Características del S8000 Banderol ruso.

Características del S8000 Banderol ruso. Inteligencia ucraniana (GUR) Facebook

Defensa y Espacio

La última vergüenza de Putin: Ucrania captura un avanzado misil ruso y está repleto de componentes enemigos

Este tipo de armamento de última generación muestra la facilidad que tiene Rusia para hacerse con equipamiento de forma prácticamente clandestina.

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En el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania, los de Zelensky han destacado por aprovechar los múltiples fallos que Putin ha tenido en el conflicto. En España hemos visto de todo; captura y análisis de misiles Zircón hipersónicos, descubrimiento de secretos militares a costa de drones rusos capturados y un sinfín de situaciones similares. Para colmo, el dirigente ruso se tiene que enfrentar a una nueva humillación por parte de la Dirección General de Inteligencia de Ucrania (UGR), que ha revelado cómo los misiles Banderol S8000 dependen enormemente de los componentes de aliados ucranianos.

Así lo ha revelado la propia inteligencia ucraniana en un post en Facebook, del cual se ha hecho eco el medio The War Zone. Según expone la UGR, los análisis realizados sobre modelos S8000 recuperados en pleno campo de batalla revelan la empresa detrás de estos misiles, y de la presencia de numerosísimos componentes provenientes de países que apoyan abiertamente a Ucrania o componentes que no deberían tener debido a las sanciones. Un ejemplo es el módulo de telemetría RFD900x del sistema, que tiene su origen en Australia o en China, si hablamos de sus copias militares.

La lista publicada por la UGR no deja en buen lugar a Kronstad, empresa sancionada responsable de estos misiles que se estarían adaptando, por cierto, para su uso en helicópteros Mi-28N. Las baterías Murata son de Japón, y el motor a reacción Swiwin SW800Pro es chino. Lo mismo ocurre con las "casi dos docenas" de microchips ubicados dentro de estos misiles, que provienen de Suiza, Japón, Corea del Sur o Estados Unidos.

El misil ruso S8000 depende de otros países

La UGR habría detectado más de 20 componentes clave en este misil S8000, relacionados con hasta 30 empresas involucradas de forma directa o indirecta en su suministro y producción. En concreto, hablamos de un misil de última generación que se suele lanzar desde los drones UAV Orion, también fabricados por la compañía Kronstadt, y que equipa una ojiva explosiva de hasta 150 kilos. Puede alcanzar distancias de hasta 500 kilómetros a velocidades máximas de 500 kilómetros por hora y usa principalmente queroseno como combustible.

La clave de este misil está en su motor a reacción chino, que según la inteligencia ucraniana, se puede llegar incluso a comprar en AliExpress por un precio de 16.000 dólares. Y es que este motor no está pensado para misiles, sino para aeronaves. Junto a los componentes ya mencionados nos encontramos con servoaccionamientos Dynamixel MX-64AR de Robotis, en Corea del Sur, además de una antena CP contra interferencias. Esta última sí que está fabricada en Rusia, por parte del VNIIR Progress.

Motor a reacción del S8000 Banderol, en una imagen de internet.

Motor a reacción del S8000 Banderol, en una imagen de internet.

Una de las principales características del S8000 Banderol de Rusia, asegura la UGR, es la capacidad del misil de realizar "giros con un radio menor que los misiles de crucero típicos" de fabricación rusa. Esto le permite mantener la trayectoria de vuelo de un misil de crucero habitual, pero con una mayor maniobrabilidad para esquivar munición antiaérea. Si la UGR ha podido examinar estos misiles ha sido gracias a las fuerzas ucranianas, que han recuperado estos dispositivos directamente del campo de batalla tras robarlos o recuperarlos.

Pero ¿cómo ha podido Rusia hacerse con tantos componentes, si países como Estados Unidos han impuesto numerosas sanciones a Rusia y a sus empresas? La UGR menciona la red Chip and Dip, una de las redes de distribución de tecnología electrónica más grandes de toda Rusia y que efectivamente, también ha sido sancionada. A esto hay que sumarle un buen puñado de mecanismos subterfugios variados, que han ayudado a que Putin pueda perfeccionar métodos para evitar los controles y sanciones que dificultan el acceso a este material.

La inteligencia ucraniana ha puesto de manifiesto en multitud de ocasiones el hecho de que una buena cantidad de armamento ruso usa componentes extranjeros, lo que deja entrever problemas en los sistemas de controles para la exportación de equipamiento electrónico y militar. Es decir, que pese a la sorpresa relacionada con la aparición de estos componentes, la situación dista mucho de ser nueva. Sin ir más lejos, en noviembre del 2024 la GUR encontró docenas de componentes occidentales en los drones furtivos S-70 Okhotnik-B o Hunter-B.