Con esta mesa para jugar a Pong tendrás visitas garantizadas de tus amistades.

Es imposible que te diga cualquier cosa de Pong que no sepas ya. No en vano es uno de los videojuegos más antiguos; no el primer videojuego, pero sí que fue el primero que realmente se asentó en el subconsciente como “videojuego” y no como otra cosa.

Y lo mejor de todo es que, décadas después, Pong sigue siendo igual de adictivo que el primer día, con un multijugador perfecto ya que lo entiende cualquiera, incluso gente que no suele jugar. Así que contar con una copia de Pong en casa siempre viene bien, pero ¿y si quieres ir más allá?

La mesa para jugar a Pong definitiva

Esta mesa para jugar a Pong es la respuesta. No, no tiene ninguna pantalla, sino que todo funciona a base de mecanismos, y realmente movemos nuestras piezas para hacerlas chocar con la “pelota cuadrada”. Todos estos componentes descansan sobre una superficie de cristal, y son controlados usando imanes.

mesa pong 1

Todas las partes de la mesa están hechas a mano, aunque por lo que vemos lo más difícil sería implementar toda la electrónica necesaria para controlar las barras y calcular el movimiento de la pelota. Sin embargo, sus creadores aseguran que antes de empezar el proyecto no tenían conocimientos de electrónica, así que si nos ponemos no debería ser muy difícil.

mesa pong 2

La mejor manera de controlar Pong es con un mando analógico, y por lo tanto esta mesa tiene dos ruedas con las que podemos mover las barras de manera precisa. Estas órdenes llegan a una placa Arduino, que procesa la información y controla todo el juego. Unas luces LED de arcoiris completan el conjunto, además de los LED para la puntuación.

El encanto de Pong está en su simplicidad, y por eso sería una decisión errónea centrarse en complicar el juego con controles o características añadidas. Por eso esta mesa para jugar a Pong captura tan bien el encanto del original aunque sus creadores no tienen nada que ver con Atari.