
NIU KQi 300X. Omicrono
Ni metro ni autobús: así me he movido por la ciudad con este patinete eléctrico de versátil suspensión hidráulica
Este modelo de Niu es un 'tanque' que se sabrá desenvolver en terrenos irregulares y en las ciudades más exigentes.
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La explosión vivida en España en torno a los patinetes eléctricos sigue vigente incluso años después de su llegada. Siguen llegando nuevos modelos de firmas como Segway, con dispositivos que destacan ya sea por su brutal movilidad o por su robustez inaudita. En un mercado lleno de opciones, incluyendo algunos estúpidamente ligeros, como el KQi Air lanzado hace ya un año. Volvemos a subirnos a uno, en este caso un modelo de NIU que presume de una suspensión delantera ultrafiable y de una construcción sin igual.
Hablamos del NIU KQi 300X , uno de los últimos patinetes de la compañía NIU lanzados hace escasos meses en España. Estamos ante un patinete rematado con materiales premium, capaz de moverse por prácticamente cualquier superficie y que entre sus bondades integra una nueva suspensión hidráulica de doble tubo, que consigue una conducción mucho más suave incluso en terrenos irregulares.
Un patinete que si bien tiene un precio normal de 799 euros, lo hemos llegado a ver por debajo de la franja de los 700 euros en España. Ha sido nuestro medio de transporte en este tiempo, haciéndonos prescindir de las motos y de incluso el transporte público, gracias de nuevo a su suspensión todoterreno. La cuestión es: ¿realmente es todoterreno? ¿Ha podido sustituir todos mis sistemas de transporte habituales?
Como siempre, un acabado espectacular
Uno de los aspectos más importantes, sino el que más, de los patinetes eléctricos a mi parecer es el de la construcción. Las especificaciones, el hardware puro y duro y las las especificaciones técnicas son muy útiles, pero no sirven de nada si el cuerpo del patinete no es capaz de soportarlas, ni a estas características ni el terreno que le rodea. Especialmente hablando de un patinete de alto rango, que supera la barrera de los 600 euros en España. Y sí, ha dado la talla con creces.
NIU es sinónimo de calidad en este sentido, y no defrauda con el KQi 300X. Este es un patinete robusto, perfectamente confeccionado con materiales de alta calidad y que sobre todo se siente muy bien a la hora de conducirlo. No hay prácticamente nada en su contra en este apartado. Los materiales elegidos, el remate del soporte para el usuario, los frenos... cada mínimo aspecto de este patinete se ha pensado y repensado para estar a la altura de la carretera, y es algo que agradezco sobremanera.

NIU KQi 300X. Omicrono
Esta idea se ve traducida de inmediato en la conducción. Desde el momento en el que pisamos la calle con el patinete notamos esto. El patinete ni se inmuta ante el peso de la persona, y los materiales de construcción tan bien escogidos en componentes como el manillar se sienten muy rápido. Si encima cogemos el patinete para sortear unas escaleras o para pasar por encima de bordillos, nos daremos rápidamente cuenta de que otra cosa no, pero este patinete es un tanque preparado para cualquier cosa.
Sin embargo, esto tiene una contrapartida que algunos lo verán como una ventaja. No es ni mucho menos el patinete más grande del mercado, pero sí que tiene unas dimensiones algo más amplias de lo habitual. Por ejemplo, la tabla es un 13% más ancha, las ruedas un 30% más gruesas y los manillares son un 25% más anchos. NIU ha aprovechado todo ese espacio extra para añadir, por ejemplo, un sistema de frenado triple y el sistema de suspensión hidráulica, pero a cambio ha hecho que este KQi 300X no sea idóneo para personas de baja altura o pequeñas proporciones.

NIU KQi 300X. Omicrono
En mi caso concreto se ha ajustado bien, y agradezco el tener un tamaño mayor para tener más hardware. Si el espacio es el limitante en este sentido, que este deje de serlo, es un beneficio. Pero esto puede ser un impedimento si tenemos que vernos cargando más de la cuenta con el patinete. Si nuestra zona está llena de escaleras, baches insalvables u obstáculos similares, el patinete sí que se hará algo pesado en ciertas ocasiones. La entrada de mi casa, sin ir más lejos, está coronada por unos pequeños escalones y me he visto obligado en más de una ocasión a tener que elevar a pulso el patinete, por lo que es algo a tener en cuenta.
¿Realmente es un 'tanque'?
Si revisamos las características técnicas del patinete, entenderemos muy fácilmente no solo el precio, sino al público al que va dirigido. Tratamos con un modelo con una autonomía de 60 kilómetros máximos, con una velocidad máxima permitida por ley de 25 kilómetros por hora y unas ruedas de 10,5 pulgadas, que rematan un conjunto protegido con resistencia al agua IP55. La batería, de 608 Wh, se carga en 6 horas para ofrecer energía a un motor que otorga una potencia máxima de 1.000 W.

NIU KQi 300X. Omicrono
Entre sus detalles físicos tenemos el habitual set de lces reglamentarias con faro delantero, intermitentes, luces traseras brillantes y reflectores laterales. NIU habla de unas proporciones XL para su tabla, que integra 164,5 milímetros de ancho y que se sustenta sobre dos ruedas con neumáticos de 10,5 pulgadas y que tienen 2,5 pulgadas de ancho. De hecho, estos neumáticos no tienen cámara, y son autorreparables.
Sin embargo, el aspecto más positivo y que se nota nada más sacar el NIU KQi 300X a la calle está en la suspensión hidráulica, compuesta por un doble tubo de aluminio de grado aeroespacial y que tiene un recorrido de 45 milímetros. La idea es sencilla sobre el papel; absorber los impactos de las carreteras irregulares, mejorando el manejo y la suavidad al conducir. Se minimizan los baches y las vibraciones, y por ende, se mejora tanto la seguridad como la durabilidad del propio patinete.
¿Se nota, es funcional? Lo cierto es que sí. Mi zona no es la más cuidada de toda Andalucía, y más de una vez me he visto en la tesitura de tener que correr por una zona con un asfalto poco amigable. No he notado ni un solo bache en mis pruebas, ni una sola trepidación importante. La suspensión hace su trabajo de forma espectacular, y consigue que me olvide de la carretera y de sus entresijos. Una característica que podría caer en el típico marketing barato pero que realmente cumple una función y soluciona un problema real.
A esto debemos de sumarle unos frenos de disco de acción, tanto delanteros como traseros, que funcionan casi demasiado bien. El frenado es seco, pero eficiente, y con la fuerza adecuada, es posible controlarlo de forma más o menos sencilla con el freno del manillar. Funcionan incluso en las cuestas y pendientes del 25% que por supuesto hemos recorrido con este patinete. Tampoco se ha inmutado; el NIU KQi 300X ha podido demostrar altas capacidades hasta en cuestas realmente pronunciadas.

NIU KQi 300X. Omicrono
Tan buena es la experiencia de conducción que solo nos hemos encontrado con un par de hechos que bien se podrían haber mejorado. Para empezar, no nos ha entusiasmado el timbre izquierdo. El mecanismo no nos ha acabado de convencer, y hubiésemos preferido un método algo menos convencional, como un pito electrónico, por ejemplo. Además, la botonera derecha para controlar los intermitentes tampoco tiene una distribución agradable.
Esta botonera es heredera de otros modelos de NIU que integraban los botones de pito, encendido e intermitentes. El botón de encendido se ha movido a la pantalla (espectacular, por cierto) de control de velocidad central. El pito electrónico, también presente en estos modelos, ya no está. Por lo tanto, los botones de encendido y el pito siguen estando ahí físicamente, pero no son pulsables. Si a esto le añadimos que el control de velocidad eimita al acelerador de una moto, a veces es complicado manejar los intermitentes con esta distribución.
NIU lo compensa con una luz frontal excelente y un sistema de plegado igual de robusto que el resto de componentes del patinete. Hemos podido certificar además que esos 60 kilómetros de autonomía son reales, y que la batería de este patinete dura de sobra para todos los quehaceres que tengamos en el día a día. También nos ha gustado el puerto de carga, ubicado en el frontal de la tabla y que es fácilmente accesible.
Por último tenemos la ya clásica compatibilidad con app de smartphone que permite entre otras cosas controlar aspectos del patinete, ajustar alguno de sus cuatro modos de conducción, actualizar su firmware o bloquearlo. Este añadido es interesante y aporta un plus a la experiencia de uso del patinete, lo cual nos ha agradado sobremanera.
¿Me lo compro?
El NIU KQi 300X es un patinete especialmente diseñado para los que quieren moverse por la ciudad sin problema alguno. Quieren robustez, quieren correr por las ciudades sin que un mal asfalto o un terreno irregular les detenga. Es decir, es un producto para los más exigentes. Teniendo en cuenta que el dispositivo ya se puede encontrar en España en un rango entre los 670 y los 800 euros, esta se postula como una alternativa perfecta para este tipo de comprador.

NIU KQi 300X. Omicrono
Por supuesto, es un patinete que adolece en algunas cuestiones, como la ligereza a la hora de levantarlo o que no es especialmente pequeño. Sin embargo, lo compensa con una muy buena durabilidad y sobre todo con una suavidad en la conducción que mejora enormemente la experiencia. Es evidente que por este precio es una buena compra, pero lo es más si encima se ajusta a este tipo de comprador.