Desde que Steve Ballmer anunció que no continuaría liderando Microsoft, la compañía ha pasado unos meses frenéticos en busca de un nuevo CEO que les llevase a una nueva era en la que ya no sirven las mismas políticas que en las últimas décadas. Se han considerado muchos nombres, y se han rumoreado incluso mas; desde Alan Mulally de Ford hasta un hombre de la casa como Stephen Elop.

Elop no lo consigue

De hecho, Elop era la opción mas probable cuando se inició el proceso, gracias al trabajo como “topo” de Nokia que acabó con la compra de la compañía finlandesa; pero desde entonces su estrella se ha ido apagando, sobre todo después de unas polémicas declaraciones en las que planteaba cómo sería “su” Microsoft.

Un hombre de la compañía, para lo bueno y lo malo

En vez de confiar en esta visión radical, Microsoft finalmente ha decidido poner su futuro en manos de Satya Nadella, también alguien proveniente de dentro de la compañía, que sabe exactamente cómo es su estructura y qué es lo que está fallando. En particular, Nadella era hasta ahora el jefe de la sección de la Nube y de empresas, un claro indicativo de qué es lo mas importante para Microsoft en estos momentos.

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Sin embargo, este conocimiento de Microsoft por dentro también puede jugar en su contra, y no estar dispuesto a realizar tantos cambios como sí haría alguien de fuera. En este sentido, algunos analistas ven el nombramiento de Nadella como un tiempo muerto, en el que pueden seguir manteniéndose como hasta ahora hasta que encuentren a alguien que revolucione la compañía.

Sea como fuere, lo que no parece que vaya a cambiar es la dirección actual de la compañía, centrándose en los dispositivos (Xbox One y Windows Phone con Nokia) y en los servicios en la nube. Una “nueva Microsoft” que se parece mucho a la que conocemos.