El Juan Carlos I entrando al dique de Puerto Real (Cádiz)
La Armada aparta del servicio a dos de sus buques insignia: el Juan Carlos I y el S-81 pasarán varios meses en mantenimiento
Ambos buques coincidirán unos tres meses apartados de la actividad de la Armada para llevar a cabo reparaciones y labores de mantenimiento.
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Durante unos meses, la Armada tendrá en mantenimiento dos de sus embarcaciones más importantes y únicas de su flota. El portaeronaves Juan Carlos I y el submarino S-81 Isaac Peral permanecerán apartados para llevar a cabo algunos trabajos programados.
El primero de los dos ya se encuentra en las instalaciones de Navantia en Puerto Real (Cádiz), donde permanecerá en dique seco los próximos 6 meses. Por su parte, el sumergible hará lo propio en el Arsenal de Cartagena, su base, comenzando el mantenimiento a principios de septiembre y finalizando en noviembre.
El mantenimiento del Juan Carlos I llega tras un momento crítico y tras sufrir problemas con el aire acondicionado. Durante su navegación como parte del Grupo de Combate Dédalo, la embarcación estuvo varios días con el sistema roto y parte de la dotación durmiendo al raso en cubierta.
El submarino S-81 Isaac Peral en el Arsenal de Cartagena Omicrono
Este buque de proyección estratégica cumplirá el próximo día 30 de septiembre 15 años de servicio en la Armada y, el pasado marzo, registró su 17 aniversario desde que fue botado. Se trata, actualmente, del único barco desde el que los cazas Harrier pueden operar.
Por otro lado, el submarino S-81 Isaac Peral es el único de esta nueva clase disponible y comenzará su mantenimiento el próximo 4 de septiembre. Lo hace tras finalizar satisfactoriamente un periodo de recepción y puesta a punto realizado en los últimos meses.
Con la retirada temporal del Isaac Peral, el único vector submarino de la Armada recae en el S-71 Galerna. Se trata del último de los sumergibles de la clase S-70 que todavía se encuentran en activo y su retirada está programada para el 2027.
Parada del Juan Carlos I
El Buque de Proyección Estratégica Juan Carlos I, más conocido por ser el único portaeronaves de la Armada, ha entrado este jueves en el dique de Navantia en Puerto Real (Cádiz). En las instalaciones andaluzas pasará unos seis meses, recibiendo una importante actualización de sus sistemas de propulsión y otros trabajos planeados.
El buque, una vez se ha desembarcado la rama aérea y habiéndose preparado para su inmovilización, se ha trasladado desde la Base Naval de Rota al dique del astillero de Puerto Real.
Una de las principales actuaciones sobre el buque insignia de la Armada, tal y como ha explicado Navantia en un comunicado, afectará a su principal elemento de propulsión eléctrica.
Cubierta del portaeronaves Juan Carlos I con cazas Harrier
"Se trata de propulsores de tipo azimutal de la compañía ABB". En el dique seco, se llevará a cabo el cambio de estos elementos para la modernización de la plataforma, unos trabajos que fueron aprobados por el Consejo de Ministros y que se realizarán a través de un acuerdo marco por unos 30 millones de euros.
Este hito relevante se produce tras la aprobación de la Armada y después de celebrarse con éxito el pasado día 10 de julio la 21ª reunión de seguimiento de contrato de cambio de PODs, como se conoce a los propulsores eléctricos.
"La Armada reiteró en dicha reunión su satisfacción con la gestión del programa realizada por Navantia, el avance del mismo y la calidad de la documentación recibida", apuntan desde la empresa pública.
También indican que, después de 3 años de trabajo inmersos en fases de ingeniería y compras, "el Programa entra ahora en la fase de producción con la llegada del buque este jueves al dique de Puerto Real".
Puente de mando del Juan Carlos I
En estas instalaciones gaditanas se llevará a cabo el cambio de los PODS y sus periféricos, unos trabajos que requieren la "realización de tres grandes cesáreas en el casco, así como la fabricación de nuevos bloques de acero para el anclaje de dichos propulsores".
Además, explican, será necesario el reconexionado de más de 66 kilómetros de cable, de los que 40 serán totalmente nuevos. También incluirá una nueva versión del software encargado del Sistema Integrado de Control de Plataforma (SICP), que recogerá estos cambios realizados.
"Esta larga inmovilización programada se extenderá por casi seis meses e incluirá asimismo obras contempladas en su plan de mantenimiento y trabajos de actualización a nuevos sistemas".
Entre los que apunta Navantia, están la intervención en los sistemas de ventilación y climatización o el mantenimiento integral y puesta en operación de los grupos diésel. "Lo que implica la coordinación de actividades de los Negocios de Motores, Reparaciones y de Sistemas de Control".
Mantenimiento del submarino
Al igual que el Juan Carlos I, el S-81 Isaac Peral pasará un tiempo importante apartado de la actividad cotidiana de la Armada. En este caso, el submarino comenzará un periodo de mantenimiento el próximo 4 de septiembre con el objetivo de finalizarlo el 30 de noviembre, tal y como recoge Infodefensa.
Según el pliego de prescripciones técnicas (PPT), los ingenieros llevarán a cabo trabajos de mantenimiento preventivos en sistemas críticos para el submarino.
El teniente de navío Antonio Simón a los mandos del S-81 Isaac Peral Cartagena
Por ejemplo, se realizará el mantenimiento exhaustivo de las baterías principales del submarino, elemento esencial para la navegación y operación del buque. Dentro de esta categoría se incluyen algunas comprobaciones del software, la inspección de cableado o la estanqueidad.
En relación con lo anterior, inspeccionarán igualmente algunos elementos del sistema eléctrico del buque, así como de la antena flotante y radiocomunicaciones.
Otro punto clave que se refleja en el PPT está relacionado con el sistema de lanzamiento de misiles. Los Harpoon son una de las armas principales del submarino S-81 y se llevará a cabo una inspección completa de la instalación.
También realizarán trabajos de verificación y calificación del sistema de refrigeración centralizada, redes de corriente continua y sistemas de aire, atmósfera y ventilación. Este último apartado de control interior de las condiciones es igualmente crítico para la seguridad de la dotación embarcada.
Durante el pasado junio, el S-81 participó en el ejercicio SINKEX-25 en aguas de las Islas Canarias. Ha sido, hasta la fecha, el desplazamiento más largo que ha realizado el submarino y que le sirvió para llevar a cabo el lanzamiento de torpedos.