S-81 saliendo de los talleres de Navantia en Cartagena

S-81 saliendo de los talleres de Navantia en Cartagena

Defensa y Espacio

El submarino español para reforzar a la Armada india: inmersión de 3 semanas y dispara a 50 km

Navantia acaba de firmar un acuerdo con una compañía india para participar en el concurso de fabricación de 6 submarinos similares al S-80.

13 julio, 2023 02:36

El diseño, desarrollo y construcción de submarinos es una tarea tan compleja que tan sólo 10 países en todo el mundo cuentan con esa capacidad. España está entre ellos, con Navantia liderando el programa S-80 que tiene previsto entregarse a la Armada a finales de este año al mismo tiempo que pugna por llevarse contratos internacionales. La empresa pública acaba de anunciar que ofertará su sumergible a India de la mano de la compañía Larsen & Toubro, tras firmar un acuerdo de colaboración.

El objetivo es hacerse con el concurso para construir los submarinos P-75 (India) de la Armada del país asiático. Según explican desde Navantia, este programa requiere que cada licitador indio —Larsen & Toubro, en este caso— se asocie con un colaborador extranjero para producir de un total de 6 submarinos convencionales equipados con propulsión independiente del aire (AIP).

Este mismo contrato también recoge la fabricación de repuestos, simuladores, elementos de apoyo en tierra, formación y transferencia de tecnología. "Valorado en 4.800 millones de euros, se trata del mayor proyecto de adquisición en el ámbito de la defensa", señalan. De resultar ganadores, Navantia también se haría con un segundo contrato de mantenimiento de ciclo de vida de 30 años por un valor similar.

Submarino S-81 en Cartagena

Submarino S-81 en Cartagena Martín C. / Europa Press

Según el acuerdo, Navantia llevaría a cabo el diseño de los submarinos P-75 (I), basados en sus submarinos de la clase S-80, el primero de los cuales fue puesto a flote en mayo de 2021. "Este submarino es futuro. Una obra maestra. Un hito de este gran país que es capaz de todo", señaló la ministra Margarita Robles durante la ceremonia. Actualmente, el sumergible encuentra sometiéndose a pruebas de mar antes de su entrega final a la Armada a la vez que los astilleros trabajan en las próximas unidades hermanas.

Un S-80 para India

El programa del submarino S-80 para la Armada española comenzó a gestarse a principios de los años 90 con todo el proceso de estudios de viabilidad y definición del proyecto. Fue en 2004 cuando el Ministerio de Defensa ejecutó finalmente la orden de construcción de un total de 4 submarinos, siendo el primero de ellos el Isaac Peral.

Tras un periodo de retrasos y desafíos técnicos tan importantes como un sobrepeso que obligó a alargar la eslora del sumergible, en mayo de 2021 se puso a flote y comenzó un periodo de pruebas en el que todavía sigue inmerso. El S-80 es un submarino convencional —no nuclear— con una amplia autonomía de inmersión y amplia capacidad ataque y sensórica a bordo.

Tiene una eslora de 81 metros por 7,3 de diámetro del casco y alcanza las 2.965 toneladas de desplazamiento en inmersión. Tiene capacidad para 32 tripulantes más 8 espacios extra para embarcar personal adicional que podrán recorrer los más de 15.000 kilómetros de autonomía.

[Así es el S-81, el nuevo submarino de las Fuerzas Armadas de España]

El programa P-75 (I) indio requiere la integración de un sistema de propulsión independiente del aire, una tecnología que Navantia lleva años desarrollando para aplicársela a su familia de submarinos S-80. En particular, se trata de una solución AIP de tercera generación "más avanzada y eficiente, además de ser respetuosa con el medioambiente".

Esta tecnología emplea el bioetanol como fuente de hidrógeno, que "es rentable, fácil de conseguir y no requiere ninguna infraestructura especial", señalan. Este etanol se emplea en su forma líquida, lo que elimina los riesgos asociados —contenedores a alta presión y muy baja temperatura— al almacenamiento de hidrógeno líquido y supone un combustible con una amplia disponibilidad en cualquier parte del mundo.

Navantia incorporará el sistema AIP de serie en los submarinos S-83 Cosme García y S-84 Mateo García de los Reyes, que tienen prevista la entrega a finales de 2026 y a lo largo de 2028, respectivamente. Los S-81 Isaac Peral y S-82 Narciso Monturiol recibirán esta capacidad en la gran carena prevista para el 2030 y 2032 que los mantendrá fuera de servicio varios años.

La principal ventaja que aporta el AIP es el tiempo más ampliado —hasta 3 semanas— que el submarino puede permanecer en inmersión. Sin él, el S-80 tiene que hacer uso de un sistema de esnórquel ascendiendo a cota periscópica para cargar las baterías integradas a bordo; incrementando las posibilidades de ser detectado por fuerzas enemigas.

Sin embargo, con el sistema independiente del aire, las baterías pueden recargarse empleando únicamente el hidrógeno extraído del bioetanol sin requerir aire de la superficie. Mejorando notablemente su capacidad para permanecer oculto a los sensores e incrementando su capacidad operativa en las misiones más delicadas.

"L&T se enorgullece de colaborar con Navantia en este prestigioso programa de importancia estratégica para la seguridad de la nación", afirman. "La gran trayectoria de 300 años de Navantia en la construcción naval y su experiencia técnica nos dan una ventaja competitiva en este programa y ofrecen una solución ecológica. Nos comprometemos a proporcionar la mejor solución posible para los requisitos de la Armada india a un precio competitivo".

Submarino S-80 de Navantia

Y es que, dentro de este mismo concurso público también se encuentran otros actores internacionales de renombre. Francia y Rusia plantearon sus propuestas en 2021, pero finalmente se retiraron de la competición el pasado 2022. Actualmente y que se conozca públicamente, quedan en disputa la alemana ThyssenKrupp Marine Systems, la surcoreana Daweoo y Navantia. Por su parte, la india L&T con la que Navantia acaba de cerrar el acuerdo participó en el diseño de la clase de submarinos nucleares Arihant, en activo desde 2009.

Armamento

Los requisitos de India en el terreno de las armas para su clase S-75 (I) todavía no se han revelado públicamente. En este tipo de programas tan específicos el astillero ganador del concurso responde a cualquier necesidad que pueda tener el país contratante creando un ecosistema prácticamente a la carta.

S-81 en las pruebas.

S-81 en las pruebas. Navantia Navantia

De entre la larga lista de tecnología, sensores y armamento a bordo de la familia S-80, un equipamiento que descata es el sistema de combate desarrollado por Navantia en colaboración con la compañía estadounidense Lockheed Martin. Esta función permite la comunicación con otros submarinos convencionales de la UE y la OTAN para lanzar misiles tácticos de ataque a tierra.

La versión española cuenta con 6 tubos lanzatorpedos con munición DM2A4 para responder a amenazas submarinas y de superficie. El alcance de este torpedo supera los 50 kilómetros a una velocidad de 93 km/h y cuenta con un sistema de guiado por fibra óptica y un sonar a bordo.

Este modelo particular del sumergible también dispone de la versión submarina del misil Harpoon 3 —denominada Sub-Harpoon— fabricado por Boeing y con todo lo necesario para el lanzamiento y gestión del ataque a la superficie. Completan la lista misiles Tomahawk, la capacitación para el minado y el despliegue de todo tipo de contramedidas acústicas, antitorpedo y antisonar.

Además de la clase S-80, Navantia participó en el diseño y construcción de los submarinos clase Scorpene junto con DCNS —ahora denominada Naval Group— de Francia, que han sido exportados a Chile y Malaia. La española también ha participado en la versión india del Scorpene, denominada clase Kalvari, construidos en el propio país.

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