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El grupo terrorista Hamás ha afirmado que cinco de sus miembros han muerto en el ataque perpetrado este martes por Israel contra la sede de la delegación del grupo militante en Doha (Catar). Entre las víctimas mortales está el hijo del jefe exiliado de Hamás en Gaza, Khalil al-Hayya.

Sin embargo, asegura que Israel ha fracasado en lo que el grupo ha denominado como un intento de asesinar al equipo de negociación del alto el fuego en la Franja, ya que ninguno de los fallecidos formaba parte de esta delegación.

Horas antes, el miembro de la oficina política de Hamás, Suhail al-Hindi, aseguraba en Al Jazeera TV que los principales líderes del grupo habían sobrevivido al ataque israelí.

En el momento del ataque, este equipo estaba intentando negociar una tregua en Gaza. En concreto, la delegación estaba discutiendo la última propuesta de alto el fuego de Estados Unidos.

"Confirmamos el fracaso del enemigo en asesinar a nuestros hermanos de la delegación negociadora. Mientras tanto, varios de nuestros hermanos mártires han ascendido a los más altos rangos de gloria", señala el grupo en un comunicado, en el que incluye los nombres de los cinco asesinados.

El presidente israelí, Isaac Herzog, ha confirmado que el objetivo del ataque contra los líderes de Hamás en Catar era Khalil al Hayya, el líder de la delegación negociadora de Hamás.

Entre los fallecidos se encuentran Hamam Khalil al Hayya -el hijo de Khalil al Hayya- y Yihad Labad, el director de la oficina del jefe negociador del movimiento palestino.

Además, han perdido la vida tres "acompañantes": Abdulá Abdul Wahid, Moamen Hasuna y Ahmed al Mamluk. También ha fallecido un miembro de las fuerzas de seguridad cataríes, Bader Saad Mohamed al Humaidi al Dosari.

Netanyahu y Trump justifican el ataque

Los islamistas han condenado el bombardeo definiéndolo como una "violación flagrante de todas las normas y las leyes internacionales": "Este crimen constituye un ataque a la soberanía del Estado hermano de Catar, que, junto con el hermano Egipto".

Ambos países juegan un papel importante como mediadores en las negociaciones para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza.

El grupo ha avisado también de que el intento de asesinato no modificará sus requisitos para un acuerdo en Gaza, que pasan por el fin de la ofensiva, la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, el intercambio de rehenes por presos palestinos en Israel y la reconstrucción del enclave.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha justificado el ataque contra los líderes de Hamás por el atentado de este lunes en Jerusalén, que causó seis muertos -entre ellos un joven español- y ha sido reivindicado por el brazo armado del grupo islamista.

Jerusalén avisó a Estados Unidos de este ataque antes de llevarlo a cabo. Horas después, la Casa Blanca se ha pronunciado, calificando la acción de desafortunada. Sin embargo, afirma que "golpear a Hamás es un objetivo digno".

Por su parte, Catar -gran aliado de Estados Unidos- ha condenado "enérgicamente" esta acción de Israel, que tilda de "ataque criminal" y "una flagrante violación de todas las leyes y normas internacionales". El país norteamericano aseguraba que había informado a su aliado de este ataque, algo que el gobierno catarí ha desmentido. 

Egipto, que en ocasiones acoge a líderes de Hamás para las negociaciones de la tregua, ha señalado en un comunicado que el ataque israelí sienta "un precedente peligroso" y es un "hecho inaceptable".