El mundo animal y la tecnología están ligados de forma muy estrecha en muchas ocasiones: esa tecnología puede ayudarnos a comprender cómo funcionan los animales, o los animales pueden ser la base de la tecnología de una manera u otra.

En el caso que tenemos ocupando este artículo hablamos de un pequeño robot que ha sido creado por investigadores alemanes y que es capaz de aprender y reaccionar con los estímulos que recibe del medio, como si se tratara de un animal.

Para ser exactos el cerebro de este robot se basa en el sistema nervioso relativamente simple de una abeja, y esta conectado a un pequeño vehículo que, a su vez, esta conectado a un ordenador que replica de una forma bastante simple la red sensorial del insecto. Los datos del exterior llegan desde una cámara, y la red sensorial puede controlar el movimiento y la dirección del vehículo basándose en los datos que llegan desde esta cámara.

Esto se traduce en que se consigue un pequeño vehículo autónomo que es capaz de moverse libremente, y de vincular determinados estímulos del exterior con reglas de comportamiento. Por ejemplo, puede aprender a acercarse a determinados objetos y alejarse de otros siguiendo un patrón como su color.

El proyecto se esta realizando ahora mismo en la Universidad Libre de Berlín, en cooperación con varias ramas de investigación y cuenta con investigadores de todo el mundo. Los planes a partir de esto son expandir su red neuronal añadiendo más principios de aprendizaje, haciendo al pequeño robot más versátil y autónomo.

Fuente | Scientific Computing