The Line

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El colapso del proyecto de megaciudad de Arabia Saudí: The Line tendrá 2,4 kilómetros frente a los 170 km prometidos

Las aspiraciones irreales y un aumento en los costes han llevado a que se limite enormemente el plan inicial establecido para esta iniciativa megalómana.

Más información: The Line muestra su progreso en vídeo: así levanta Arabia Saudí su futurista ciudad lineal de 170 km de largo

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El megaproyecto de 500.000 millones de euros para modernizar Arabia Saudí, con la ciudad futurista 'The Line' como —casi literal— columna vertebral parece estar enfrentando su primer gran fracaso: un recorte sustancial del proyecto que rebajaría bastante las expectativas.

Desde que comenzase a idearse esta ciudad futurista, que se extendería nada menos que 170 kilómetros a lo largo del desierto, los expertos y primeros nombres de la industria han puesto el foco en algunos de los aspectos más 'fantasiosos' del proyecto.

Ahora, el jarro de agua fría es todavía peor. Según un reportaje del Financial Times, el proyecto de 'The Line' iniciado en 2022 pasará a tener un largo de apenas 2,4 kilómetros en su tramo inicial, una cifra pírrica si la comparamos con los 170 prometidos.

La ciudad futurista 'The Line' se desmorona

'The Line' se anunció hace ya 3 años y desde entonces, se ha llevado 50.000 millones de dólares de las arcas de Arabia Saudí, sin que haya habido avances realmente significativos que den forma a este ambiciosísimo proyecto.

Pese al exacerbado optimismo inicial del príncipe Mohammed bin Salman, presidente de NEOM —el megaproyecto futurista en el que está englobado 'The Line'—, el propio magnate ha reducido enormemente la primera fase del proyecto, llevando a esta drástica reducción en la longitud de la ciudad.

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Basándose en un conjunto de entrevistas con trabajadores que han operado en el proyecto de 'The Line', el medio relata cómo se fijó un cronograma que difícilmente casaba con unas expectativas realistas en lo que a ingeniería refiere.

El primer paso sería construir los primeros 16 kilómetros de The Line, en un conjunto de 20 módulos que llegarían a estar acabados para 2030. Esto serviría para que los primeros residentes pudieran ocupar esta ciudad de lujo.

Solo los materiales presentaban problemas. La cantidad de hormigón y acero para la construcción de esta megalómana ciudad implicaría graves contratiempos. Solo para los 20 primeros módulos, se requeriría un suministro de cemento para fabricar el hormigón necesario superior al suministro anual de Francia.

Fue en primavera del 2022 cuando comenzó el proceso de cimentación de The Line, para cumplir con el plazo anteriormente mencionado del año 2030. Sin embargo, los grandes costes del proyecto comenzaron a hacer presión sobre Neom.

Las obras de The Line, la ciudad lineal de Arabia Saudí.

Las obras de The Line, la ciudad lineal de Arabia Saudí. Neom Omicrono

O más bien, sobre el Fondo de Inversión Pública (PIF) que preside el príncipe Mohammed y encargado de impulsar los planes de The Line. La presión para conseguir beneficios se tradujo en una reducción progresiva de la financiación que mantenía vivo el proyecto.

Los primeros 20 módulos pasaron a ser 12 y luego, a 7. Finalmente, a finales de 2023, se redujeron a tres. También se recortó el número de residentes que esperaban albergar en The Line; de los 1,5 millones prometidos, Neom pasó a unos 300.000.

Con todo, The Line ha pasado de prometer la mastodóntica cifra de 170 kilómetros de largo a apenas 2,4. Todo ello aderezando un proyecto que tiene el pesimismo como bandera en sus filas. La tónica general entre los trabajadores es que jamás se construirá The Line, al menos tal y como estaba concebida inicialmente.

Neom sigue insistiendo en que The Line es la prioridad dentro del plantel de megaproyectos que se establecieron dentro de la ciudad futurista, incluyendo el famoso NEOM Stadium, el megaestadio de fútbol futurista que acogería el Mundial de la FIFA en 2034.

Concepto artístico del futurible Neom Stadium.

Concepto artístico del futurible Neom Stadium. SAFF / NEOM Omicrono

Financial Times recoge la forma en la que comenzó la idea. Mohammed bin Salman impulsó Neom en 2017 de la mano del estudio de arquitectura Morphosis de Los Ángeles, estableciendo una línea de asentamientos de 2 kilómetros de ancho conectando el mar y las montañas por un ferrocarril.

En 2020 y tal y como refleja un documental de DiscoveryTV sobre el proyecto, el príncipe cambió de parecer. Propuso que esos 2 kilómetros se convirtieran en dos torres que se extendieran por el desierto, destacando un aspecto "continuo y simétrico".

Lo más sorprendente es que el príncipe Mohammed estableció una altura de 500 metros sobre el nivel del mar junto a los famosos 200 metros de ancho. Sus asesores le solicitaron limitar esta altura a apenas 100 metros para no disparar los costes; el magnate se negó en redondo.

La visión de Mohammed bin Salman dibujaba una megaestructura con un muro de acero y vidrio con dos caras paralelas que contaran con ferrocarriles y plataformas elevadas. The Line prometía que con este sistema, los residentes se desplazarían por la ciudad en apenas 20 minutos.

Concepto artístico de la SAFF del Neom Stadium.

Concepto artístico de la SAFF del Neom Stadium. NEOM / SAFF Omicrono

Reuters también dio detalles sobre otro problema: los retrasos en los múltiples megaproyectos propuestos en los últimos años llevaron a que Arabia Saudí reorientarían nada menos que 925.000 millones de dólares para alejarse de estas iniciativas inmobiliarias.

A esto debemos sumarle unos costes para materiales cada vez más desorbitados y a una desorganización clara en los procesos críticos de construcción. Y es que los costes de la iniciativa Neom, se estimaban en un principio, en 500.000 millones de dólares.

Los ejecutivos involucrados en el proyecto son claros: se estima que solo el primer tramo de 2,4 kilómetros proyectado costará 100.000 millones de dólares. Una ciudad que, recordemos, forma parte del ambicioso plan Vision 2030 para afianzar industrias no petroleras como fuente de ingresos para el país.

Los inversores del proyecto, ante el aumento extremo en los costes, reclaman beneficios más pronto que tarde, limitando sus inversiones en Neom. Por si fuera poco, The Line también ha aglutinado un sinfín de polémicas en torno a derechos laborales y cuestiones geopolíticas que implican el desplazamiento de poblaciones enteras.

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Una muestra de la problemática en torno a las ambiciones del príncipe se puede observar en el reportaje de FT. En él, se refleja cómo algunos responsables no pudieron hacer frente a los constantes cambios de opinión del magnate.

El proyecto, que se habría dado de bruces contra las propias leyes de la física en la realidad, presentaba unas expectativas totalmente irreales que los asesores de Mohammed conocían pero que no se atrevían a contar.

La realidad es que los empleados de Neom siguen creyendo en el proyecto. El problema es que no creen que pueda recibir la inversión titánica que requiere. Queda por ver cómo Neom afronta este severo recorte sobre su plataforma principal.

No obstante, este es un mazazo en la visión futurista y sostenible del príncipe, debido a los retrasos y problemas que afrontan sus no pocos proyectos. Unos proyectos que reciben cada vez más miradas críticas por los problemas que generan y los costes que requieren.