Como ya sabéis, el mundo de los videojuegos es un sector en constante movimiento. Desde los 90, es una industria increíblemente rentable que cada vez tiene más incorporaciones. Esto significa que son más y más empresas a las que las grandes Microsoft, Sony y Nintendo tienen que hacer frente. Hace poco, Amazon confirmaba el desarrollo de su propia consola Android, que parece sumarse a Ouya y la Steam Box de Valve como principales alternativas de bajo coste.

Nueva generación, nueva elección

Mientras que Nintendo ya había lanzado WiiU en 2012 sin el éxito que esperaba, PS4 y Xbox One se peleaban por el liderato entre los gamers del mando clásico. Ambas ofrecen un hardware bastante más potente y un catálogo de grandes producciones más amplio que la consola de Nintendo, aunque por supuesto se enfocan a un público que busca cosas distintas (el eterno debate de los fans y haters de Nintendo…).

ps4

La cuestión es que las dos consolas se lanzarían antes de Navidades, prácticamente a la par y sin demasiado catálogo inicial. Sin embargo, PS4 ha vendido 5,3 millones de consolas, frente a los 3 millones de Xbox One. Nos preguntamos por qué:

Como siempre, cada año la tecnología orientada a los videojuegos va más allá (sólo hay que ver las Oculus Rift), y en junio del año pasado tuvimos la oportunidad de conocer en profundidad las nuevas consolas de Sony y Microsoft: PS4 y Xbox One, respectivamente. Las sensaciones que dejaron fueron estupendas; grandes exclusivos, mejores mandos y una tecnología brutal por parte de ambos bandos. Eso sí, después de la controversia generada alrededor de las políticas que Xbox One llevaría a cabo, PS4 parecía la clara vencedora de la batalla en el E3.

La respuesta de Microsoft

Después de la humillación los de Microsoft no se quedarían de brazos cruzados, y semanas después se retractarían sobre el préstamo de videojuegos y la necesidad de conectarse a Live al menos una vez al día, restricciones que todos veíamos perjudiciales e innecesarias. Por una vez, el público gritó y fue escuchado.

xbox one

A pesar de todo, ya sabéis como funcionan estas cosas. Desde un principio, PS4 no mostró interés -o al menos eso parecía- en cambiar la forma en la que jugaban sus usuarios. Si bien es cierto que incluía el online de pago en la nueva generación, no hacía cambios de importancia y sin ningún tipo de sentido como iban a ser, en mi opinión, los de Xbox (entended que los servidores online son cada vez más grandes y que la que era PSNetwork dejaba bastante que desear en comparación con el servicio Live de Xbox, que sí era de pago).

Errores que costaron caro a Xbox One

Y aunque bien es cierto que Microsoft reculaba, dejaba suponer lo que eran sus intenciones de desde un principio: controlar al usuario, cosa que por ejemplo a mi, usuario de Xbox 360, no me hizo ninguna gracia. Gran parte de los jugadores, entre los que me incluyo, atribuían estos intentos de cambio a una intensa lucha contra la piratería. Otros, sin embargo, no veían que estas medidas pudieran traer nada positivo a la industria y la propia empresa. Podemos decir que, en resumen, fue un motivo de descontento general.

Por ello, PS4 comenzó a venderse más que Xbox One antes de su lanzamiento.

A nivel de hardware no se ven apenas diferencias, aunque por ahora va ganando PS4, ya que ya son varios los juegos que corre a mayor resolución que Xbox One (Call of Duty: Ghosts, Assassins Creed4, Battlefield…), con una máxima de 1080p. Sin embargo, son pequeñas diferencias que los consumidores menos asiduos no van a notar.

Ambos mandos se han visto notablemente mejorados, y mientras que Xbox ha mantenido la fantástica ergonomía de su mando, ahora un poco más grande, PS4 ha mejorado el suyo. Ahora tiene un tacto más agradable e invita a jugar más tiempo. Eso sí, el recubrimiento de sus josticks es un poco endeble…

resolucion

La diferencia entre Orbis y Xbox OS, los sistemas operativos de PS4 y Xbox One, respectivamente, se nota un poco más, y esta vez creo que es Xbox One la que gana con su control por voz, parecido al Siri de Apple, y el Kinect 2.0, aparentemente bastante mejorado. La consola americana imita a la domótica y permite llamadas por Skype mientras se está jugando. Eso mola, ¿eh?

En PS4 puedes compartir tus partidas en línea mediante el nuevo botón Share por Twitch y Ustream, mientras que en Xbox One se pueden subir vídeos a la nube de SkyDrive, ya conocido por los usuarios de Windows.

Ambas tienen interfaces agradables, aunque la de Xbox nos recuerda muchísimo a Windows 8.

El catálogo inicial no ha sido lo más destacable, aunque por supuesto hemos visto buenos juegos. Killzone: Shadow Fall en PS4 y Ryse: Son of Rome, Dead Rising 3 o Forza Motorsport 5 como exclusivos para Xbox One (los dos últimos también para su antecesora). A pesar del poco catálogo exclusivo inicial de PS4, parece que los jugadores han hecho más caso al catálogo general, en el que se ven más o menos el mismo número de juegos. Además, Sony garantiza que hay ni más ni menos que 180 juegos en desarrollo para su consola, aunque estoy seguro de que Xbox One no se quedará atrás, como siempre.

¿Pero entonces…?

La mayor diferencia entre ambas consolas y la que probablemente esté haciendo que Sony vaya por delante es el precio. Mientras que Sony te vende su consola y un mando por 399€, Microsoft te encasqueta la Xbox One con el Kinect 2.0, dispositivo que no todos van a usar y por el que la mayor parte del público no está dispuesto a pagar los 100€ de más que cuesta la consola. 499€ que, a día de hoy, no son moco de pavo.

Además, el mal marketing que desarrolló Xbox One durante los meses anteriores a su salida y el cómo PS4 aprovechó para reirse de ella ha conseguido que se vea a la japonesa como mejor baza en muchos casos.

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Pero realmente, las diferencias entre ambas consolas no son ni mucho menos determinantes en el desarrollo de un videojuego, y esto no lo digo yo, sino la mayoría de los expertos. Desde aquí estamos seguros de que las dos nos proporcionarán juegos con los que pasar decenas de horas, y que la verdadera ganadora, si la hay, saldrá por el catálogo de exclusivos.

Y ahora queremos vuestra opinión; ¿añadiríais algún motivo más? Las ventas no han hecho más que comenzar, ¿qué creéis que será determinante en el futuro?