"La ayuda que está fluyendo hacia Gaza no es suficiente. Hay vidas inocentes en juego. Hay vidas de niños en juego". Esas fueron las palabras del presidente estadounidense Joe Biden cuando anunció el lanzamiento aéreo de paquetes con alimentos y medicinas en la Franja de Gaza. "En los próximos días, nos uniremos a nuestros amigos de Jordania", que lleva ya unas cuantas jornadas enviando ayuda vía aérea junto a Francia. Egipto también participará y España, por el momento, se ha mantenido al margen.

Esta región de Palestina se encuentra en una situación muy delicada y requiere de ayuda humanitaria urgente y coordinada. "Los israelíes [ya] han realizando lanzamiento aéreos y apoyan nuestros esfuerzos para hacer lo mismo", declaró el portavoz de la Casa Blanca John Kirby. Al mismo tiempo que se abrió la posibilidad de establecer un corredor marítimo seguro y la reapertura de vías terrestres para facilitar el mismo tipo asistencia.

La logística de la Fuerza Aérea estadounidense ha conseguido ejecutar los primeros envíos en la tarde de este sábado, sólo unas horas después del anuncio institucional, según han informado dos funcionarios del país a Reuters. También han explicado que el lanzamiento se ha realizado a través de 3 aviones C-130, cargados con más de 38.000 paquetes de comida y distribuidos en 66 palés.

Los lanzamientos aéreos de Estados Unidos se han realizado sobre el suroeste de Gaza y la ciudad de Al Mawasi. Otros vídeos publicados en la red social X —antigua Twitter— indican otros sobrevuelos de aeronaves con ayuda humanitaria en Deir al-Balah, situada a unos 10 kilómetros al norte de la posición confirmada por los funcionarios.

El lanzamiento

Además del Hercules, un modelo que España tuvo en su flota durante décadas, la Fuerza Aérea de Estados Unidos cuenta con el Boeing C-17 Globemaster como otra de las plataformas compatibles con esta tarea, aunque de momento parece no haber participado. Según recoge la propia USAF, cada uno de los C-130 Hercules puede cargar a bordo un total de 16 palés, mientras que en el C-17 el número asciende hasta los 40.

Desde el punto de vista logístico, el primer paso consiste en la carga de los palés con víveres por parte del personal militar en tierra firme. Más tarde se carga en las bodegas de los aviones y se aseguran para que no se muevan durante el viaje.

Este punto cuenta con una complejidad extra respecto a los vuelos tradicionales de transporte de materiales. Cada uno de los palés dispone también de un paracaídas que hay que armar de la forma correcta para que se despliegue una vez en el aire. Con esto se consigue una reducción de la velocidad de caída y que la ayuda humanitaria llegue de forma segura a la superficie.

Avión Hercules desplegando ayuda humanitaria sobre Gaza Reuters

Una vez que el avión se encuentra sobre la zona asignada, la compuerta trasera de la bodega de carga se abre y la tripulación va deslizando uno a uno los palés sobre unos rieles integrados en el suelo. Nada más salir al aire y antes de que puedan acelerarse por la gravedad, el paracaídas instalado en la parte superior se despliega.

Antes llevar a cabo toda la operación, la responsabilidad recae sobre los servicios meteorológicos de la Fuerza Aérea que deberán conocer de forma detallada los vientos de la zona donde se llevará a cabo el lanzamiento. La observación de estos patrones climáticos es esencial para acertar con el lugar de aterrizaje y de su análisis depende que nadie corra peligro.

El viento en este caso desempeña un papel esencial y puede ser cambiante en según qué zona o capa atmosférica. En alguna ocasión los palés han terminado por posarse en el mar, arruinando la ayuda humanitaria lanzada. En el peor de los casos, podría incluso caer en alguna edificación y dañarla.

Los militares estadounidenses cuentan con una dilatadísima experiencia en el lanzamiento de víveres desde aeronaves.  En 2014, según indica Reuters, el ejército de Estados Unidos lanzó ayuda desde el aire en el norte de Irak cuando los civiles quedaron atrapados por combatientes del Estado Islámico. Durante esos pocos meses que duró el bloqueo, enviaron más de 100.000 raciones de comida y 96.000 botellas de agua.

Riesgos

También hay que tener en cuenta que Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo y los funcionarios estadounidenses indican que es difícil garantizar que la ayuda llegue a las personas que la necesitan y no termina en algún lugar inalcanzable. "Es extremadamente complicado realizar un lanzamiento aéreo en un entorno tan poblado como Gaza", dijo el mismo John Kirby.

Tampoco está asegurado que la ayuda llegue a la población general y no sea intervenida por miembros de Hamás, que luego podrán distribuirla a su antojo. El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha sido una de las voces más críticas con este movimiento de varios países.

Lanzamiento de ayuda humanitaria sobre Gaza Reuters

Ha cuestionado la eficacia del lanzamiento de ayuda humanitaria desde el aire a la Franja de Gaza, ya que el impacto de esta estrategia es "mínimo" y "no está exenta de riesgos para los civiles". Borrell ha asegurado que debería ser una solución de "último recurso".

C-130 Hercules

El Hercules es uno de los aviones más longevos y polivalentes de cuantos se han creado en la historia de la aviación militar. En servicio desde los años 50, fue desarrollado por Lockheed —antes de fusionarse con Martin— para dar respuesta a las necesidades de transporte aéreo de Estados Unidos.

Desde entonces, se han desarrollado una larga lista de versiones cada una especializada en una tarea como puede ser de avión cisterna, búsqueda y rescate, patrulla marítima, asalto aéreo o reconocimiento meteorológico. Por encargo de Estados Unidos, el fabricante también ha ido mejorando la plataforma incorporando nuevas tecnologías que mejoran la eficiencia y las capacidades operativas de la aeronave.

En cuanto a especificaciones técnicas, el C-130 cuenta con cinco miembros de la tripulación y una capacidad para llevar hasta 92 soldados. La versión de evacuación sanitaria puede instalar hasta 74 camillas y el espacio para dos sanitarios a bordo.

Paracaidista lanzándose desde la bodega de carga de un C-130 Hercules Char Gorecki / USAF

Tiene una longitud de 29,8 metros, envergadura de 40,4 metros y una altura de 11,6. El peso máximo al despegue es de 70 toneladas de las que 20 pueden ser de carga distribuida a lo largo de su bodega diáfana. El apartado de la propulsión está resuelto con 4 motores turbohélice de cuatro palas cada uno que le proporcionan algunas capacidades clave como el despegue y aterrizaje en pistas cortas y en mal estado.

La velocidad máxima operativa se sitúa en 592 kilómetros por hora con una de crucero de 540 km/h, una autonomía máxima de 3.800 km —dependiendo de la carga a bordo— y un techo de vuelo de hasta 10.058 metros. Estados Unidos tiene más de 400 C-130 Hercules de diferentes versiones activos.

También te puede interesar...

• Las 5 armas nucleares más potentes con las que Putin podría cumplir sus amenazas y atacar a Occidente
• Así son los Tarsis, los drones malagueños que Defensa acaba de comprar: pueden espiar y atacar con misiles
• El casco de combate más avanzado del mundo: un 40% más ligero y más resistente frente a disparos de fusiles