Meloni y Stamer junto a un F-35

Meloni y Stamer junto a un F-35 Diseño: Arte EE

Defensa y Espacio

Trump podría bloquear decenas de cazas F-35 europeos a través del control en la 'nube' que EEUU ejerce sobre su tecnología

La dependencia de la aeronave de guerra con sistemas críticos controlados por Estados Unidos hace que sea vulnerable a las decisiones de Donald Trump.

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El golpe de timón de Trump y su Administración en las relaciones con la Unión Europea ha desencadenado una ola de desconfianza en temas tan críticos como la defensa y el peso de la OTAN en la estrategia conjunta contra Rusia. Desde España, el presidente Sánchez aboga por un apoyo total a Zelenski en su guerra contra Rusia mientras, de forma coordinada, se teje un plan para impulsar la industria de defensa propia.

La dependencia tecnológica en ramas tan críticas como la militar supone una potencial pérdida de capacidades esenciales si las relaciones con el proveedor se deterioran. Este escenario es al que se están enfrentando aquellos países europeos que ya cuentan con el caza F-35—Reino Unido, Italia, Países Bajos y Noruega—, que temen que las aeronaves dejen de funcionar por deseo de Estados Unidos.

Y es que, desde hace ya varias décadas, los cazas dejaron de ser plataformas aisladas cuyas únicas comunicaciones con el resto del despliegue pasaban por la radio. Por ejemplo, en aeronaves modernas como el Eurofighter, el intercambio de información, datos y objetivos detectados es constante con el resto de las unidades, ya estén en el aire, en tierra firme o en el mar.

Vuelo rasante de F-35

Vuelo rasante de F-35 Nicholas Rupiper / USAF

Esta conectividad absoluta supuso un salto extraordinario en las capacidades de los cazas y, por consiguiente, en las del resto de unidades que también se alimentan de los datos recogidos por los sensores integrados a bordo. Pero también puede traer consecuencias negativas si el proveedor decide cortar la colaboración.

En el F-35 esta hiperconectividad es todavía más profunda y alcanza algunos sistemas esenciales de la aeronave como puede ser la salud técnica de la plataforma o los encargados de la guerra electrónica. De hecho, algunos analistas apuntan a que podría incluso tener un "interruptor de apagado" con el que dejar en tierra las aeronaves de forma remota.

Interruptor de guerra

Estados Unidos podría activar el "interruptor de apagado" si, como ocurre ahora en Ucrania, prefiriera las negociaciones a un contraataque europeo en caso de una hipotética invasión rusa de los países bálticos, han apuntado este fin de semana desde el medio alemán Bild. Alemania adquirió 35 ejemplares de F-35 por un valor de 8.300 millones de euros —sin contar con infraestructura asociada— y espera recibir las primeras unidades en 2026.

"El interruptor de apagado es más que un simple rumor", afirmó Joachim Schranzhofer, jefe de comunicaciones del fabricante de armas alemán Hensoldt, al mismo medio. "Pero es mucho más fácil utilizar el sistema de planificación de la misión y, entonces, el avión permanecerá en tierra". La compañía Hensoldt es socia de cooperación técnica de Lockheed Martin para el F-35 en Alemania.

Caza F-35

Caza F-35 Arte EE | Fuente: USAF

Si bien la existencia de un simple interruptor para anular al caza no se ha confirmado, sí se conocen varios aspectos críticos que requieren de la participación directa de EEUU para que los F-35 funcionen de forma apropiada. Uno de los puntos de conexión del caza con Estados Unidos y, más concretamente, con su Fuerza Aérea, es el denominado Partner Support Complex (PSC) del F-35. Proporciona "la capacidad de programar, probar y desplegar datos de misión del F-35", tal y como explica el 350 Ala de Guerra Espectral.

Esta organización brinda apoyo para el desarrollo de los datos de misión del F-35 a los socios extranjeros que operan este modelo tan particular de aeronave, entre los que se encuentran varios europeos. "A estos países no se les permite realizar operaciones de prueba independientes fuera de los Estados Unidos según la política" del país, recalcan.

"Las normas de seguridad del Gobierno de los Estados Unidos y la Política de Defensa Nacional requieren que los ciudadanos estadounidenses desempeñen funciones específicas para proteger la tecnología crítica de EEUU". Con esto se impide que los países operadores del F-35 tengan acceso total a la plataforma y obliga a una parte esencial de la preparación de cada misión tenga que pasar siempre por manos estadounidenses.

Tal y como recoge el Ala en su página web, su objetivo principal es la de "producir, probar y entregar capacidades de espectro electromagnético a nuestros socios y aliados de EEUU en el programa F-35 para obtener una ventaja competitiva y libertad para atacar, maniobrar y defender".

Vuelo del F-35

Vuelo del F-35 Nicholas Rupiper / USAF

Los datos de misión, cuya gestión y despliegue debe de estar realizada y supervisada por personal estadounidense, "permiten a los F-35 y a sus pilotos detectar, identificar, localizar y contrarrestar amenazas en todo el espectro electromagnético", según informa la propia Lockheed Martin. Es decir, una lista de capacidades de primer orden sin las cuales el caza vería mermada de forma muy notable su rendimiento en un escenario de combate.

En una hipotética orden de desconexión por parte de Estados Unidos, los países que operan el F-35 se quedarían sin conexión a la nube de servidores y perderían esa capacidad a bordo de sus cazas. La desactualización de la base de datos de todo lo que rodea a la guerra electrónica —dentro de un conflicto de alta intensidad los escenarios pueden cambiar en pocas horas— supone un riesgo muy importante tanto para el piloto como a la plataforma, ya que ambos contarían con información poco fiable.

No se trata de un botón que deja de forma directa inutilizados las aeronaves, pero cortar el hilo de actualizaciones provoca exactamente el mismo efecto pasadas unas horas o muy pocos días, en el mejor de los casos. En el peor, es muy posible que los cazas no puedan siquiera despegar la primera vez con información actualizada, por lo que podrían quedar en tierra.

La importancia de poder manejar los datos de la misión ha quedado reflejada en la corta, pero intensa, historia del F-35. Reino Unido, uno de los socios preferentes de EEUU, quiso contar con su propio laboratorio independiente de Estados Unidos para llevar a cabo todo este proceso desde el principio, pero no tuvo suerte.

En la actualidad, comparte un laboratorio satélite compuesto por personal británico, australiano, canadiense y estadounidense, aunque la llave maestra la siguen teniendo estos últimos. En la misma situación se encuentra Italia y Noruega y su particular laboratorio de datos de misión, donde nuevamente comparten trabajo con personal estadounidense.

Sistema de mantenimiento

El segundo resorte que puede liberar Trump para debilitar la capacidad aérea de los países con F-35 está relacionado con el mantenimiento. Una de las herramientas más avanzadas de este modelo de caza es el Autonomic Logistics (ALIS o Sistema de Información Logística Autónoma).

"Hace falta algo más que acero, electrónica avanzada y propulsión de motor para que el F-35, el caza de quinta generación más avanzado, pueda emprender el vuelo", explica Lockheed Martin. El Sistema de Información Logística Autónoma es el que proporciona a los operadores del caza la capacidad de planificar con la suficiente antelación, mantener y sostener sus sistemas durante la vida útil del vehículo aéreo.

El ALIS es la columna vertebral de las tecnologías de la información y las capacidades para "apoyar a los combatientes actuales y futuros en los servicios de los EEUU y en el mundo". Este sistema "integra una amplia gama de capacidades que incluyen operaciones, mantenimiento, pronósticos, cadena de suministro, servicios de atención al cliente, capacitación y datos técnicos".

F-35 estadounidense

F-35 estadounidense Nicholas Rupiper / USAF

Esta herramienta de Lockheed Martin es el centro de operaciones del personal encargado de la logística y el mantenimiento de la flota de F-35. "Un entorno de información único y seguro que proporciona a los usuarios información actualizada sobre cualquiera de estas áreas".

El sistema transmite información sobre el estado de la aeronave y las acciones de mantenimiento a los usuarios. Incluso recibe información mientras el F-35 se encuentra en pleno vuelo a través de un enlace de radiofrecuencia. "Permite el aprovisionamiento de piezas y personal de mantenimiento cualificado en tierra, de modo que, cuando el avión aterriza, se minimiza el tiempo de inactividad y aumenta la eficiencia".

Existe un segundo sistema muy parecido al ALIS que se denomina ODIN (Operational Data Integrated Network o Red Integrada de Datos Operacionales). Este último se apoya en una nube bajo el control estadounidense, que podría igualmente cortar el servicio si así lo desea. Según explican, ODIN viene a suplir las carencias que los usuarios han identificado en el ALIS, aunque la raíz y los campos de aplicación son exactamente las mismos.

El servicio de mantenimiento asistido —sea mediante ALIS u ODIN— proporciona una información esencial para los equipos de tierra que, de otro modo, tendrían que revisar de forma manual y exhaustiva cada una de las partes. De nuevo, no se trata de un interruptor que deja automáticamente a los aviones inoperativos, pero sí complica mucho la labor de los mecánicos.

Vuelo del F-35

Vuelo del F-35 Nicholas Rupiper / USAF

Además de la falta de información técnica de la aeronave, toda la cadena logística de repuestos de la aeronave pasa obligatoriamente por el fabricante, situado igualmente en Estados Unidos. La capacidad de intervención de cada una de las naciones es muy limitada en este aspecto, más cuando no pueden acceder a la herramienta que les proporciona los manuales de intervención.

El F-35 en Europa

Ante la carencia de un caza de quinta generación europeo y las tradicionales buenas relaciones con Estados Unidos, el F-35 ha sido uno de los grandes agraciados de los presupuestos de defensa en los últimos años en el Viejo Continente. De hecho, la lista de espera para recibirlos es larga.

F-35B de Reino Unido

F-35B de Reino Unido Ministerio de Defensa de Reino Unido

Con datos de finales de 2024, Bélgica tiene pedidas 37 unidades, República Checa 24, Dinamarca tiene 4 unidades activas junto a 17 más pedidas, Finlandia espera 64 unidades, Alemania ha pedido 35, Grecia 40 unidades solicitadas, Italia cuenta con 23 en servicio más 50 pedidas, Países Bajos dispone ya de 32 activas y 12 pedidas, Polonia 29 pedidas, Noruega 32 disponibles y 12 a la espera y, el último, Reino Unido con 31 en servicio y 103 a la espera.

Muchas de las unidades que todavía se encuentran en pedido podrían resultar baja en la lista de espera. "Si tenemos miedo de que EEUU haga con los futuros F-35 alemanes lo que está haciendo actualmente con Ucrania, podríamos plantearnos rescindir el contrato", ha advertido Wolfgang Ischinger, ex diplomático y presidente de la Fundación de la Conferencia de Seguridad de Múnich, como recoge Bild.

En cuanto a España, la versión de despegue y aterrizaje vertical del F-35 ha estado en todas las quinielas para sustituir a los Harrier de la Armada, que se encuentran en la recta final de su vida útil. De hecho, es la única plataforma moderna que podría servir en el buque Juan Carlos I y así no perder la capacidad de ala embarcada.

El caso de Israel

Muy diferente a lo anterior es el caso de la Fuerza Aérea israelí. Desde casi el comienzo del programa F-35, las buenas relaciones con Estados Unidos permitieron que el Ministerio de Defensa del país contara con un trato diferenciado por parte del Pentágono.

Tanto es así, que Israel es el único país del mundo que ha tenido el permiso de modificar a conveniencia el F-35 con el objetivo incluir tecnología propia que se ajusta a sus necesidades. De esta forma, las compañías israelíes han aportado sistemas tan elementales como los dedicados a la guerra electrónica, con unos equipos completamente personalizados y desconectados de cualquier vínculo con Estados Unidos.

También llevaron a cabo la adaptación de la bahía de las municiones para poder acomodar sus propios misiles y bombas guiadas e incluyeron la posibilidad de integrar tanques de combustible adicionales. Irán, la máxima amenaza, se encuentra a unos 1.000 kilómetros de la frontera israelí por lo que necesitan poder realizar operaciones de largo radio.

F-35 Adir despegando

F-35 Adir despegando Fuerza Aérea de Israel

Asimismo, la Fuerza Aérea israelí realiza la práctica totalidad del mantenimiento de forma independiente y en territorio nacional. "Esta es nuestra firme decisión de realizar todos los niveles de mantenimiento de los F-35 en Israel, y estamos desarrollando esta capacidad", dijo el general de brigada Nir Barkan, jefe del Estado mayor de la Fuerza Aérea de Israel, en una entrevista en 2021 a Breaking Defense.