Historias curiosas hay en todas partes. Y el hecho de tener Internet está haciendo que cada vez sepamos y tengamos conocimientos de más cosas. Incluso, podríamos decir que apuntarnos a algún tipo de curso que nos permita aprender a programar, aunque no tengamos una casa en la que vivir, será algo que nos vendrá muy bien. Algo parecido a lo que le ha pasado a Leo, el protagonista de esta entrada.

Leo era una persona con un puesto de trabajo bastante importante. Vivía en una urbanización de lujo. Sin embargo, tras ser despedido y tener algunos problemas, de repente se vió en la calle. Su día a día, lamentablemente, ya lo conocemos. Ir de una zona a otra, sin hogar, y con el único objetivo de sobrevivir día a día.

Sin embargo, lo que él no sabía era que se estaba cruzando en la vida de Patrick McConlogue, un escritor de Medium que le propuso una idea bastante interesante. Un día, al cruzarse de nuevo con él, le dijo que le iba a dar 100 Dólares para que los gastara como quisiera, tres libros de JavaScript, un ordenador portátil, y una hora de aprendizaje diaria, durante ocho semanas.

Leo

El objetivo no era otro que el de dar una segunda oportunidad a Leo. Una oportunidad de conocimiento que, simplemente, le permitiría desarrollar aplicaciones informáticas y, por supuesto, la posibilidad de ganarse la vida de una forma completamente diferente a lo qeu había visto hasta entonces.

Las buenas noticias no han parado de llegarle. Hace unas semanas, visitaba las instalaciones de Google, donde le están permitiendo cargar su ordenador portátil. A ello tenemos que añadir que Leo está a punto de publicar una aplicación para smartphones.

El protagonista ya ha afirmado que esta nueva oportunidad es una muy buena noticia que, de nuevo, le ha ayudado a ser feliz. “No necesito un millón de dólares para estar feliz“, ha afirmado. El proyecto sigue hacia adelante, por lo que Leo está trabajando todo lo posible, no sólo con el fin de finalizar el programa, sino también con el objetivo de que otras personas sin hogar tomen el mismo ejemplo.

Sin duda, aunque este caso sea una pequeña excepción, debemos de darnos cuenta de lo que las nuevas tecnologías, la voluntad y un poquito de ayuda pueden ser muy útiles para aquellas personas que están en una situación de necesidad. Poco a poco, y gracias a la adquisición de nuevos conocimientos, la gente puede llegar a hacer cosas sorprendentes.

Vía | PSFK
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