Aviones T-12-B Aviocar Ejército del Aire
El Aviocar, el veterano avión que cimentó el prestigio del paracaidismo militar español, cumple 50 años
El 8 de octubre de 1975, en plena modernización de las Fuerzas Armadas y de su flota aérea, el 721 Escuadrón incorporó su primer T-12B Aviocar.
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La Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada (EMP-MP) acaba de conmemorar el 50º aniversario de la llegada de los primeros aviones T-12-B Aviocar, una aeronave de fabricación española que marcó un punto de inflexión en la historia y en la capacidad operativa del paracaidismo militar.
Medio siglo después, el Aviocar sigue siendo sinónimo de fiabilidad, versatilidad y servicio continuado a una de las especialidades más exigentes de las Fuerzas Armadas.
El 8 de octubre de 1975, en un contexto de profunda transformación de las Fuerzas Armadas españolas y de modernización de sus medios aéreos, se incorporó el primer T-12-B Aviocar al 721 Escuadrón de Fuerzas Aéreas. Antes de que concluyera ese mismo año, otras dos aeronaves se sumaron a la flota.
Con ellas, el escuadrón pasó a contar con tres T-2B Junkers, once T-3 Douglas y tres T-12-B Aviocar, reforzando de forma notable su capacidad para misiones de instrucción, adiestramiento y apoyo al paracaidismo.
Diseñado por CASA en los años setenta, el Aviocar representó un salto cualitativo para la industria aeronáutica española y una apuesta por dotar a las Fuerzas Armadas de medios propios, robustos y adaptados a sus necesidades.
Su llegada a la EMP-MP supuso un auténtico impulso operativo: sus características técnicas y su gran versatilidad permitieron ampliar el abanico de misiones, mejorar la eficiencia y elevar los niveles de seguridad en las operaciones aéreas.
Desde sus primeros años de servicio, el T-12-B destacó por su capacidad para realizar ascensos rápidos a mayor altura, su excelente comportamiento en vuelos nocturnos y su idoneidad para efectuar lanzamientos de personal y cargas en todas sus modalidades.
Paracaidistas preparándose para entrar en varios Aviocar. Ejército del Aire
Estas prestaciones resultaron esenciales para la instrucción paracaidista, ya que permitieron optimizar los tiempos de misión y aumentar el número de lanzamientos diarios, incrementando de forma significativa la operatividad global de la escuela.
El Aviocar también ha sido, y continúa siendo, una pieza clave en los entrenamientos de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo (PAPEA), al ofrecer una plataforma aérea estable y fiable para maniobras de alta precisión.
Además, su rendimiento y equipamiento facilitaron la formación de pilotos en vuelo instrumental, aportando una mayor fiabilidad y seguridad frente a aeronaves precedentes.
5 décadas en servicio
A lo largo de cinco décadas de servicio ininterrumpido, los T-12-B Aviocar de la EMP-MP han acumulado 105.726 horas de vuelo y han permitido realizar más de un millón de lanzamientos paracaidistas.
Estas cifras reflejan no solo la intensa actividad de la unidad, sino también el papel decisivo de esta aeronave en la formación de miles de paracaidistas militares y en el mantenimiento de los más altos estándares de preparación operativa.
Más allá de los números, el Aviocar se ha consolidado como una herramienta esencial para garantizar la continuidad y la calidad del adiestramiento paracaidista.
Su robustez, facilidad de mantenimiento y capacidad de adaptación a distintos perfiles de misión han permitido a la Escuela Militar de Paracaidismo mantener, durante medio siglo, una operatividad constante y eficaz.
En su 50º aniversario, la EMP-MP rinde homenaje al Aviocar, una aeronave que ha volado más allá de su función técnica para convertirse en símbolo de identidad y orgullo.
Durante cinco décadas, este avión ha sido mucho más que un medio aéreo: ha representado un pilar sobre el que se ha forjado el prestigio del paracaidismo militar español.