Hubo un tiempo en el que Rapidshare era una de las web más usadas en todo Internet. Junto con otros servicios como Megaupload, se convirtió en la referencia de una generación de usuarios de la Red, gracias a la sencillez que ofrecía a la hora de compartir archivos. Por supuesto, esto conllevaba un uso mayormente “pirata”, pero en aquel momento poco importaba: las visitas se sucedían una tras otra y las suscripciones se pagaban religiosamente. Sin embargo, esto llamó la atención de la industria del contenido, y aquí es donde cambiaron las cosas.

Mientras que Megaupload caía gracias a prácticas como mínimo algo dudosas por parte de las fuerzas de la ley, Rapidshare veía con preocupación las posibilidades de que fuese la siguiente. De ahí que, antes de tener que cerrar y gastar todo el dinero obtenido en abogados, la compañía decidiese tomar el “camino legal”, y reformarse como compañía de almacenamiento en la nube. El problema es que desde entonces va en caída libre, despidiendo a un 75% de su plantilla.

Para quitarse en encima a las grandes asociaciones de derechos de autor, Rapidshare implementó varios sistemas para detectar rápidamente contenido ajeno y borrarlo de sus servidores. Pero seguramente la mayor razón de la caída sea que no ha avanzado en otros aspectos. Rapidshare ha pasado de ser un servicio para compartir archivos a otro de almacenamiento en la nube, donde la competencia es demasiado feroz como para tomársela a broma. Para colmo de males, este cambio no ha servido para quitarse de encima las demandas de la industria del contenido.

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Por eso ahora Rapidshare se ha rediseñado y mejorado su oferta de servicios, en una campaña que ha definido como “un nuevo futuro” para la compañía. Entre las mejoras está una cuenta gratuita de 10GB, otra de 300 GB por 8.21€ al mes y otra de 700 GB por 16.43€ al mes. Si serán suficiente para atraer a los usuarios perdidos solo el tiempo lo dirá. Lo que si es seguro es que, su otrora competidor Megaupload parece haber tomado el camino correcto. Su sucesor, MEGA, ya ha superado en tráfico a Rapidshare.

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MEGA y Rapidshare son dos ejemplos contrarios de cómo reaccionar ante las demandas de la industria. Uno cerró por obligación pero volvió asegurándose de mantener su nicho de usuarios con las salvaguardas necesarias para evitar volver a cometer los mismos errores. En cambio, Rapidshare le siguió el juego a los demandantes, y no solo no ha conseguido quitárselos de encima sino que está perdiendo usuarios constantemente.

Fuente | Rapidshare | Torrentfreak