T-72 disparando

T-72 disparando Wikimedia

Observatorio de la Defensa

Shturm, el ambicioso proyecto ruso que transforma carros de combate en drones con cañón, cohetes o lanzallamas

El Ministerio de Defensa de Putin ordenó a una compañía estatal el desarrollo de varios carros de combate no tripulados y una plataforma de mando.

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Más allá de su empleo directo en el campo de batalla contra Ucrania, la incontable cantidad de carros de combate en el inventario de Rusia continúa siendo un eje de innovación de la industria militar del país. Ahora, convirtiendo estos blindados en robots.

Según recogen varios medios rusos, el vehículo está desarrollado por la compañía estatal Uralvagonzavod, la más importante de Rusia en la fabricación de tanques de batalla principales, bajo la orden directa del Ministerio de Defensa del país.

Uralvagonzavod emplea la base del carro T-72 o T-90 para convertirla convenientemente en un robot controlado a distancia, algo así como un dron terrestre con las mismas dimensiones y capacidades que un carro de combate tripulado al uso.

Dron del proyecto Shturm

Dron del proyecto Shturm Andrei_bt

El vehículo, según apunta Defence Blog, fue identificado por primera vez durante unas pruebas de campo recientes, donde se mostró con su configuración completa. Este despliegue incluye el propio carro de asalto operado remotamente y un vehículo extra, también basado en T-72, que toma el papel de puesto de mando y control

Como cualquier vehículo militar sin tripulación a bordo, la principal razón de ser del proyecto Shturm, como así lo han llamado, es el de no poner en riesgo a los soldados en las misiones más complejas y peligrosas.

Estos escenarios se dan, principalmente, en zonas urbanas donde es imposible conocer si existe algún enemigo oculto entre los edificios y, además, hay alturas desde donde disparar misiles antitanque. Las partes superiores de los carros de combate son las más vulnerables al ir menos protegidas con blindaje.

Proyecto Shturm

La reciente aparición en las redes sociales y medios rusos es la primera vez que se ven ambos vehículos trabajando conjuntamente en unos ensayos. El objetivo del Ministerio de Defensa ruso es crear una unidad de asalto robótica que pueda liderar el primer escalón de las operaciones ofensivas.

Gracias a ello, el tanque robótico podrá detectar posiciones de fuego enemigas y atacarlas directamente con su torre de armas. Así como transmitir esas posiciones al resto de unidades del despliegue para que cuenten con las coordenadas exactas de los adversarios.

El vehículo de combate lleva equipado un cañón de 125 milímetros, el estándar que emplea Rusia en sus carros, junto a un arma coaxial automática de 7,62 milímetros.

En las mismas imágenes se puede observar que el vehículo cuenta con una pala excavadora en el frontal para superar obstáculos y también dispone de protecciones para reducir el daño de un ataque con sistemas antitanque.

Cada tanque robótico está diseñado para realizar combates a corta distancia y, a diferencia de los sistemas tripulados anteriores creados en Rusia, el Shturm utiliza un vehículo independiente para gestionar tanto el movimiento como el combate.

Por su parte, el vehículo que actúa como plataforma de mando y control está igualmente montado sobre un chasis de tanque y funciona como una estación móvil de control remoto. Según explican, está diseñado para gestionar un pelotón de tanques robóticos con un alcance de 3 kilómetros.

Cuenta también con un equipamiento de protección muy avanzado, al igual que los vehículos de primera línea a los que da órdenes inalámbricas.

Si bien no es un proyecto del que se tenga mucha información, sí se conoce que el Shturm recoge varias configuraciones diferentes. Existen desarrollos paralelos de vehículos de combate con sistemas lanzallamas, además del respectivo cañón de 125 mm.

Hay otro vehículo que cuenta con dos cañones de 30 milímetros acompañados por una ametralladora y un lanzador de cohetes. El vehículo número 4 está armado con 16 cohetes termobáricos no guiados de 220 milímetros capaces de afectar a una superficie de 25.000 metros cuadrados.

Modelo 3D del carro del Proyecto Shturm

Modelo 3D del carro del Proyecto Shturm Andrei_bt

Todas estas variantes incluyen palas excavadoras instaladas en el frontal y el mismo sistema integral de protección contra munición antitanque. Además, se estima que el control remoto permite operaciones a una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora.

Rusia ya contaba con cierta experiencia en el ámbito de los vehículos no tripulados con aplicaciones militares, pero sin obtener buenos resultados. Uno de los modelos más prometedores fue el dron terrestre Uran-9, que Moscú decidió probar en Siria.

Según algunos reportes, el desempeño del Uran-9 sobre el terreno distó mucho de lo esperado. Principalmente, debido a problemas de conectividad con la estación de control que provocaban fallos críticos en la conducción y manejo de la torre de armas.

Con el proyecto Shturm, parece que Uralvagonzavod ha tomado nota de estos problemas. Ha optado por la creación del puesto de mando y control integrado dentro de una plataforma blindada, lo que permite que se acerque más a los robots y se mantenga la conexión inalámbrica en todo momento.