Los videojuegos y los políticos siguen perteneciendo a dos generaciones diferentes, muy desconectadas la una de la otra; si preguntamos a nuestros representantes, es poco probable que supieran decir algo mas que “Super Mario” o “Candy Crush”. En Suecia la cosa parece bien distinta, ya que con motivo de las elecciones de este año se celebrará un torneo de Starcraft II entre representantes de los partidos políticos, llamado Politikerstarcraft.

Videojuegos y política unidos

El Politikerstarcraft no decidirá quién gobernará durante los próximos cuatro años, y de hecho no servirá de mucho mas que para alimentar el ego de los ganadores, pero será una estampa curiosa ver a políticos luchando con marines espaciales en vez de con los habituales insultos y mentiras. La idea no es nueva, ya que en el 2010 también se celebró, fruto de la mente de Jonathan Rieder Lundkvist en aquel entonces miembro del Partido Pirata sueco; quería celebrar algún tipo de torneo amistoso entre las diferentes fuerzas políticas, y después de varios correos electrónicos se decidió echar unas partidas a videojuegos para dejar a un lado las diferencias.

starcraft2

Después del éxito de la primera edición, Lundkvist dejó el partido y se ha centrado en crear un evento mayor este año; los participantes siguen siendo en su mayoría miembros jóvenes o candidatos a puestos menores, aunque también hay algunos peces gordos como Björn Söder, el secretario del partido demócrata sueco.

La expectación es grande, sobre todo porque se ha intentado que las primeras rondas enfrenten a partidos completamente contrarios en ideología política; así, la derecha representada por los Demócratas Suecos luchará contra la izquierda de Vänsterpartiet, mientras que el Partido Pirata y el partido de centro se enfrentarán por las leyes de vigilancia. Lamentablemente no todos los partidos estarán representados, ya que el partido democristiano no ha encontrado a ningún miembro que pueda jugar.

Lundkvist asegura que estos enfrentamientos no serán un problema, ya que aunque tienen ideologías diferentes, los miembros se respetan lo suficiente entre sí como para no tirar de insultos a las primeras de cambio; tendrán que dar una buena imagen, ya que uno de los motivos de que se celebre este evento es para recordar a los votantes jóvenes que la política existe y que les debería interesar.

¿Os imagináis a Mariano Rajoy “gestionando” su base? ¿A la oposición aliándose y traicionándose entre ellos a las primeras de cambio? Sería un espectáculo digno de ver.

Fuente | DailyDot