Las tablets ya se han hecho un hueco en nuestra vida diaria, ya sea como sustitutos de un ordenador o como complemento, pero aún hay muchas cosas que no pueden hacer. No tienen acceso a la infinidad de programas que podemos tener en nuestros PCs, por ejemplo, y eso es un factor que pesa mucho a la hora de decidir qué usar. Ahora, Parallels pretende eliminar esas barreras, y que podamos trabajar y usar nuestros ordenadores sin necesidad de levantarnos del sofá.

Parallels Access es una app, por ahora solo compatible con iPad 2 y superiores, que se conecta a un ordenador con Mac o con Windows y nos permite acceder a sus programas. Sin embargo, a diferencia de otras alternativas de escritorio virtual, Access no se limita simplemente a hacer de pantalla del ordenador, sino que nos presenta una interfaz diseñada para una pantalla táctil.

Esto es muy importante, ya que tanto Mac OS como las versiones de Windows inferiores a 8 no tienen interfaces diseñadas para ser controladas con un dedo. En otros programas no tenemos mas remedio que controlar el ratón virtual con nuestro dedo, pulsando en pequeños botones hasta que conseguimos llegar a la aplicación que queremos.

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Access lo soluciona con una interfaz propia, en la que muestra los programas disponibles en una rejilla, al mas puro estilo iOS. El resto de funciones, como los gestos, también parecen salidas directamente de un iPad, y por eso el control del ordenador es mas fácil que nunca. Incluso podemos personalizar la pantalla para que aparezcan solo los programas que mas usamos.  Una vez en faena, el teclado del iPad nos permitirá trabajar en la medida de lo posible, y gracias a una lupa podemos ver aquellos elementos que estén diseñados para una pantalla mas grande.

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Lo malo de Parallels Access es que no es barato: una suscripción de 80 dólares anuales por cada ordenador que queramos acceder será mas de lo que la mayoría estará dispuesto a pagar, y no les culpamos. Por otra parte, es cierto que hay muchas alternativas de escritorio remoto, pero Access cuenta con la gran ventaja de ofrecer una interfaz pensada para el medio en el que se ejecuta.

Fuente | Engadget