Al crowdfunding no le falta su ración de polémica, lo cual tal vez era de esperar teniendo en cuenta que estamos hablando de que en la mayoría de las ocasiones los usuarios pagan por algo que no existe, con la promesa de recibir un producto a la altura cuando este esté financiado. Esa es una de las razones por las que la mayor página de crowdfunding, Kickstarter, tenía implementados varios mecanismos para evitar fraudes y proyectos con mas “fe” que garantías de su éxito; unos mecanismos que su mayor rival, Indiegogo, no tenía.

Esto ha sido motivo constante de debate. Por una parte algunos grupos piensan que estos mecanismos van en contra de la propia filosofía del crowdfunding, y que de los usuarios se espera que sepan invertir su dinero; por otra parte hay quien asegura que Kickstarter tiene una responsabilidad para con los usuarios ya que los emprendedores usan su plataforma para publicitarse y llevar a cabo sus proyectos.

Menos reglas, mas crowdfunding

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Ahora Kickstarter ha decidido cambiar su política, y ya no obligará a pasar una revisión para publicar un proyecto que reúna dinero. En vez de eso cuando terminamos la configuración y estamos listos para publicar recibiremos un mensaje en el que se nos animará a pasar nuestro proyecto por el proceso de aprobación, pero podemos simplemente ignorarlo y salir al público.

Además, las reglas se han simplificado desde mil palabras hasta apenas 300. Estas reglas se simplifican en tres puntos que todos los proyectos tienen que seguir: deben crear algo para compartir con otros, deben ser honestos y presentados claramente, y no se pueden usar para caridad, ofrecer incentivos financieros ni tratar con productos prohibidos, que ahora son muchos menos que antes.

Así pues, Kickstarter es mucho mas abierto que antes, y es de esperar que empiecen a aparecer proyectos que antes tenían las puertas cerradas. ¿Es esto algo bueno? Es muy discutible y seguramente veremos buenas y malas consecuencias en las próximas semanas.

Fuente | Kickstarter