Ya asemejan esta caída a la que ocurrió con Windows Vista en 2006, en ambos casos el índice de satisfacción bajó de 100 a 73 puntos pero, con la salida al mercado del Windows 7 solventaron el problema. Tanto es así, que Windows 7 se ha convertido en uno de los sistemas operativos más valorados del mercado.

Pero ahora es el turno de mejorar Windows 8 y ya son muchos los que esperan la salida de la nueva actualización 8.1 que promete hacerlo más estable, funcional y con alguna característica que no lo aparte tanto de su predecesor. Windows 8 apareció en un momento en el que la venta de teléfonos inteligentes y tablets estaban a la orden del día, por lo que esta nueva versión de Windows, en un posible intento de crear un ordenador que se asemejara a una tablet o smartphone, se alejaba del clásico ordenador de sobremesa al que la compañía nos tenía acostumbrados, y eso no gustó a los usuarios.

En la nueva versión de Windows 8, que saldrá este verano, Microsoft ha pensado en incluir el tradicional botón de inicio e, incluso, añadir una opción para poder omitir la pantalla de inicio actual y así arrancar directamente al escritorio clásico.