Donald Trump en el Despacho Oval presentando el programa 'Cúpula Dorada'.

Donald Trump en el Despacho Oval presentando el programa 'Cúpula Dorada'. Kevin Lamarque Reuters

Observatorio de la Defensa

La Cúpula Dorada de EEUU tendrá cuatro capas defensivas y Trump elimina a Musk del borrador del proyecto

El Departamento de Defensa ha dado a conocer unas diapositivas con algunos detalles del futuro escudo antiaéreo y antimisiles de Estados Unidos.

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Donald Trump está decidido a que la denominada Cúpula Dorada, el futuro escudo antimisiles de Estados Unidos, sea uno de los mayores legados de su segunda etapa en la Casa Blanca.

Tras conseguir, el pasado julio, que el Congreso aprobara un presupuesto de 21.300 millones de euros para la fase inicial del proyecto, el Pentágono ha dado a conocer los primeros datos del que está llamado a ser el mayor sistema de defensa antiaéreo del planeta.

En ellas se detalla que la Cúpula Dorada incluirá cuatro capas. La más externa estará basada en satélites y será responsable de detectar y seguir desde el espacio amenazas contra el territorio estadounidense.

Las restantes tres capas estarán basadas en tierra firme y consisten en interceptores de misiles, conjuntos de radares y, potencialmente, láseres. En ellas habrá al menos 11 baterías de corto alcance ubicadas en Estados Unidos continental, Alaska y Hawái, según ha informado Reuters.

En este sentido, las últimas líneas de defensa, denominadas "capa inferior" y "defensa de área limitada", incluirán sistemas de defensa en uso, misiles Patriot y un nuevo lanzador para interceptores actuales y futuros contra todo tipo de amenazas.

Sin embargo, desde el Gobierno estadounidense todavía no han determinado con exactitud el número de lanzadores, interceptores, estaciones terrestres y sitios de misiles necesarios para el sistema, cuya fecha límite de realización es 2028, según el cronograma establecido por el propio Trump.

Si bien se calcula que todo el programa tendrá un coste cercano a los 175.000 millones de dólares (unos 150.000 millones de euros), el borrador presentado días atrás a 3.000 contratistas de defensa ha puesto en evidencia que todavía hay incertidumbres sobre la arquitectura básica del proyecto.

Recreación de la Cúpula Dorada

Recreación de la Cúpula Dorada Lockheed Martin Omicrono

Una de las novedades dadas a conocer es un nuevo y gran campo de misiles ubicado en el Medio Oeste del país. Allí se emplazarían los interceptores de próxima generación (NGI) cuyo desarrollo ha sido encargado a la compañía Lockheed Martin.

Algo que ha llamado la atención es que en las diapositivas presentadas no se menciona a la empresa SpaceX del multimillonario Elon Musk, que semanas atrás presentó una oferta -junto al fabricante de drones Palantir- para hacerse con diversos contratos vinculados a partes claves del futuro sistema.

No obstante, desde el Pentágono han insistido en que todavía se encuentran recopilando información de la industria, universidades, laboratorios nacionales y otras agencias gubernamentales para diseñar el escudo antimisiles. Por este motivo, han asegurado que sería "imprudente" divulgar todos los datos sobre un programa que está en su etapa embrionaria.

El general de la Fuerza Espacial Michael Guetlein, quien fue elegido para liderar el desarrollo del proyecto, debe entregar un diseño inicial del sistema y un plan de implementación completo hacia finales de este año.

Defensa contra misiles hipersónicos

La Cúpula Dorada de Trump está pensada para detectar y neutralizar los misiles hipersónicos o balísticos lanzados desde cualquier parte del mundo.

El objetivo final es poder interceptar las amenazas en cualquiera de las cuatro fases de un ataque: detectarlos y destruirlos antes del lanzamiento, derribarlos durante la etapa inicial de vuelo, a mitad de camino en el aire o en los instantes finales mientras se aproximan al objetivo.

En el caso de los misiles balísticos, la intercepción es especialmente complicada, ya que su trayectoria parabólica los lanza al espacio para reingresar después a la atmósfera apuntando directamente a su objetivo.

Este nuevo escudo antimisiles formará parte de un ecosistema más amplio de defensa, con varias capas superpuestas y muy densas para poder responder de forma rápida y eficaz a los distintos tipos de amenazas.

Entre los componentes de los que ya dispone EEUU se contempla, además de las mencionadas baterías Patriot, sistemas THAAD desplegados en puntos estratégicos, destructores navales equipados con tecnología Aegis y aviones F-35 en misiones de patrullaje constante.

De acuerdo a los planes que manejan en la Casa Blanca, la Cúpula Dorada debería estar plenamente operativa hacia finales del mandato de Trump, previsto para enero de 2029.

Destructor estadounidense con el sistema Aegis lanzando un misil antiaéreo

Destructor estadounidense con el sistema Aegis lanzando un misil antiaéreo NATO Multimedia Library

Aunque el gasto completo de desarrollo, fabricación y despliegue de todo el escudo se ha fijado en 150.000 millones de euros, la Oficina de Presupuesto del Congreso considera que el coste total podría ser de 500.000 millones a lo largo de 20 años, en materia de actualización y sostenimiento de las capacidades.

Son unas cifras y un cronograma "imposibles", según algunos expertos, que señalan las dificultades para integrar en tan poco tiempo una defensa que incluye el lanzamiento al espacio de cientos de satélites con armas cinéticas y de energía dirigida como láseres.