Una botella de agua.

Una botella de agua. Freepik Omicrono

Tecnología

El invento que acabará con la sequía: un sistema modular y más barato para convertir el agua del mar en potable

La compañía OceanWell diseña granjas submarinas que aprovechan la presión del océano para desalar el agua de forma más eficiente y sostenible.

Más información: Adiós a la sequía: la gigantesca planta de agua atmosférica que produce 250.000 litros al día gracias al sol y el aire

Publicada

La escasez de agua es uno de los desafíos más importantes a nivel global, lo que ha impulsado la búsqueda de soluciones tecnológicas capaces de garantizar un suministro fiable, sostenible y económico. En este contexto, la desalinización es una de las principales bazas de la humanidad, convirtiendo el agua de mar en un recurso vital para el consumo humano y para sectores como la agricultura o los 'sedientos' centros de datos.

Sin embargo, los métodos convencionales han estado históricamente lastrados por dos grandes inconvenientes: un consumo energético desorbitado y un notable impacto ambiental. A lo largo de los años, se han explorado diversas innovaciones para resolverlo, desde inventos con sello español que prometen abaratar el proceso mediante un novedoso sistema de filtrado, hasta la desaladora portátil que extrae 20 litros diarios de agua potable del mar usando placas solares.

Ahora, una nueva aproximación busca revolucionar la desalinización llevando el proceso directamente a las profundidades del océano. La compañía estadounidense OceanWell, en colaboración con el Distrito Municipal de Aguas de Las Vírgenes (LVMWD) y un consorcio de otras seis agencias de agua de California, ha puesto en marcha el proyecto Water Farm 1.

Esta iniciativa, la primera de su clase en EEUU, desplegará una granja de desalinización por ósmosis inversa en el fondo del océano. Su objetivo es alcanzar una capacidad de producción de hasta 230.000 metros cúbicos de agua potable al día para el año 2030, suficiente para abastecer a más de 70.000 hogares.

"Water Farm 1 ofrece un nuevo modelo que reduce la presión sobre sistemas sobrecargados, así como la extracción insostenible de acuíferos", señala Robert Bergstrom, fundador y CEO de OceanWell, en un comunicado de prensa. El objetivo del proyecto no es otro que "ayudar a asegurar un futuro hídrico más resiliente y alineado con el clima".

Desaladoras submarinas

La tecnología de OceanWell se fundamenta en un principio físico tan simple como eficaz: la presión hidrostática. El sistema consiste en una red de módulos o pods autónomos que se instalan directamente en el lecho marino a una profundidad aproximada de 400 metros.

A este nivel, la columna de agua ejerce una presión natural inmensa, superior a los 40 bares. En una planta de ósmosis inversa tradicional, se necesita un enorme gasto de energía eléctrica para accionar bombas de alta presión capaces de forzar el paso del agua de mar a través de membranas que funcionan como enormes filtros.

Así funcionan las granjas submarinas de desalinización de OceanWell

El diseño de OceanWell, en cambio, utiliza la propia presión del océano como motor principal del proceso. Esta fuerza natural empuja el agua de mar hacia el interior de los pods y a través de sus avanzadas membranas, que actúan como un filtro molecular ultrafino, se separan las sales, minerales, bacterias, virus y contaminantes como los pesticidas.

Una de las grandes aportaciones del sistema de OceanWell reside en su diseño modular. Cada pod es una micro-planta desalinizadora autónoma, capaz de producir hasta 3,78 millones de litros de agua potable diarios.

Así, en lugar del lento, complejo y caro proceso de construcción de una planta terrestre, las 'granjas de agua' pueden crecer o adaptarse a las necesidades de cada lugar según la demanda. Se puede empezar con un número reducido de pods e ir añadiendo más unidades conforme aumenten las necesidades hídricas o la capacidad económica de cualquier pueblo o ciudad costera.

Este enfoque escalonado no solo facilita la financiación y la planificación a largo plazo, sino que también simplifica enormemente las labores de mantenimiento. Si un módulo tiene una avería, puede ser desconectado y reemplazado individualmente sin interrumpir la producción del resto de la granja, garantizando una fiabilidad y un tiempo de actividad muy superiores a los de las instalaciones convencionales.

Agua potable más barata

Más allá de su carácter modular, el principal argumento a favor de la tecnología de OceanWell es su eficiencia energética. Al sustituir las bombas eléctricas de alta presión por la presión hidrostática gratuita y constante del océano, el sistema reduce el consumo de energía hasta en un 40% en comparación con las plantas terrestres más eficientes.

Esta reducción drástica de la demanda eléctrica no solo se traduce en un menor coste operativo del agua producida, sino que también disminuye significativamente la huella de carbono asociada al proceso de desalinización, un paso crucial en la lucha contra el cambio climático.

Uno de los pods o módulos de OceanWell

Uno de los pods o módulos de OceanWell OceanWell Omicrono

El enfoque de OceanWell también pretende resolver el problema medioambiental más grave de la desalinización tradicional: la gestión de la salmuera. Las plantas costeras descargan un residuo hipersalino que, al ser más denso, se hunde y se acumula en el fondo marino. Esto provoca que el oxígeno en esa zona se agote, causando la muerte por asfixia de las plantas y animales que viven en esas zonas.

El sistema de OceanWell, sin embargo, libera este efluente salino en un entorno completamente diferente. A 400 metros de profundidad, la salmuera se dispersa en corrientes frías y potentes que la diluyen de forma casi instantánea, neutralizando su impacto.

"La tecnología de OceanWell ofrece un enfoque que prioriza el medio ambiente para la desalinización, utilizando el peso del océano para impulsar el proceso de ósmosis inversa", subraya David Pedersen, Gerente General de LVMWD.

A esto se suma el sistema de admisión de agua LifeSafe, diseñado para una protección máxima de la fauna marina. A diferencia de las grandes tuberías de succión de las plantas costeras, que provocan la muerte de millones de peces y larvas, los pods de OceanWell operan con una velocidad de admisión extremadamente baja.

Además, su ubicación en una profundidad donde la luz solar no penetra y la densidad de vida marina es mucho menor, minimiza drásticamente la interacción con los ecosistemas. Finalmente, la huella en tierra es mínima. En lugar de ocupar valiosos terrenos costeros con una gran instalación industrial, el sistema solo requiere una discreta tubería para llevar el agua dulce a la costa y una pequeña estación de bombeo para integrarla en la red de distribución.

El proyecto WF1 representa la primera implementación comercial de esta tecnología, escalando desde un exitoso programa piloto con un solo módulo que se probó en un embalse en marzo de 2025, a un despliegue masivo con docenas de unidades en el fondo del océano.

Actualmente, OceanWell y el consorcio de agencias implicadas en el proyecto ya está realizando un estudio de viabilidad para planificar la infraestructura terrestre necesaria y así poder integrar el agua dulce producida por WF1 en la red de suministro regional de California.