Desde que la tecnología NFC apareció en los primeros móviles hace unos años no paran de surgir ideas y nuevas formas para estandarizar los pagos mediante los móviles. Y es que la comodidad que nos otorga y las numerosas ventajas que trae consigo, lo están consolidando poco a poco.

Sin embargo, en un principio, nadie apostaba fuerte por este tipo de pagos por NFC. Se hablaban de problemas de seguridad, poca expansión de la tecnología y, sobre todo, muchas dudas respecto a su funcionamiento. Pero con el tiempo, empresas como Google y su servicio Google Wallet han conseguido que este sistema de pagos esté cobrando cada vez más valor y que, gracias a funciones como Android Beam, el NFC sea ya un estándar en cualquier dispositivo con Android.

Según Paypal, los pagos mediante los móviles aumentaron en un 196% el pasado Cyber Monday, unas cifras que dejan claro el crecimiento de este tipo de pagos.

Pero los pagos con los teléfonos móviles no solo tienen por qué ser con NFC, también existen otras alternativas como Passbook, que es por la que Apple apuesta. No obstante, no descartaría que en un futuro cercano los de Cupertino potencien dicha aplicación con la tecnología NFC, y será entonces cuando esta tecnología se asentará definitivamente gracias a la gran influencia que tiene el iPhone y el iPad en nuestras vidas.

Por desgracia, el uso del NFC en España aún es muy limitado ya que, además de que la aplicación de Google Wallet para Android no está disponible en nuestro país, muy pocos establecimientos están preparados para este tipo de pagos. Tan solo grandes cadenas como Starbucks ya están comenzando a adaptarse a estos nuevos pagos con móviles, bien con Passbook o bien con NFC. Pero en EEUU es cada vez un método más habitual, de hecho, todos los grandes establecimientos ya cuentan con soporte para pagos por NFC.

¿Acabará sustituyendo a nuestra cartera?

cartera

Cada vez que salgo de casa suelo llevar unas tres o cuatro cosas en mis bolsillos: el iPhone, la cartera, las llames y quizás unos auriculares. ¿Qué tal si suprimiésemos la cartera y en su lugar empleásemos nuestro smartphone para pagar? Sería mucho más cómodo tanto por facilidad de pago como por ahorro de espacio. Ya no tendrías que estar pendiente de tener la cantidad exacta para pagar o de que el vendedor tenga cambio, tan solo basta con acercar tu móvil y listo. Más rápido y más sencillo.

El principal problema que encontraremos en los próximos años será alcanzar un nivel de seguridad óptimo como para asegurar que todas las transacciones sean correctas. Y es que el pago mediante teléfonos móviles es más susceptible a hackeos que las tarjetas de crédito, por lo que es un punto donde hay que hacer mucho hincapié.

Pero a pesar de esto, probablemente de aquí a unos años esta forma de pago cobre una popularidad similar a la de las tarjetas de crédito, pudiendo incluso sustituirlas, aunque sigo dudando que sustituyan por completo al dinero en efectivo.

¿Tú qué opinas?