A pesar de que la sociedad actual lo crea ciegamente, la ciencia es clara: Ser vegetariano es imposible, al menos técnicamente hablando.

Vale, antes de que vengáis con hazas y antorchas contra este portal web, repasemos algunos conceptos: Las plantas son la base de la cadena trófica (o cadena alimentaria); las plantas son las más listas del lugar, pues gracias a su método de fotosíntesis convierten agua y dióxido de carbono en glucosa (alimentos) para vivir. Los animales no somos tan listos, y necesitamos comer o bien otros animales o bien plantas solas o acompañadas.

Esa es la teoría. Sin embargo, lo que no está claro en la cultura popular es que las plantas también comen animales, como bien indica el profesor Andrew F. Smith en su nuevo libro “Una crítica a la defensa moral del vegetarianismo“. Smith en su libro nombra la “transitividad” del comer, o lo que es lo mismo, ser vegetariano es imposible porque al comer plantas, también comemos a otros animales.

La transitividad del comer, o por qué ser vegetariano es imposible científicamente

fotosintesis

Para que nos entendamos, una propiedad transitiva viene a significar que si un primer elemento se relaciona con un segundo elemento, y este segundo elemento se relaciona a su vez con un tercer elemento; por lógica el primer elemento y el tercer elemento también tienen relación.

Si aplicamos esto al mundo vegetariano y la típica frase “somos lo que comemos”, tenemos un problema técnico: Si comemos plantas, y las plantas a su vez se alimentan de nutrientes del suelo compuestos de restos de otras plantas y de animales, esto implica que técnicamente también estamos comiendo los animales que han nutrido a dichas plantas.

Vale, bien es cierto que el término “comer” no es el adecuado para describir lo que hacen las plantas con los animales. No, las plantas no “comen” animales bajo el concepto que tenemos de esa palabra, ni los mastican ni los engullen. Por otro lado, las plantas solo absorben nutrientes inorgánicos del suelo (nitrógeno, potasio, fósforo…) que pueden ser de animales o no. Son solo minerales y no están vivos.

Pero, ¿significa eso que las plantas no consumen animales? No, es evidente que los consumen. Consumen los minerales residuales de los animales que, a pesar de ser inorgánicos y no estar vivos, sí son parte de los animales (o lo fueron) y les facilitaron la vida. De hecho, si un ser humano pierde tan solo un poco de potasio o un poco de sodio de su sangre, os aseguro que puede causarse muchos problemas y enfermedades. Y en casos extremos, un desequilibrio mineral puede concluir en la muerte. Por tanto, los minerales de los animales son importantes, y no dejan de ser parte de ellos por “no estar vivos”.

Las razones para ser vegetariano, según los actuales vegetarianos

contaminacion

Por otro lado, veamos qué razones esgrimen los vegetarianos para decantarse por evitar el consumo animal y basarse solo en las plantas.

Uno de los más nombrados es la sensibilidad hacia los animales, la cual demuestran absteniéndose de comer ningún tipo de animal. Esta razón personalmente me parece escueta, pues igualmente se puede tener sensibilidad a los animales pero también necesidad de sobrevivir en la cadena alimentaria; por otro lado, los estudios afirman que las plantas no carecen de sensibilidad, sino al contrario. De hecho, son muy conscientes y sensibles de su entorno, incluso los estudios indican que poseen un sistema de procesamiento hormoral similar a las neuronas de los animales.

Otro de los argumentos esgrimidos para ser vegetariano es el respeto para el medio ambiente. Algunos estudios afirman que esto es cierto, pero el estudio más reciente del que tenemos constancia, publicado en Environment Systems and Decisions, nos indica que en el conjunto de gasto energético, gasto hídrico y las emisiones de gases contaminantes, una dieta vegetariana llega a triplicar los gases de efecto invernadero.

Os sorprenderíais mucho de la tremenda cantidad de agua que se necesita para cultivar una única almendra.

Los problemas de ser vegetariano, según la ciencia

nutrientes

Finalmente, tenemos la mayor razón científica contra la decisión de ser vegetariano: Los problemas de salud.

En primer lugar, ser vegetariano estricto implica carecer de algunos nutrientes, o bien tener mayores complicaciones para conseguirlos: Vitaminas D o B12, hierro, yodo, calcio, zinc, diversos tipos de proteínas (aunque muchos pueden obtenerse de forma vegetal, algunos son imposibles)… Gran parte de estos nutrientes pueden encontrarse en alimentos vegetarianos, bien porque los busquemos a proposito para no acabar en una carencia de ellos, o bien porque tomemos alimentos reforzados previamente con dichos nutrientes.

En algunas ocasiones, lo que sucede es que algunos vegetarianos estrictos necesitan incluso recurrir a suplementos, pero esto cada vez es menos necesario gracias a la suplementación directa que llevan muchos de los actuales alimentos.

Por otro lado, un estudio reciente añadió un nuevo “problema” a esta forma de alimentación: Ser vegetariano podría reducir la calidad del semen. Según dicho estudio, la razón causal estaría en el exceso de consumo de soja junto a la falta de algunas vitaminas determinadas.

Finalmente es necesario dejar algo claro: Decidir llevar a cabo un tipo de alimentación u otra es algo muy personal. Los estudios tan solo contestan a las dudas o mitos que han surgido durante muchos años alrededor de la alimentación vegetariana. Podemos querer llevarla a cabo a pesar de todo el conocimiento anteriormente mencionado, pero siempre debe ser respetable.