Ilustración de un asteroide cerca de la Tierra.

Ilustración de un asteroide cerca de la Tierra. ESA Omicrono

Aviación y Espacio

La cara oculta de la misión DART: generó enormes rocas en el espacio que complican otras misiones en el futuro

Los investigadores creen que la propia eyección de estos materiales causó una desviación todavía mayor en la trayectoria del cuerpo celeste.

Más información: Defensa Planetaria: cómo el éxito de DART confirma el ambicioso plan de la NASA contra asteroides

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El pasado 11 de octubre del año 2022, la humanidad hizo historia. Se supo que la misión DART, que impactó contra el asteroide Dimorphosalteró su trayectoria, probando que efectivamente esta podía ser una medida de defensa planetaria. Unos investigadores aseguran que no fue tan exitosa como parece.

Una investigación liderada por la Universidad de Maryland ubicada en el IOP Science bajo un paper publicado por la Sociedad Astronómica Americana revela que el cambio de trayectoria de Dimorphos tuvo como efecto colateral la eyección de rocas a altas velocidades del asteroide.

Lejos de ser un hecho menor, los investigadores aclaran que la eyección de fragmentos causada por el impacto de la sonda DART causó un cambio importante en la propia trayectoria de Dimorphos, más de lo que habíamos calculado. Esto cambia por completo el paradigma y éxito de la propia misión.

La misión DART tuvo matices

Todo comenzó el pasado 26 de octubre del 2022, cuando la sonda DART de la NASA colisionó con el asteroide cercano Dimorphos. El objetivo era demostrar las capacidades que este sistema tendría de cara a establecer un escudo de defensa planetaria en caso de peligro por impacto de asteroide.

Otra sonda, la llamada LICIACube (un Cubesat ligero de origen italiano) se encargó de registrar todo lo ocurrido, capturando no solo imágenes sino datos del material eyectado en un rango de entre 29 y 243 segundos después del impacto.

DART

DART NASA

El paper de los investigadores viene a analizar precisamente estas observaciones, consiguiendo una reducción de los datos y una nueva calibración de los mismos. El hallazgo revela que hubo una eyección notable de material con un radio de hasta 3,6 metros.

"Un aspecto notable del material eyectado fue la existencia de cúmulos de rocas, de hasta 3,6 metros de radio, que fueron eyectadas a velocidades de hasta 52 metros por segundo", relata la investigación.

Esto da como resultado que dichos bloques "probablemente sean restos de bloques más grandes destrozados por la sonda DART en las primeras etapas del impacto". De esta forma, el momentum de los bloques supone más del triple del de la propia DART, dirigiéndose hacia el sur.

La investigación advierte que esta eyección de los bloques rocosos de Dimorphos supuso un retroceso en el cuerpo, que podría haber alterado su plano orbital, impartiendo "un componente no relacionado con el eje principal a su rotación", apostilla el paper.

Ilustración de DART dirigiéndose al asteroide Didymos

Ilustración de DART dirigiéndose al asteroide Didymos NASA / JHUAPL

Es decir, que según estas afirmaciones, Dimorphos no solo cambió de trayectoria, sino que retrocedió y giró ligeramente sobre su eje, cambiando su inclinación. Esto causó que se lanzasen rocas en direcciones inesperadas, con tamaños desorbitados.

No estamos hablando de poca cosa; algunas de estas rocas, de tamaño muy considerable, llegaron a desplazarse con velocidades de 187 kilómetros por hora, obteniendo más del triple del impulso que la propia DART.

¿Por qué es importante? La base del éxito considerado en un inicio por parte de DART tuvo que ver con las consecuencias que su colisión tuvo con Dimorphos. El hecho de que la eyección de estas rocas causara cambios en su inclinación y rotación implica que el material expulsado alteró la propia trayectoria del asteroide.

Son unos datos que en pos de lograr la mayor precisión en un hipotético sistema de defensa planetaria deben tenerse en cuenta. Los investigadores pudieron seguir las trayectorias de las rocas una a una, revelando que su origen radicaba en la zona del impacto de la sonda espacial.

Dimorphos, momentos antes de recibir el impacto.

Dimorphos, momentos antes de recibir el impacto. NASA NASA

Cabe aclarar que pese al tamaño considerable de las rocas expulsadas por el choque de DART contra Dimorphos no representan un problema alguno para la Tierra, la tesitura no es halagüeña: desviar un asteroide con una sonda puede tener efectos inesperados.

El éxito de DART en 2022 y el entusiasmo de la NASA al respecto implantó la idea de que chocando una sonda en el ángulo adecuado contra un asteroide sería suficiente para desviarlo. Esta investigación detalla cómo esto podría acarrear ciertos imprevistos.

Tony Farnham, autor principal del artículo junto a otros nombres como Jessica Sunshine o Masatoshi Hirabayashi, lo deja claro en sus declaraciones. "Si bien el impacto directo de la DART causó este cambio, las rocas expulsadas dieron un impulso adicional casi igual de fuerte".

No será hasta que Hera, una de las últimas misiones espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) analice los efectos de la colisión de la DART contra Dimorphos que sabremos más detalles sobre sus consecuencias directas.

HERA aproximándose al meteorito Dimorphos

HERA aproximándose al meteorito Dimorphos ESA Omicrono

Dicha misión fue lanzada el pasado 7 de octubre de 2024 a bordo de un Falcon 9 de SpaceX, y estudiará los resultados de DART 4 años después de su impacto. La idea será verificar la eficacia de la misión para armar hipotéticos y futuros sistemas de defensa planetaria ante amenazas de asteroides.