El género de la ciencia ficción está compuesto de todo tipo de tópicos que no son posibles en la realidad pero que permiten hacer buen cine. Por ejemplo, todo el mundo sabe que en la vida real las explosiones en el espacio no son tan espectaculares ni ruidosas como en las películas, pero sería difícil contar una batalla épica en silencio y sin fogonazos y conseguir que la audiencia no se duerma. La saga Star Wars abrazó este tipo de “errores” científicos en nombre de la espectacularidad, como los disparos de rayos láser visibles.

Del cine al laboratorio

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Seguro que habéis visto alguna escena parecida alguna vez: dos bandos se enfrentan disparándose con armas láser y los rayos van de un lado a otro, de colores diferentes para que sepamos a quién pertenecen; en realidad como los rayos láser van a la velocidad de la luz sería imposible verlos, ni mucho menos esquivarlos como hacen los protagonistas a veces. Así que un testigo solo vería dos grupos de personas apuntándose y de vez en cuando alguna caería sin razón aparente, algo anticlimático como mínimo. Afortunadamente ahora un equipo de la Universidad de Varsovia ha conseguido mostrarnos cómo sería un rayo láser del universo de Star Wars en la realidad, aunque para ello tuvieron que crear un láser compacto de alta potencia que generaba pulsos ultra-cortos de unos 10 teravatios de potencia.

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Este tipo de pulsos solo duran unos pocos femtosegundos (la milbillonésima parte de un segundo), y por lo tanto no son visibles, pero lo importante en este caso son las consecuencias que producen por su camino. Al tener tanta energía, el láser es capaz de ionizar los átomos del aire formando un plasma brillante allá por donde pasa; el logro de los científicos fue concentrar el rayo láser lo suficiente como para que no se dispersase inmediatamente en el aire, produciendo una cola de plasma visible. Aunque la luz del láser pertenece al rango de los infrarrojos, al chocar contra el plasma se producen diferentes ondas que dan la impresión de ser de color blanco al ojo humano.

Por último, para capturar en vídeo estos “rayos láser” el equipo sincronizó una cámara especializada con el generador de pulsos, disparando diez veces por segundo; el resultado lo podéis ver en el vídeo. Ya falta menos para hacer Star Wars real.

Fuente | ICHF (pdf) | Gizmag