La Fuerza Aérea de Estados Unidos está de enhorabuena. A finales del año pasado sabíamos del Northrop Grumman B-21 Raider, el considerado como el primer bombardero de sexta generación del mundo y que aspiraba a ser la revolución definitiva de la flota de bombarderos estratégicos de la Fuerza Aérea de EE.UU. Meses después de su presentación, el B-21 Raider por fin ha volado por primera vez.

Así lo recoge el medio The Drive en su sección The Warzone, detallando cómo en la madrugada del 10 de noviembre el B-21 Raider pudo despegar por primera vez en su historia. Un despegue histórico, que se ha podido recoger en vídeo y que muestra al bombardero furtivo volando junto a un avión F-16.

El vídeo fue tomado desde las afueras de la instalación militar aeroespacial Planta 42 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en la zona de Palmdale (California). Estas pruebas de vuelo son la culminación de una serie de pruebas que el vehículo aéreo ha perpetrado en las últimas semanas, incluyendo pruebas de rodaje en tierra.

El B-21 consigue volar

El vídeo ha sido publicado en redes sociales por Matt Harman, fotoperiodista freelance de AP. Estos metrajes, que se pueden encontrar en X (anteriormente Twitter) incluyen el vuelo del B-21 siendo acompañado por un caza de combate F-16. El vuelo se realizó a baja velocidad y con el tren de aterrizaje completamente desplegado, en dirección a la Base Edwards de la Fuerza Aérea.

Portavoces de la Fuerza Aérea como Ann Stefanek han hablado abiertamente de esta primera prueba de vuelo. Aseguran que el avión está actualmente en pruebas de vuelo de carácter crítico, que son vitales para el correcto despliegue del dispositivo en el futuro. Ya en octubre el mismo medio había recogido cómo el Raider había sido sometido a pruebas de rodaje previas al primer vuelo.

Stefanek asegura que este es un paso importantísimo para "la campaña de pruebas administrada por el Centro de Pruebas de la Fuerza Aérea y la Fuerza de Prueba Combinada B-21 del Ala de Pruebas 412 para proporcionar capacidades de ataque penetrantes, de largo alcance y de supervivencia para disuadir agresiones y ataques estratégicos contra los Estados Unidos y sus socios".

El pasado 9 de noviembre, estos mismos portavoces explicaron que el B-21 se encontraba sumergido en pruebas exhaustivas para evaluar sus funcionalidades, componentes y sistemas. Este portavoz en cuestión explicó que estas pruebas servían para "mitigar los riesgos, optimizar el diseño y mejorar la eficacia operativa. Las pruebas rigurosas son un paso crítico en el programa de pruebas de vuelo del B-21".

Este primer vuelo, pese a no ser espectacular, tiene una relevancia casi histórica. El B-21, avón que aspira a ser el mejor bombardero del mundo, empezó su andadura con un programa apodado Long Ragen Striker Bomber en el año 2009. Northrop Grumman, compañía encargada de sacar adelante este programa, no ha podido desvelar la primera unidad del B-21 hasta 2022, 7 años después de que se le concediera el contrato en 2015.

Es decir, que este es un evento que ha disfrutado de una anticipación de varios años de espera. De hecho, el calendario que habría permitido este vuelo se tuvo que modificar en varias ocasiones debido a numerosos inconvenientes. El más importante sin duda alguna fue la pandemia de la COVID-19, que retrasó enormemente este primer vuelo.

Northrop Grumann B-21 Rider con el tren de aterrizaje desplegado. Matt Hartman X (Twitter)

Ya había pistas de que el 2023 sería el año del primer vuelo del B-21, ya que el Secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, dijo en septiembre que aún había esperanza para realizar esta prueba este año. Este optimismo no fue casual; en julio se consiguió el primer encendido de sus sistemas y en septiembre, comenzaron las pruebas de motor en tierra.

¿Y qué pasa ahora?

En la actualidad, se estima que hay un total de 6 unidades del B-21 Raider en la cadena de montaje, todos ellos en distintos estados de construcción. El calendario que recogía el primer vuelo en 2023 se ha cumplido, por lo que si todo va según lo previsto, se espera que este avión entre en servicio entre los años 2026 y 2027. Al menos, las primeras unidades B-21 Raider, que sustituirán a los bombarderos B-2 y B-1.

Bombardero nuclear B-21 Raider de Northrop Grumman Fuerza Aérea de Estados Unidos

Una vez su vida operativa de comienzo, su papel será fundamental, especialmente en las misiones complejas. En la presentación del B-21 se habló de que este avión sería la "columna vertebral" de la futura potencia aérea estadounidense. No es para menos, ya que sus funciones de sigilo y sus características armamentísticas hacen a este avión uno de los más avanzados del mundo.

Hablamos de que el Northrop Grumman B-21 Raider integra lo último en tecnología furtiva, presumiendo de unas capacidades de conectividad muy avanzadas y una arquitectura de sistemas abiertos que le proporciona la capacidad de recibir nuevas funciones y características futuras. Y es que algunas de sus bondades incluyen por ejemplo pasar de forma inadvertida por radares enemigos. Además de ello, podrá desplegar bombas tanto convencionales como nucleares.

Northrop Grumman B-21 USAF Omicrono

Tanto es así que Northrop Grumman lo define como un "bombardero digital", con tecnologías punteras firmando su desarrollo. Una infraestructura digital que en palabras de la compañía ayuda a mitigar "el riesgo de producción en el programa B-21 y a permitir prácticas modernas de mantenimiento", usando entre otras cosas técnicas de fabricación y herramientas de ingeniería digital.

Se usará en apoyo para misiones de disuasión estratégica, contando con capacidades avanzadas de ataque de precisión de largo alcance. Northrop Grumman asegura que en "un entorno dinámico de seguridad global, el B-21 proporcionará la flexibilidad y la disuasión fundamentales para la seguridad de Estados Unidos y nuestros aliados".

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