facilitar que la cultura llegase a todo el mundo, independientemente de nuestra riqueza; sin embargo, eso no le ha importado mucho al Tribunal, que ha interpretado la ley que dice que el impuesto reducido es para “libros en cualquier medio de soporte físico”.

Eso deja fuera a los libros distribuidos de manera electrónica, y por lo tanto según el Tribunal no pueden ser vendidos con el impuesto reducido. No solo eso, sino que también ha sentenciado que la distribución de libros digitales no es una entrega de bienes, sino un servicio, ya concluye que un “bien” es algo físico.

El IVA reducido a los libros electrónicos es necesario para el siglo XXI

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Francia aplicaba desde 2012 un impuesto reducido a los libros electrónicos del 5.5%, mientras que en Luxemburgo era incluso menor, del 3%, pese a que la legislación Unión Europea no permite impuestos menores del 5% salvo casos contados.

Esta sentencia del Tribunal revela lo obsoleta que está la ley europea en muchos aspectos. Para empezar, que para que un producto pueda ser definido como “bien” tenga que ser físico es algo que debería haberse eliminado en cuanto empezó la venta de música en MP3.

Y segundo, definir un impuesto por el formato va en contra del espíritu de la ley. El impuesto reducido no existe para ayudar a la industria de la imprenta, sino para llevar la cultura a más gente, y esta puede tomar muchas formas. Es como cambiar el impuesto de la leche dependiendo de si se vende en brick o en botella.

Sólo podemos desear que a algún político europeo se le ocurra reaccionar ante esta sentencia y proponer una reforma de la ley que asegure el IVA reducido a los libros electrónicos.