Jan Erik Naley

Omicrono

El Tesla convertido en coche fúnebre, para irte en silencio

8 agosto, 2019 09:56

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El sector del automovilismo está viviendo una revolución gracias a los coches eléctricos, comandada por Tesla. Sus coches se encuentran entre los más deseados del momento, y no solo porque sean eléctricos, sino por su rendimiento y el estatus social que aportan.

En ese sentido, tal vez era inevitable que alguien se montase un coche fúnebre usando un Tesla. Al fin y al cabo, ya sabemos que los más fanáticos de la compañía no tienen reparos en modificar sus vehículos para adaptarse a sus necesidades.

Puede que Tesla sólo ofrezca una cantidad limitada de modelos, pero donde esté la imaginación y la inventiva de los aficionados, que se quite todo lo demás. Ya hemos visto muchas modificaciones interesante, pero pocas tan lúgubres como esta: un coche fúnebre.

Un Tesla convertido en coche fúnebre

Este Tesla modificado ha aparecido a la venta en la página noruega Finn, donde su propietario, el especialista Jan Erik Naley, lo vende por nada menos que 1.999.000 coronas suecas (más de 185.000 €). Teniendo en cuenta que está basado en un Tesla Model S, cuyos precios empiezan en los 87.800 €, nos daremos cuenta de que los cambios son más profundos de lo que aparenta.

Jan Erik Naley

Y es que detrás de este coche fúnebre hay mucho trabajo; recordemos que Tesla no vende el Model S con carrocería familiar, así que toda la parte trasera es nueva para acomodar el féretro. De hecho, la longitud del coche se ha extendido unos 80 centímetros, por lo que no ha sido tan simple como abrir el techo y poner una nueva cubierta.

Pero donde realmente se nota el trabajo es en el interior, que es mucho más lujoso que en el coche original, con un uso generoso de piel y madera, especialmente para el ataúd.

Jan Erik Naley

Su creador afirma a Electrek que este es ya el tercer Model S que modifica de esta manera, y es que aparentemente la demanda de coches fúnebres eléctricos es cada vez mayor. Para mucha gente, puede ser una manera apropiada de despedirse del mundo, con el silencio de un motor eléctrico en vez de los motores de combustión de los coches de lujo que suelen ser usados por las funerarias.