Moverse en realidad virtual suele suponer un problema que requiere espacio, pero un grupo de investigadores japoneses lo ha resuelto haciendo que caminemos en círculos.

Además de tener un ordenador que pueda con la realidad virtual, y de tener el dinero necesario para hacerse con el casco de realidad virtual, necesitamos mucho espacio (y alguien que organice los cables mientras jugamos) si queremos jugar en realidad virtual. Muchos juegos requieren que caminemos e interactuemos con diferentes objetos en un espacio, espacio que también tienes que dejar en la vida real si no quieres chocarte con los muebles de la habitación. Y un grupo de investigadores procedentes de Japón lo habrían resuelto haciendo dar vueltas en círculos al jugador.

Pasillos infinitos en poco espacio real

Este invento, como podéis ver en el vídeo que tenéis encima de estas líneas, consiste en un corredor infinito por el que caminamos pegados a una pared. Este sistema se combina con una estructura circular que el jugador recorre tocándola con la mano. El sistema engaña a nuestra percepción para, a pesar de estar dando vueltas en círculos, hacernos pensar que estamos caminando en línea recta. Además, el hueco entre los dos semicírculos permite que el usuario pueda dar giros a derecha e izquierda dentro del juego.

En teoría este sistema está preparado para que varios jugadores puedan jugar en la misma estructura, contando con algoritmos que evitan colisiones entre ellos, y el estar tocando una pared en todo momento ayuda a situarnos dentro del juego. En total el sistema ocupa 5 x 6 metros, y nos sirve para caminar de forma “infinita” dentro del videojuego.

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Estos investigadores ya están en contacto con diferentes compañías para implementar esta tecnología, teniendo esperanzas de ser aplicada en parques de atracciones o puestos fijos. También esperan que, en el futuro, no sea necesaria la presencia de una pared para engañar a nuestros sentidos.