Bruselas

Tras el trauma del brexit y la elección de Donald Trump como presidente de EEUU, la Unión Europea ha logrado resistir la explosión populista y eurófoba que amenazaba con arrasarla durante los primeros meses del año. Y empieza lentamente a pasar página. Este es al menos el diagnóstico que hace el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la carta que ha enviado a los líderes europeos para invitarles a la tradicional cumbre de verano que se celebra este jueves y viernes en Bruselas "en un contexto político muy diferente". "Estamos contemplando el retorno de la UE como solución y ya no como problema", escribe Tusk.

"Los partidos políticos que habían construido su fuerza basándose en un sentimiento anti UE empiezan a caer", celebra el dirigente polaco. Desde la anterior cumbre regular de marzo, el liberal Mark Rutte, se ha impuesto al islamófobo Geert Wilders en las elecciones holandesas, aunque aún no ha conseguido formar Gobierno. Pero para Bruselas el auténtico punto de inflexión ha sido la elección de Emmanuel Macron, el candidato más europeísta, como presidente francés, derrotando a la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen.

La de este jueves es la primera cumbre de la UE de Macron, del que los dirigentes comunitarios esperan que contribuya a resucitar el proyecto europeo. A su llegada a la reunión, el presidente francés se ha declarado "feliz" de participar y ha dicho que su prioridad es hacer avanzar "el proyecto de una Europa que protege". "Para mi, Europa no es sólo una idea, es un proyecto, una ambición, la he defendido en la campaña presidencial en Francia", ha apuntado.

Macron "es un signo visible de la esperanza y vitalidad de la UE", según Tusk. Al inédito optimismo en Bruselas contribuye también la buena marcha de la economía. Tras años de estancamiento, la eurozona crece ahora el doble que la de Estados Unidos y tres veces más que la de Reino Unido. Pero los problemas y las divisiones entre los países miembros no se han esfumado y figuran en la agenda del Consejo Europeo.

Las incógnitas del brexit de May

Al final de la cena de trabajo de este jueves, la primera ministra británica, Theresa May, informará al resto de líderes sobre sus intenciones respecto al brexit tras su debacle electoral en los comicios del 8 de junio, que le ha dejado en una situación de debilidad. También está previsto que les adelante los elementos principales de la oferta que Reino Unido tiene previsto presentar el próximo lunes para garantizar los derechos de los europeos residentes allí. "Serán más los titulares que el detalle", explica un alto diplomático. Pero no habrá negociaciones con May durante el Consejo Europeo. Justo después de que la primera ministra termine de hablar, se le invitará a marcharse y los líderes intercambiarán impresiones a 27 sobre la primera ronda de contactos, que tuvo lugar el pasado lunes. Londres se ha plegado a las exigencias de la UE en cuanto al orden y a los tiempos del diálogo.

El enfrentamiento de los 27 por la Agencia del Medicamento

La unidad que contra todo pronóstico han construido los 27 contra Londres por el brexit todavía puede saltar por los aires por la disputa por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Estos son los dos órganos de la UE que tienen su sede en Londres y que deben reubicarse en el continente tras la salida de Reino Unido. El Gobierno de Mariano Rajoy ha presentado la candidatura de Barcelona para la EMA. Sus rivales más fuertes son Ámsterdam, Berlín, Milán y Viena. Los líderes europeos deben aprobar este jueves los criterios de selección y el procedimiento de votación propuestos por Bruselas. Pero algunos países como Italia o Austria no están conformes porque uno de los requisitos es el equilibrio geográfico, lo que beneficia a los países del este, que albergan pocas agencias, y a ciudades como Bratislava. Para España, lo más importante es que la selección se haga con criterios técnicos y no políticos. La decisión debe adoptarse en octubre. El proceso de votación será parecido al que se usa en Eurovisión.

El terrorismo y la crisis de seguridad en Europa

El ataque fallido en la estación central de Bruselas y los últimos atentados en Reino Unido han vuelto a poner en primer plano la gravedad de la amenaza terrorista en la UE. "Los recientes ataques revelan la nueva ola de radicalización de ciudadanos europeos", dice Tusk. El refuerzo de la lucha antiterrorista será el primer tema en la agenda de este jueves. Los líderes europeos tienen previsto redoblar la presión sobre los gigantes de Internet, como Google, Facebook o Twitter, para que supriman lo más rápido posible los contenidos terroristas y los mensajes que incitan a la violencia, desarrollando instrumentos de detección automática. También les piden que faciliten el acceso a mensajes encriptados de los terroristas.

Los jefes de Estado y de Gobierno discutirán además cómo crear una defensa común que reduzca la dependencia de la UE respecto a los EEUU de Donald Trump, que ha dado muestras de desentenderse de la seguridad europea. Para ello lanzarán una cooperación estructurada permanente en materia militar, cuyo objetivo es que los países que así lo deseen puedan avanzar más rápido. Es decir, es el primer paso de la Europa a varias velocidades. También respaldarán el fondo de defensa de 5.500 millones propuesto por Bruselas.

El agravamiento de la crisis migratoria en el Mediterráneo

Pese a las medidas adoptadas por la UE para frenar la crisis migratoria, la cifra de inmigrantes irregulares que llegan a Italia procedentes de Libia ha aumentado un 26% respecto al año pasado. Alrededor de 1.900 personas han perdido la vida en el Mediterráneo durante los primeros meses de 2017. Y el negocio de los traficantes de personas "está alcanzando una nueva dimensión". Pero en la cumbre que empieza este jueves no se esperan nuevas iniciativas, más allá de aumentar la ayuda económica al servicio de guardacostas libio para que frene las salidas. Los líderes europeos aparcan además la discusión para crear un sistema permanente de reparto de refugiados. Aunque se habían fijado junio como plazo para llegar a un acuerdo, el enfrentamiento entre la Europa del este y del oeste no se ha resuelto. "Es algo que continúa dividiendo a los Estados miembros", admite un alto funcionario. Bruselas acaba de expedientar a Polonia, República Checa y Hungría por negarse a acoger refugiados.

La retirada de Trump del acuerdo climático de París y Rusia

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 -incluso Theresa May- ratificarán su intención de proseguir la aplicación del acuerdo climático de París pese a la retirada de Estados Unidos. Y dejan claro que no están dispuestos a renegociar los objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero, tal y como ha sugerido Trump. También en política exterior, Macron y la canciller alemana, Angela Merkel, recomendarán al resto de líderes prorrogar durante otros seis meses las sanciones económicas que la UE ha impuesto a Rusia por desestabilizar Ucrania. Finalmente, el Consejo Europeo debatirá cómo responder a la creciente deriva autoritaria del presidente turco, Recep Tayyip Erdongan.

Las discrepancias comerciales con China

Frente al proteccionismo que propugna Trump, los líderes europeos tienen previsto hacer profesión de fe del libre comercio y del sistema multilateral gobernado por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Al mismo tiempo, la llegada al poder de Macron ha relanzado el debate sobre el refuerzo de los instrumentos de defensa comercial de la UE frente a las prácticas abusivas de China. Los jefes de Estado y de Gobierno debatirán cómo controlar las inversiones indeseadas en sectores considerados estratégicos. A la discusión sobre temas económicos, que será el viernes por la mañana, asistirá el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

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