Ya hemos aprendido un poco sobre las razones del éxito de Flappy Bird, pero aún así sus resultados siguen sorprendiéndonos. Lo último que se ha sabido es que cada día que pasa su creador gana 50.000 dólares gracias a la publicidad incorporada en el juego, una cifra espectacular que deja claro su enorme éxito. Además, la app no baja de los primeros puestos de descargas tanto en Google Play como en la App Store, y se espera que ocurra lo mismo cuando llegue a Windows Phone.

Éxito incomprensible

Ni que decir tiene que mientras que lees este artículo decenas de desarrolladores están creando sus propias versiones de Flappy Bird, algunas de ellas meras copias para aprovecharse de la moda (de las cuales ya han salido unas cuantas), y otras que simplemente se inspirarán en su sencilla mecánica para darle una vuelta de tuerca que atraiga al mismo público. Sin embargo, es poco probable que el éxito de Flappy Bird pueda repetirse tan fácilmente.

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Eso es porque si algo ha demostrado Flappy Bird es que no sabemos lo que queremos. No es el primer juego sencillo con estética retro que aparece en el mercado, pero por circunstancias que nadie tiene claras ha terminado siendo el mas popular en muchos meses. No nos cabe duda de que en los próximos meses el mercado se llenará de juegos absurdamente difíciles, con estética similar y seguramente protagonizados por un pájaro, pero ninguno de ellos triunfará. La cosa seguirá así hasta que llegue la siguiente moda impredecible.