YouTube ha saltado a la fama en varias ocasiones, y no siempre por buenos motivos. En España ha sido criticada en varias ocasiones por permitir canales y vídeos que violaban claramente sus términos y condiciones de servicio, y en Estados Unidos ha sido acusada incluso de LGBTfobia y xenofobia. La última polémica ha estallado hace pocos días después de que la plataforma defendiera a un youtuber racista.

Una de las voces más conocidas del panorama ultraconservador estadounidense es Steve Crowder, propietario del canal de corte político Louder with Crowder, el cual ha protagonizado un viral suceso xenófobo. En uno de sus últimos vídeos, Crowder hacía mofa abierta contra los granjeros afroamericanos del país, después de ver un anuncio en el que se reivindicaba sus derechos.

Los comentarios, además de hacer mofa acerca de su color de piel, también incluyeron frases abiertamente racistas que deberían haber incumplido la política de odio que la plataforma estableció hace años. Ahora, YouTube ha salido a defender al propio Crowder.

YouTube defiende a Crowder

Después de la viralización del vídeo de Crowder, YouTube lo eliminó pero no por incitar al odio, sino citando sus políticas de desinformación de la COVID-19. Según la propia YouTube y tal y como recoge The Vergeel vídeo no incumple su política de incitación al odio, por lo que ese no fue el motivo de su borrado.

Así lo explicaba uno de los portavoces de YouTube al medio OneZero"nuestra política de incitación al odio prohíbe el contenido que promueve el odio contra grupos basados en su raza. Si bien el vídeo es ofensivo, este no infringe dicha política". Si leemos atentamente la política de marras, veremos que efectivamente, los comentarios de Crowder la infligen.

Steven Crowder en uno de sus vídeos. Steve Crowder YouTube

Uno de los argumentos en contra de este suceso que se han sucedido en las redes es que YouTube está aplicando las políticas que tiene en su haber y no las que querría aplicar. Esto no es cierto; la plataforma ya cambió esta política hace casi dos años, en 2019, especificando que prohibirían "los vídeos que alegan que un grupo es superior para justificar la discriminación, segregación o exclusión basada en cualidades".

Y hay más. Crowder ha estado en la mirilla de YouTube desde hace unos años después de haber alentado no sólo a estas ideas, sino a teorías conspirativas nacidas en el seno de la extrema derecha estadounidense. YouTube ya amenazó en su día que tomaría "medidas" si Crowder cometía más infracciones en su canal.

No sólo no lo ha hecho, sino que incumple el discurso que lanzó en el año 2019, advirtiendo que "los canales que sobrepasen repetidamente nuestras políticas de discurso serán suspendidos del programa de socios" (el famoso partner de YouTube que otorga monetización). Crowder recuperó este estado en su canal.

De nuevo, no es la primera vez que YouTube es el blanco de las críticas. La mano dura que los internautas han exigido a la plataforma de Google contra Crowder (y que se aplicó contra Donald Trump) la ha aplicado contra otros canales caracterizados por defender al colectivo LGBT. Tanto es así, que incluso el mismo colectivo, promovido por varios youtubers, tomó medidas contra la web.

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