El futuro es ahora. Parece que ese es el mensaje que manda el proyecto de coches autónomos de Uber.

Era bien sabido que Uber estaba trabajando en los sistemas necesarios para crear coches autónomos o modificar coches normales para añadirles estas características, pero la verdad es que es un proyecto que se ha llevado con mucho secretismo comparado con, pongamos, Google.

Irónicamente, parece que pese a no montar tanta fanfarria Uber va a conseguir una aplicación real para su flota de vehículos autónomos mucho antes que Google, después del anuncio de que a finales de este mismo mes los primeros coches autónomos empezarán a recoger pasajeros.

Los coches autónomos de Uber son los sustitutos de los conductores

Todo forma parte de un periodo de prueba inicial, con el que los ingenieros de la compañía quieren obtener datos de uso real que les resulten más útiles que las pruebas que han realizado hasta ahora. La prueba se reducirá únicamente a la ciudad de Pittsburgh en Pensilvania, y permitirá a los usuarios de Uber conseguir viajes gratis si aceptan hacerlos en un coche autónomo.

Uber soltará nada menos que 100 Volvo XC90 modificados con la tecnología necesaria para conducirse solos; ojo, eso no significa que los pasajeros vayan solos en el coche y su seguridad dependa de los sistemas automatizados, ya que en cada coche irá un ingeniero en el asiento del conductor, dispuesto a tomar el control del vehículo en cuanto vea que no responde de manera adecuada, y de un copiloto que tomará notas sobre cualquier incidencia.

Este es probablemente el proyecto relacionado con coches autónomos más ambicioso hasta ahora; una cosa es que estos vehículos vayan por las carreteras con vigilancia como hasta ahora, y otra muy diferente que puedan llevar a personas ajenas a la compañía.

Por qué Uber está tan interesada en los coches autónomos

Esto es una pista muy grande de que Uber no está muy a gusto con lo que tiene ahora. Ya no es sólo la polémica constante con los servicios de taxi de todo el mundo, es que últimamente la compañía también parece estar luchando contra sus propios conductores.

Uber no quiere bajo ningún concepto considerar a sus trabajadores como asalariados, y prefiere que sean autónomos; sin embargo, la demanda de los conductores en Connecticut el pasado mayo que terminó con un pago de varios millones de dólares puede ser la primera de muchas. Ante esto, seguro que Uber está mirando a un futuro en el que pueda olvidarse de los conductores.

Por eso hoy también se ha revelado que Uber ha comprado Otto, una startup especializada en camiones autónomos y que fue fundada por el creador del coche autónomo de Google.

Así que si quieres saber cuál será el futuro del coche autónomo, lo mejor es que dejes de fijarte en Google y lo hagas en Uber.