En una de las situaciones más irónicas que se nos ocurren, 1984 de George Orwell puede meternos en demandas por derechos de autor si usamos el número en un diseño.

Le ha pasado al crítico de cine Josh Hadley, que tiene una web en la que vendía camisetas de diseño propio sin demasiado éxito.

Pese a eso, el diseño de una de estas camisetas le provocó problemas en forma de un correo electrónico amenazante proveniente de los propietarios de los derechos de autor de George Orwell, el famoso escritor más conocido por su obra maestra, 1984, en la que retrataba un futuro distópico en el que la sociedad vive constantemente vigilada y controlada por una élite.

1984 de George Orwell nos advirtió del Gran Hermano que nos vigila

1984

Aunque Orwell murió en 1950, el concepto del Gran Hermano está más de actualidad que nunca, con gobiernos y empresas registrando la actividad de ciudadanos y usuarios con la excusa de protegerles ante el terrorismo o de mejorar sus vidas, respectivamente. Otro sector muy dado a la vigilancia es el de los derechos de autor; las organizaciones están constantemente rastreando a los internautas en busca de posibles violaciones, y no dudan en sacar a los abogados para escarmentar a los que no hacen caso de sus advertencias.

1984

Tal vez por eso es chocante que Orwell State, la organización encargada de los derechos de autor relacionados con George Orwell, esté siguiendo exactamente los mismos pasos. El diseño de Josh Hadley no tenía ninguna cita sacada de sus libros ni usaba ningún gráfico relacionado. No, lo único que tenía era el número “1984” y las palabras “is already here”, es decir, “1984 ya está aquí”. Seguro que has visto alguna frase similar en muchos sitios, pero por algún motivo para Orwell State el diseño infringía su propiedad intelectual.

Hay que dejar claro que la cita no aparece en el libro de Orwell, por lo que parece que para Orwell State poner el número “1984” en una camiseta supone una vulneración de sus derechos de autor. Algo surrealista, y seguro que si llegase a juicio no serían capaces de convencer a ningún juez (los títulos de libros quedan libres de este tipo de demandas); pero la mayoría de la gente no quiere meterse en problemas por algo así, y eso lo aprovechan estas organizaciones para acabar con material que no les gusta, abusando el sistema. Por el momento, Josh Hadley ha quitado los diseños de su web, pero asegura que los recuperará para su nueva tienda.

Fuente | TorrentFreak