Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Análisis y Pruebas

He probado la cámara 'mirrorless' Canon EOS R1: "Es una de las mejores del mercado para los usuarios más exigentes"

Ofrece grabación en RAW con resolución 6K a 60p, ráfagas de fotos ultrarrápidas, dos conjuntos de controles idénticos para cada grip y mucho más.

Más información: Probamos la Canon EOS R7, una bestia para profesionales y aficionados a un precio sorprendente

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Muchos usuarios en España son ajenos a las bondades de las cámaras de consumo y semiprofesionales del mercado mirrorless. Sí, hay modelos asequibles como la Canon EOS R8, así como dispositivos más sencillos como la Canon EOS R10. Pero muy pocos aprovechan las mieles de los equipos más top.

Hablamos de los buques insignia, de lo más potente en el mercado tecnológico, y ninguna marca está exenta de tener uno. Nikon por ejemplo tiene su mítica Nikon Z9, mientras que Sony cuenta con la A1 II. Canon, por su parte, quiso romper el mercado con la Canon EOS R1.

Esta es la cámara que ha estado en mis manos estas últimas semanas. Un dispositivo tan potente que ni un usuario avanzado como yo ha sabido sacarle toda la potencia que se esperaría de un equipo con un precio tan llamativo de más de 7.500 euros. Un precio que, tal y como veremos a continuación, vale cada céntimo.

Pocos cambios en diseño, y son buenas noticias

Aquellos usuarios aficionados a la compañía fotográfica de color rojo, verán un patrón en el diseño de esta cámara de grandes proporciones. Exacto: es prácticamente calcada a la ya conocida Canon EOS R3, al menos a primera vista.

Esto ya nos da una idea de qué tipo de cámara estamos hablando. Nada de ahorrar espacio, nada de cuerpos ligeros. La Canon EOS R1 es una absoluta bestia física, una cámara de doble grip diseñada para los entornos más extremos.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Y es que, mientras que las cámaras Full Frame más sencillas ofrecen sistemas de agarre opcionales para dotar al cuerpo de un grip extra, la EOS R1 lo trae de serie, diferenciándose directamente de Sony en este aspecto (aunque recogiendo el testigo de la Z9).

Dicha idea, eso sí, llega a unos extremos inusitados, ya que contamos directamente con dos conjuntos de controles idénticos para cada grip. El segundo tiene sus propios diales, su propia palanca, su propio botón de obturador y mucho más.

Canon EOS R1

Canon EOS R1 Chema Flores Omicrono

Canon ha sabido aprovechar el enorme cuerpo de esta cámara. Prueba de ello es el ocular que la corona, con un accesorio para el ojo enorme, situándolo entre los mejores y más grandes del mercado.

El equipo está plagado de todos los controles y botones que nos podamos imaginar ya que, como veremos a continuación, la Canon EOS R1 es una herramienta profesional, de altísima gama y que otorga el máximo control al usuario final.

Tal es la obsesión de Canon por abarcar lo máximo posible que casi nos agobiamos con la cantidad de botones. Solo en la parte superior tenemos 7 botones, 8 si contamos el de modos. Y sí, tenemos un botón para la luz de la pantallita superior.

Botones en su mayoría, tal y como veremos, customizables hasta el extremo. Sin ir más lejos, en la parte delantera junto a la montura tenemos otros cuatro botones personalizables adicionales y que sirven para que el profesional tenga todo el control posible.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Si insistimos tanto en este hecho es porque esta cámara juega en una liga completamente distinta en lo estético y en lo físico. Está pensada para entornos duros, en los que el fotoperiodista, el creador de contenido o el fotógrafo de deporte pueda poner a prueba este dispositivo en su máxima expresión.

Canon ha puesto toda la carne en el asador en este sentido, consiguiendo un absoluto tanque con una construcción y materiales soberbios, acordes al precio que estamos pagando.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

La construcción queda fuera de toda duda. Sabemos que si esta cámara se golpease, tuviese un percance o tuviera que ser usada en un entorno complicado lleno de acción, soportaría sin problema el traqueteo.

Todo ello, eso sí, a costa de unas dimensiones no aptas para todas las mochilas, especialmente si usamos un objetivo acorde a la gama. Hemos usado lentes de altísima categoría y el peso resultante ha sido algo a tener en cuenta.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Para muestra, un botón. El cuerpo de aleación de magnesio y policarbonato con fibra de vidrio de la EOS R1 nos da unas dimensiones de 157,6 x 149,5 x 87,3, con un peso con batería y tarjetas SD de 920 gramos.

En nuestras pruebas, hemos usado el Canon RF 70-200 mm F/2.8L IS USM, uno de los objetivos más usados en esta categoría de cámaras. Solo este objetivo añade otros 1.070 gramos al conjunto, superando la barrera de los 2 kilos.

Básicamente, esta es una cámara que no será ni mucho menos cómoda para aquellos con manos pequeñas o que no les gusten los equipos voluminosos. Sony se ha alejado de esta idea, ofreciendo grandes prestaciones en cuerpos relativamente compactos, como son los casos de la A9 III y la A1 II.

Sin embargo, los beneficios de esta construcción anti-todo son evidentes. Doble ranura para tarjetas CFexpress, una masiva batería LP-E19 para 1.330 disparos en LCD y el ya mencionado conjunto de botones que se reparten por docenas.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Aún con todo, el diseño de la Canon EOS R1 encierra un muy buen hacer en lo que a ergonomía se refiere. Todos los botones, controles y joysticks quedan a la altura de la mano, con un agarre magnífico y muy contundente.

La velocidad por bandera

Desde que esta Canon EOS R1 salió al mercado, no han sido pocos los usuarios que han focalizado sus críticas en las semejancias (físicas) entre esta cámara y su hermana menor, la R1. Y no han sido los únicos detalles.

Otros apuntan a que siendo esta R1 una categoría superior en la gama, queda por debajo en algunas cuestiones de la reciente Canon EOS R5 Mark II, que cuenta con un sensor con más resolución y mejores capacidades de vídeo.

¿Son lógicas estas críticas? Lo cierto es que no. La EOS R1 dista mucho de ser una cámara especializada para un fin concreto. Su propósito es ofrecer una experiencia tope de gama en un gran abanico de apartados.

Un ejemplo. Las R5 y R6 presumen de muy buenas capacidades de vídeo, mientras las R7 y R8 se caracterizan por sus buenas velocidades de ráfaga. La R3, a su vez, centraba sus esfuerzos en la velocidad.

Esta Canon EOS R1 hace todo esto de forma espectacular, y es esa la clave de su éxito.Queda por debajo en vídeo a la R5 Mark II, pero la supera en velocidad. La R3 no se aleja en velocidad, pero ofrece unas prestaciones, en general, mejores.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Y es que solo con la tabla de especificaciones, nos damos rápidamente cuenta de las ambiciones de Canon en este aspecto. Su sensor apilado y retroiluminado Full Frame CMOS de 24,2 megapíxeles puede dar lugar a engaño.

Además de contar con vídeo en formato RAW de 6K hasta 60p de forma interna, la Canon EOS R1 disfruta del Digic Accelerator, una velocidad máxima de ráfaga de 40 fotos por segundo y unas especificaciones de autoenfoque de infarto.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Las ráfagas, además, no cuentan con blackout, lo que permite sacar fotos en acción ininterrumpida. Hablamos de un obturador de plano focal, controlado de forma electrónica junto a otro mecánico, que da lugar a estas endiabladas velocidades de ráfaga.

Conjuntamos esto con el mejor sistema de enfoque de Canon, el Dual Pixel Intelligente AF tipo cruz sensible a líneas horizontales y verticales, presentes en el deporte de forma muy amplia. Por si fuera poco, la cámara puede conseguir imágenes utilizables a incluso -7,5 EV.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Al igual que han hecho otras marcas, Canon ha dotado a su buque insignia de un sistema de enfoque con aprendizaje profundo, que identifica sujetos y se vale del Digic Accelerator para seguirlos y captarlos.

Se pueden captar caras, ojos, cuerpos, animales, coches y aviones, e incluso se añade un sistema de prioridad a la acción que entiende lo que sucede en deportes como el fútbol, el voleibol o el baloncesto, encargándose de mover el punto AF activo en ese momento.

Así fotografía la Canon EOS R1

Otro detalle espectacular de la Canon EOS R1 es su función híbrida para sacar fotos y vídeo al mismo tiempo. La cámara puede grabar vídeo en 1080p y tomar fotos JPG de 17 megapíxeles con hasta 10 fotos por segundo al mismo tiempo.

Este sistema se compenetra con otro que permite almacenar de forma continua en búfer hasta 20 fotogramas. Pulsando el botón de disparo a la mitad, podremos conseguir fotografías antes de pulsar completamente el obturador, grabando hasta medio segundo.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Algunos detalles de calidad de vida incluyen una práctica luz de Tally para grabar vídeo, un monstruoso visor electrónico OLED de 9,44 millones de puntos (con seguimiento de enfoque por ojo) y una pantalla TFT articulable marca de la casa de Canon.

Saliendo momentáneamente de los 6K 60p, la EOS R1 puede grabar 4K a 120 fotogramas por segundo con curvas logarítmicas y 1080p a 240 fotogramas por segundo. Usando la totalidad de la resolución, podremos conseguir 6K RAW de 12 bits de profundidad de color, con flujos de datos de 2.600 Mbps.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Grabación en dos tarjetas de forma simultánea, la capacidad para grabar 16 bits en 4 canales, grabación en ProRes RAW a 6K vía HDMI. Para mover esta información, necesitaremos tarjetas de memoria CFexpress tipo B, alojando un par en sus 2 ranuras.

Mención especial, de nuevo, a su visor electrónico. Es básicamente una pantalla de cine, con una calidad de imagen espectacular y con un rendimiento bestial. No hemos perdido ni un solo disparo usando este visor, que casi es una pantalla enorme si lo miramos con perspectiva.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

El autoenfoque de la EOS R1 es de lo mejor no solo de la cámara, sino del mercado. Es extremadamente preciso, increíblemente fiable y capta al sujeto (o sujetos) con una velocidad simplemente pasmosa.

Al usar la cámara, el autoenfoque llega a ser tan bueno que casi nos dejamos enteramente a él. No soy partidario del uso de la totalidad del sensor para el AF; soy mucho más dado a usar las clásicas zonas de enfoque que yo controlo de forma directa.

Es la primera vez en mucho tiempo que he decidido que la cámara decida por mí, en todo momento, fiándome enteramente de que va a captar justo lo que quiero. La mayor parte del tiempo de hecho he dejado los sistemas AF en reconocimiento automático.

Una anécdota para ilustrar esto. Sacando fotos en la playa, me decidí a disparar con la ráfaga al máximo a las aves que volaban sobre mí. En una de estas, hice una ráfaga completa a una gaviota que estaba justo por encima.

Foto hecha en ráfaga literalmente sin apuntar.

Foto hecha en ráfaga literalmente sin apuntar. Manuel Fernández Omicrono

Ni miré. No usé el visor, la pantalla ni ningún indicativo que me guiara. Simplemente apunté la cámara hacia arriba, y mantuve pulsando el botón del obturador a tope. Pude captar a la gaviota a la absoluta perfección.

Sí es cierto que el sistema de enfoque usando nuestro ojo (es decir, el AF con control de ojos) que se presentó con la EOS R3 sigue estando presente, gracias a un sensor directamente en el ocular. Nos permite en el papel enfocar aquello que nuestro ojo mira, moviendo los puntos de enfoque con nuestro iris.

Canon EOS R1.

Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

No me ha parecido tan fiable como el sistema tradicional, y requiere una curva de aprendizaje que se puede hacer cuesta arriba. Eso sí, es innegable que supera de forma brutal a la versión de la EOS R3, siendo un sistema mucho más sólido en el conjunto.

La calidad de imagen, tanto del vídeo como de las fotos, es excelente. No tenemos altísimas resoluciones, pero no nos hacen falta; dado el enfoque al deporte de esta cámara, podemos determinar que los 24,2 megapíxeles son más que suficientes.

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Canon EOS R1. Manuel Fernández Omicrono

Recordemos que la EOS R1 es una cámara diseñada para altas velocidades, acción, y eventos deportivos. De hecho, la propia cámara puede ampliar fotografías hasta en 96 megapíxeles con JPG, por lo que no será necesario ir más allá.

Trabajando incluso a ISOS tan altos como 51.200 y superiores, hemos podido sacar fotografías aprovechables (lejos de las herramientas clásicas de IA) gracias a un estupendo rango dinámico y a una gran gestión del ruido.

La autonomía es otro aspecto que también nos ha gustado de la EOS R1, aunque era inevitable dado el semejante 'bicho' de batería que monta. No es para menos; recordemos que la doble montura esconde el espacio para esta batería LP-E19.

¿Me la compro?

No podemos entender la Canon EOS R1 como una cámara simple, o que se asemeje a lo que vemos en el mercado actual de cámaras. Este modelo de Canon trabaja en las mejores ligas, en los sectores más profesionales.

Y sobre todo, los enfocados a trabajar más rápido. En definitiva, es una herramienta de trabajo, tanto para grabar vídeo en buenas calidades como para sacar el fotograma exacto en un evento deportivo o de carácter social.

El precio oficial del cuerpo nos lo está diciendo: 7.519 euros en España. Si encima le añadimos un objetivo acorde, como el ya mencionado 70-200 RF, rompemos la barrera de los 10.000 euros.

Si aún con todo esto el sistema se adapta a tus necesidades como fotógrafo, entonces la recomendación es evidente. Por este precio, nos llevamos una de las mejores cámaras del mercado, que aportará fiabilidad, rendimiento y prestaciones a los más exigentes del sector.

No es una cámara perfecta, eso sí, si hablamos de características puras y duras. Hemos de recordar también la endiablada velocidad de la Nikon Z9 o el sensor global de la A9 III. Sin embargo, la R1 es una más que digna contrincante en su categoría.