Si alguna vez has jugado a un videojuego, aunque sea una partida rápida, se lo tienes que agradecer a un hombre, Ralph Henry Baer. El llamado “creador de los videojuegos” jugó un papel fundamental en los 60 y 70 para establecer un nuevo medio que permitía a los creadores y artistas idear nuevas obras que pedían interacción al usuario; una evolución de los juegos físicos clásicos nacida gracias a la miniaturización de la electrónica y al desarrollo de la informática.

Pionero de los videojuegos

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Ralph H. Baer no fue el creador del primer videojuego (un mérito que aún hoy en día está por aclarar pero que probablemente date de finales de los 40), pero si que fue el creador de la primera consola de la Historia, la Magnavox Odyssey, patentada en 1970 y lanzada en 1972. La idea de un pequeño ordenador que cualquier familia pudiese tener en el salón de casa era absolutamente revolucionaria teniendo en cuenta las dificultades para conseguir la suficiente potencia en un espacio reducido. Con el mote de “la caja marrón” por la construcción de madera del prototipo que se conservó como embellecimiento en la versión final, pronto quedó claro que la Odyssey había marcado el camino a seguir por toda una miríada de competidores.

Era el punto cumbre de una vida difícil, tan difícil como puede ser una vida que en sus primeros años implica huir de la Alemania nazi y luego ser llamado a filas para luchar contra su país natal. Después de trabajar en la industria textil descubrió la reparación de radios y televisión, descubriendo lo que era posible con la electrónica. Con esos conocimientos no solo creó la Odyssey, sino también todo tipo de accesorios como pistolas de luz. Es probable que hayas jugado a su otra gran creación, Simon, el famoso juego de memoria.

Ralph H. Baer ha muerto con 92 años y siendo reconocido como uno de los inventores mas influyentes del siglo XX.

Fuente | Gamasutra