Si hay una imagen que ningún usuario de Windows quiere ver es el famoso pantallazo azul, o Blue Screen of Death (BSOD). Si hemos llegado a esa pantalla es muy probable que hayamos perdido nuestro trabajo y que no tengamos mas remedio que reiniciar; si tenemos suerte esto solucionará el problema, y si no nos queda un largo calvario por delante. Esta pantalla lleva usándose desde Windows 3.1 de alguna manera o de otra, aunque en las últimas versiones se ha intentado que sea mas amigable.

Así nació una pesadilla

pantallazo azul

Lo que no sabíamos es que la persona encargada de escribir el funesto mensaje no era otra que Steve Ballmer, el que fuera CEO de Microsoft durante años y sucesor directo de Bill Gates, así lo ha revelado el desarrollador Raymond Chen.

windows-3.1

Inicialmente la pantalla nació gracias a que la estructura de Windows en 16 bits permitía saber con precisión si el sistema se había colgado, y qué programa era el culpable; en ese caso si presionábamos al mismo tiempo Control + Alt + Suprimir aparecía la famosa pantalla azul en la que se nos informaba de la situación.ç

Esta nos ofrecía la posibilidad de cancelar y probar a ver si volvía a la normalidad, intentar cerrar la aplicación, o reiniciar el sistema con la pérdida de datos que ello conlleva. Lamentablemente las dos primeras opciones casi siempre eran inútiles.

windows pantalla azul 2

Por eso no nos quedaba mas remedio que volver a presionar la temida combinación. Con el tiempo esta pantalla fue evolucionando, mostrando diferentes mensajes y apareciendo automáticamente cuando menos nos lo esperábamos.

Steve-Ballmer

A Steve Ballmer, líder de la división de sistemas por aquel entonces, le gustó la idea detrás de la pantalla, pero no le gustaba cómo se expresaba el mensaje. “Si crees que puedes hacerlo mejor, adelante” fue la respuesta bromista de los programadores (eran otros tiempos); ni corto ni perezoso, eso es exactamente lo que hizo, redactando el mensaje que finalmente quedó grabado en las retinas de usuarios de todo el mundo. Seguro que no es su creación mas preciada.

Fuente | Raymond Chen