Ya se ha instalado en España el primer punto de carga ultrarrápida para coches eléctricos. Si bien hay ya en nuestro país puntos de carga de coches de esta índole, este punto es el primero capaz de usar la tecnología de carga ultrarrápida con potencia de 350 kW.

La encargada de instalar dicho punto ha sido la empresa Repsol situándose a la vanguardia en este proceso. El lugar de instalación ha sido cuánto menos peculiar: la localidad alavesa de Lopidana, un pueblo con 24 habitantes.

El primer punto de carga ultrarrápida para coches eléctricos de España

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Según informan en Motorpasión, el punto ya ha sido instalado aunque ahora mismo no está operativo y se inaugurará el día 1 de abril. Repsol no ha confirmado que vaya a instalar más puntos de esta clase, pero eso no quita que se haya adelantado a IONITY y Cepsa, que prometieron 100 puntos de este tipo de carga en España y Portugal para este año 2019.

El estándar del que hace uso este cargaor de 350 kW es el CSS, o el llamado estándar combinado europeo al que Tesla se tuvo que adaptar cuando llegó a Europa su Model 3. En cifras se podrá cargar un coche eléctrico por completo en tan sólo 6 minutos. Pero hay un gran problema; la tecnología.

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Ningún coche eléctrico actual puede asumir esa cantidad de carga, por lo que si conectas el tuyo a este punto no obtendrás toda la potencia que puede dar de sí. Un coche eléctrico con una batería de 100 kW podrá cargarse con estos puntos en unos 15 minutos, pero por ahora la tecnología para alcanzar esos 6 minutos aún está en fase de pruebas y no ha llegado aún al mercado. Los últimos modelos en llegar al mercado tienen cargas que aún oscilan entre los 70 y 150 kW.

Incluso Tesla que tiene una de las cargas ultrarrápidas que más atención está generando no es capaz de llegar a estos estándares. La potencia de sus nuevos Supercargadores V3 no llega a esos 350 kW y aunque no se ha desvelado aún se estima que oscilará entre los 200 y 250 kW.

De por sí la infraestructura de cargadores eléctricos en España no es especialmente grande, al menos en comparación con otros países miembros de la Unión Europea. Puede que por ahora no merezca la pena, pero en el día de mañana (si las promesas de ciertos fabricantes se cumplen) puede que los necesitemos. Todo depende de la popularidad que adquieran.