Ni Jefe Maestro, ni Cortana, ni Spartans ni leches: la aventura de un novato ODST se ha ganado ser el mejor Halo que ha pasado por nuestras manos.

La saga Halo, después de que fuese rechazada por Apple y adoptada por Microsoft, se ha convertido en uno de los estandartes de Xbox, la rama de videojuegos de la compañía liderada por Satya Nadella. Y, desde que el primer Halo salió en 2001 de la mano de la desterrada Bungie, la franquicia ha visto la llegada de 13 videojuegos para todos los gustos. Eso sin contar con los libros, las series y la música que ha conseguido crear el mundo de Halo.

Sin embargo, y a pesar de que nos encontremos a nuestra amiga la nostalgia que distorsiona nuestro punto de vista, Halo 3: ODST ha demostrado ser el mejor Halo que nos ha dejado la franquicia. Y sí, vengo cargado de motivos para realizar tal afirmación.

Por descontado, el siguiente artículo tiene spoilers de Halo 3: ODST, y de Halo 2 – Halo 3 en menor medida.

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Antes de empezar pongámonos en situación. Halo 3: ODST sale como intermedio entre Halo 3 y Halo: Reach, situándose en el marco de los eventos de Halo 2. Esto quiere decir que la flota del Covenant, una unión de razas alienígenas bastante variopinta, llega a la Tierra y se sitúa sobre Nueva Mombasa -una evolución ficticia de Mombasa, Kenia-, empezando a invadir la ciudad.

Ante este panorama la UNSC, un ejército unificado nacido de las Naciones Unidas, trata de detener la invasión desplegando a sus Marines y a sus “fuerzas especiales” en la ciudad. Esas fuerzas especiales son los ODST, soldados procedentes de otras fuerzas especiales que son lanzados en cápsulas desde la órbita al campo de batalla. Y aquí es donde entras tú.

Porque dejamos de ser un soldado invencible

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Halo 3: ODST se atreve a dejar de lado el concepto de soldado invencible para convertirnos en alguien más humano.

Hasta ese momento los Halo se caracterizaban por controlar al Jefe Maestro: un supersoldado Spartan que impone temor a los enemigos nada más lo ven aparecer, y que es capaz de cargarse ejércitos sin la ayuda de nadie. Sin embargo, en Halo 3: ODST no somos más que un soldado más, perdido en una ciudad arrasada por el enemigo.

El juego comienza en el momento en el que saltamos en nuestra cápsula para atacar el supertransporte del enemigo, pero algo sale mal y terminas inconsciente en tu cápsula. Cuando te despiertas estás en medio de los rascacielos, ya ha caído la noche y no tienes ni idea sobre donde puede estar el resto de tu equipo.

Halo 3: ODST se atreve a dejar de lado el concepto de soldado invencible para convertirnos en alguien más humano, en un soldado perdido que tiene que encontrar respuestas mientras se esconde de la invasión que asola la ciudad. Y cada miembro del equipo tiene una personalidad, unos fuertes y débiles que lo hacen más humano, que lo alejan de ese estereotipo que tienen los Spartan encima.

Porque Nueva Mombasa es el escenario perfecto

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La atmósfera hace que pongamos mil ojos en lo que tenemos alrededor, nada de agarrar el fusil y correr como pollo sin cabeza.

Además, la ciudad no para de hacernos recordar lo vulnerables que somos: empezamos en plena noche mientras nos cubre una llovizna constante, una oscuridad que cuesta combatir con la visión nocturna del casco y patrullas enemigas que nos encontramos en cada calle y cada intersección. Todo para encontrar las balizas que han ido dejando nuestros compañeros de escuadrón, para saber qué diablos ha pasado con nuestro equipo.

Nueva Mombasa no deja de ser una ciudad evacuada a la fuerza ante la amenaza recién llegada, una ciudad en el que hay que combatir por ganar cada calle, cada edificio y cada punto estratégico. La incorporación de elementos como la pistola y el subfusil como el silenciador para pasar inadvertidos, o el modo de combatir cuerpo a cuerpo dentro de los edificios y en las calles, son elementos que no habíamos visto en Halo hasta ese momento.

En otras palabras, la atmósfera busca crear ansiedad y hacer que pongamos mil ojos en lo que tenemos alrededor. Nada de agarrar el fusil y correr por las calles como pollo sin cabeza, soldado aficionado a Call of Duty. El no pensar dos veces cómo acabar con el Brute que está a la vuelta de la esquina puede hacerte morder el polvo, por no hablar de la falta de munición y de la posibilidad -muy real, experiencia propia- de perderte en la ciudad.

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Pero no todo está en nuestro personaje, porque la Inteligencia Artificial que lleva la ciudad juega un papel fundamental en una historia paralela. A lo largo y ancho de la ciudad nos encontramos terminales con la historia de Sadie, una chica que se encuentra en la ciudad cuando el Covenant empezó a arrasar con lo que se encontraba. Al encontrar los terminales mientras jugamos averiguamos su historia, y descubrimos mucho más sobre lo que ha ocurrido durante la invasión. Lo único que podemos reprocharle es que Virgil, la IA, no sea más maja con nosotros como soldados.

Porque la banda sonora es magistral

Y si no era suficiente con quedarnos tirados en la ciudad, con una atmósfera que nos hace estar pendientes hasta del más mínimo susurro, la música también acompaña a todas estas sensaciones. El sonido de la lluvia junto a la oscuridad, una música suave que te mantiene en tensión, firmada por el mismo compositor que ha compuesto la música de los primeros Halo y de Destiny. Y para qué hablar más cuando podéis escucharla vosotros mismos.

Porque fue uno de los últimos regalos de Bungie

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Como muchos sabréis, Bungie y Microsoft decidieron tomar caminos distintos después de Halo: Reach. Mientras que Microsoft creó 343 Industries con figuras de Bungie para seguir con Halo, Bungie lanzó junto a Activision lo que hoy conocemos como Destiny. Esto quiere decir que desde el primer Halo hasta Halo: Reach han sido cosa de Bungie, mientras que Halo 4 y Halo 5 han sido creación de este “nuevo” estudio de videojuegos.

Esto quiere decir que Halo 3: ODST fue uno de los últimos Halo que nos dió el estudio de videojuegos estadounidense, y su influencia se nota: desde la historia hasta la banda sonora, pasando por detalles como los terminales de Sadie o la IA que gobierna la ciudad. Este punto es entrar por completo en el efecto nostalgia de Bungie y su época de Halo, pero son muchos los fans que consideran Halo 3: ODST como una de las grandes creaciones del estudio.

Cómo puedes disfrutar del mejor Halo

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Si no lo habéis jugado todavía y queréis probarlo, o habéis leído esto y os han dado ganas de jugarlo de nuevo, podéis hacerlo de dos maneras:

• En Xbox 360 podéis recurrir a la versión original. Si no la tenéis, podéis encontrarla en la tienda de Xbox por 15€.

• En Xbox One existe una versión remasterizada con mejores gráficos por 4.99€. Lo malo es que es un DLC de la Master Chief Collection, la cual cuesta 30€ en Amazon.