
Talon-A
Un jet hipersónico maniobrando sin GPS: el avance de Northrop Grumman que podría revolucionar la aviación
La firma pudo poner a prueba un sistema de navegación inercial que rastrea la ubicación del avión en caso de no poder usar la tecnología de geolocalización.
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Tras la jubilación del avión hipersónico Concorde y tras el aparente portazo a los vuelos hipersónicos en España, numerosas compañías están intentando hacer que sean una realidad. China ya está preparándose para jubilar a este avión, e incluso en España se están gestando alternativas como el Destinus, que volará con hidrógeno a más de 6.000 kilómetros por hora. El Talon-A (TA-1), el avión hipersónico de la empresa aeroespacial Stratolaunch, ha probado un sistema inercial para permitir que estos aviones maniobren sin GPS.
Así lo relata Northrop Grumman, responsable de este avance tecnológico, al medio Defense News. Mientras Stratolaunch estaba llevando a cabo dos vuelos hipersónicos con el Talon-A en diciembre y marzo, Northrop Grumman estaba poniendo a prueba una unidad de medición inercial (IMU), demostrando que la tecnología de este calibre podía viajar y maniobrar en velocidades de Mach 5. La empresa ha explicado que todas estas pruebas han sido un éxito.
Jonathan Green, director de tecnología de desarrollo de capacidades emergentes dentro de Northrop, dejó claro que el IMU pudo cumplir con todos los objetivos requeridos, sobre todo el de "haber sobrevivido a esta primera prueba de vuelo". El objetivo es que ante la ausencia del GPS, los sistemas aéreos de alta velocidad como los aviones hipersónicos puedan maniobrar sin problema en rangos de Mach 5 o más. Recordemos que el Talon-A es a efectos prácticos un banco de pruebas reutilizable, que pueda demostrar la viabilidad de los vuelos hipersónicos del futuro.
Northrop Grumman pone a prueba su IMU
Pero ¿qué es un IMU? Las unidades de medición inerciales son dispositivos que miden tanto la velocidad angular de un objeto como su aceleración lineal, usando un sistema de sensores, magnetómetros, acelerómetros y giroscopios. En este caso, el modelo de Northrop se valía de numerosos sensores de precisión y algoritmos para rastrear en todo momento la posición, la orientación y los vectores de movimiento de un vehículo, con la idea de ofrecer un sistema de navegación en tiempo real.
Estos IMU de tecnología hipersónica son muy importantes, ya que deben resistir las altísimas velocidades que estos aviones alcanzan, con la idea de que estos puedan navegar sin GPS. Lo que pretende Northrop Grumman es comprobar cuán viable es para un avión supersónico navegar sin GPS, una situación que podría darse por diversas cuestiones como condiciones climáticas adversas, interferencias o por intervención enemiga.

Momento del despegue de la nave nodriza Roc. Omicrono
El IMU puede comprender la forma en la que la plataforma de su entorno (en este caso, el Talon-A) puede moverse, calculando el recorrido del sistema y la ruta a seguir. Josei Chang, director sénior de tecnologías avanzadas de Northrop Grumman, pudo verificar que el IMU pudo sobrevivir a las pruebas de vuelo, calculando por el camino la trayectoria del avión sin ningún problema. Todo ello usando una experiencia ya dilatada en el desarrollo de sistemas similares para soluciones espaciales.
Y es que la firma militar ya ha podido crear sistemas de navegación inerciales para naves espaciales. Usando toda esta tecnología, originada en la navegación inercial espacial, Northrop ha podido desarrollar un IMU más reforzado, más pequeño y resistente, para adaptarse a las velocidades de Mach 5 o superiores que pueden alcanzar estos aviones. Tanto es así, que tras este éxito Northrop espera probar el IMU en un cohete sonda.
El TA-1 pudo probar el IMU en sus vuelos de prueba de diciembre y marzo, respectivamente. En su primer vuelo de prueba allá por marzo del 2024, el avión pudo volar a velocidades relativamente cercanas a Mach 5, lo que equivale a cinco veces la velocidad del sonido. En esa prueba, el avión pudo encender su motor, acelerar, mantener un ascenso sostenido en altitud y realizar un aterrizaje controlado en el agua. Esto sirvió para que Stratolaunch pudiera recabar una gran cantidad de datos valiosos y necesarios.
La prueba del cohete sonda y del Talon-A no son las únicas que Northrop tiene en la mirilla. La firma también tiene planeada una prueba de seguimiento de su IMU en la Base de la Fuerza Aérea Holloman, Utah, para finales de este mismo año. En este sentido, Northrop pondrá a prueba la resilencia del sistema bajo cargas G muy altas y sostenidas en el tiempo.