Bombardero B-52 de EEUU en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) USAF
Bombarderos B-52 de EEUU llegan a la base de Morón para incrementar sus capacidades de combate en el Ártico
Las aeronaves participarán en un adiestramiento en el norte y este de Europa junto a unidades de Suecia, Finlandia y Lituania.
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Aviones B-52 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) han aterrizado en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) para participar en un ejercicio en el norte de Europa. Las aeronaves arribaron a la base sevillana el pasado sábado 8 de noviembre procedentes de Barksdale, en Luisiana, según ha detallado la USAF a través de un comunicado.
Este despliegue forma parte de la Fuerza de Tarea de Bombarderos Europa 26-1 y busca reforzar la cooperación y las capacidades de combate aliadas en el Ártico y el flanco oriental de Europa. A su llegada a España, los bombarderos fueron escoltados por cazas Eurofighter del Ala 11 del Ejército del Aire y del Espacio, tal como puede apreciarse en las imágenes difundidas por la USAF.
Durante su estancia, las tripulaciones estadounidenses realizarán operaciones de entrenamiento multilateral junto con Finlandia, Lituania y Suecia, además de otros socios y aliados regionales. Estas maniobras permitirán a las unidades perfeccionar tácticas, aumentar la flexibilidad operativa y reforzar la coordinación entre las fuerzas aéreas participantes.
El despliegue de los B-52 en Morón responde a la estrategia de la USAF de mantener una presencia dinámica en regiones de interés estratégico. Gracias a ejercicios como este, las tripulaciones de bombarderos pueden entrenar en entornos complejos que simulan operaciones en espacios aéreos disputados y de alto riesgo.
En estas misiones se practican maniobras avanzadas centradas en la localización, fijación, seguimiento y ataque de objetivos, con el fin de optimizar la velocidad y precisión en escenarios de combate reales.
Un Eurofighter español escolta a un B-52 de EEUU a su llegada a Morón de la Frontera (Sevilla) USAF
Los entrenamientos incluirán también la simulación de amenazas terrestres y aéreas que buscan restringir la libertad de maniobra de los bombarderos, obligando a las tripulaciones a actuar con rapidez y decisión para lograr la superioridad aérea.
Los bombarderos que están operando actualmente desde la base aérea de Morón se desarrollaron al calor de los primeros compases de la Guerra Fría. Eran los años 50 y Estados Unidos se encontraba inmersa en un programa nuclear que cristalizó en todo tipo de bombas y misiles con capacidad radiactiva.
En estos prácticamente 70 años que lleva operativo, el bombardero ha ido recibiendo actualizaciones y Boeing se ha encargado de realizar versiones con tecnologías más modernas. El Departamento de Defensa, a través de un programa de extensión de vida útil, pretende retirar el último B-52 cuando se cumpla más de un siglo de su activación.
Una de las renovaciones más importantes tiene que ver con la motorización. En 2021, Rolls-Royce se hizo con un contrato de 2.600 millones de dólares (2.247 millones de euros) por 650 motores modelo F130 para actualizar al bombardero y hace unas semanas se comenzó con las pruebas en tierra.
Bombardero B-52 de EEUU a su llegada a Morón de la Frontera (Sevilla) USAF
En cuanto a especificaciones, este gigante de los cielos mide 48,5 metros de largo con una envergadura de 56,4 y una altura de 12,4 metros. El peso máximo al despegue llega hasta las 221 toneladas gracias a sus 8 motores Pratt & Whitney.
Alcanza los 1.000 kilómetros por hora aunque la velocidad de crucero estimada es de 800 km/h a una altitud máxima de 15.000 metros. Cuenta con una autonomía máxima en modo combate de 14.000 kilómetros, aunque es común que despegue con menos combustible para facilitar la maniobra y luego recargue sus tanques en el aire.