email

email

Software

El lenguaje de los emails de los empleados puede ayudar en la seguridad de una empresa

21 febrero, 2014 21:13

Cuando se trata de empresas, uno de los métodos más utilizados (seguramente el que más) para comunicarse de manera interna son los correos electrónicos o emails. Y, aunque en un principio parece imperceptible si no nos fijamos, hay ciertos cambios sutiles dependiendo de entre que trabajadores se produzcan los mensajes, y también dependiendo de lo a gusto que esté dicho trabajado dentro de la empresa en un momento determinado.

Por ejemplo, el simple hecho de despedirse de forma más informal o coloquial con un “Hasta otra” o “Nos vemos” difiere mucho del formal y más correcto “Un saludo” o “Un cordial saludo”. Si lo notáis, en el primer ejemplo usamos un pronombre de colegueo, pues decimos “nosotros”, pero en el otro ejemplo suena todo muy impersonal, y el sutil cambio puede decir mucho, incluso llegar a informar sobre el descontento de un trabajador que podría dar problemas a la empresa.

Según un estudio publicado en Law and Human Behavior, se ha podido demostrar que es posible detectar las amenazas internas dentro de una empresa, y provocadas por los mismos trabajadores, con solo mirar la manera de comunicarse de los empleados entre sí mediante la mensajería instantánea. Si uno de dichos empleados tiene la intención de actuar de forma maliciosa para hacer daño a su jefe, o robar material por ejemplo, su forma de comunicarse con los compañeros cambia.

Para detectar tales resultados, los investigadores simularon un día normal de trabajo, vigilando las diferentes conductas de los trabajadores. Se fijaron sobre todo en los documentos usados por los trabajadores, que contenido comunicaban y que decían en los emails. Al principio del día todos eran colegas, pero en la pausa de la mañana se les ofreció 50 libras a los trabajadores para que ofrecieran información de la empresa a los investigadores, y mientras avanzaba el día se les iba ofreciendo más incentivos.

Una vez estos trabajadores estuvieron de acuerdo en estar infiltrados, empezaron a mostrar cambios de comportamiento en sus correos electrónicos. Usaban el singular en lugar de los pronombres plurales, enfocando la conversación más hacia si mismos que a la empresa. También, algo más lógico, empezaron a mostrar una mayor negatividad hacia sus jefes, y su lenguaje se matizó, siendo más propenso a errores, reflejando así lo complicado que es hacer malabares entre dos identidades: empleado e infiltrado al mismo tiempo.

Por otra parte, también hubo cambios a nivel interpersonal. Mientras que los trabajadores no-infiltrados seguían mostrando su comportamiento típico de interacción cooperativa, los infiltrados redujeron la mimetización, es decir, su comportamiento ya no era tanto de cooperativismo sino más de distanciamiento social, hasta tal punto que en un 92,6% de las ocasiones era posible identificar y diferenciar a los trabajadores infiltrados de los demás.

Los beneficios del estudio

Como podréis imaginar, este estudio no sirve tan solo para detectar a los malos empleados (o traidores), sino que va más allá, pues reconocer estas sutilezas en el lenguaje de mensajería instantánea podría ayudarnos contra el crimen o reconocer la autoría de los mensajes, pues la huella digital lingüística de una persona se puede adivinar gracias a pequeños deslices como los que hemos comentado. Por tanto, se podría identificar a una persona aunque usara diferentes identidades online, solo por su estilo.

identidad_falsa

identidad_falsa

Uno de los casos donde tendría más cabida conocimientos así sería a la hora de identificar a adultos haciéndose pasar por adolescentes en redes sociales, pues el tipo de comunicación es diferente, y se podría alertar más rápidamente a las autoridades en tal caso.

Como veis, no todo es impersonal en el mundo digital, ni son solo números y letras, saber detectar sutilezas y formas de comportamiento en la escritura puede ayudarnos, y mucho, pues estamos en una época donde la ciberseguridad lo es todo.

Vía | The Conversation.