Imagen del post de Sara Sálamo unos días después de dar a luz.

Imagen del post de Sara Sálamo unos días después de dar a luz. Instagram

Salud y Bienestar

La verdad tras la foto de Sara Sálamo: "A 24 horas de dar a luz, el útero está a un dedo del ombligo"

Los días posteriores a un parto o cesárea, el cuerpo de la mujer todavía está sufriendo los cambios que se han producido. Estos son los síntomas más habituales que aparecen en el post de la actriz.

6 enero, 2021 00:53

Ni siquiera la palabra que define lo que le ocurre a una mujer después de dar a luz es muy conocida. Se llama puerperio y a las pacientes, puérparas. Incluso la RAE incluye una acepción en la definición de puerperio como "estado delicado de la mujer" tras el parto para advertir de que no es una fase fácil.

Imagen del post de Sara Sálamo unos días después de dar a luz.

Imagen del post de Sara Sálamo unos días después de dar a luz. Instagram

La actriz Sara Sálamo, que dio a luz el pasado 30 de diciembre a luz a su segundo hijo, se ha atrevido a romper muchos de los cánones que suelen marcar las fotos de portada de las famosas, para mostrar a una madre recién parida enseñando la barriga hinchada, las hojas de col en el pecho y las bragas desechables que todavía utiliza tras el alta.

La verdad que hay en esa imagen es la que sufren la mayoría de las madres que acaban de tener un hijo. "Efectivamente en el puerperio se sale con barriga, con el pecho hinchado y muy molesta. Y es un periodo fisiológico que su normalidad es no ser como estás habitualmente antes de estar embarazada", explica la doctora Elena Carrillo de Albornoz, ginecóloga del equipo de MAGYC del Hospital Ruber Internacional.

"El útero cuando se da a luz se queda a la altura del ombligo y conforme van pasando los días se va contrayendo y descendiendo. Es normal que al día siguiente de dar a luz esté un dedo por debajo del ombligo. Dos días después esté dos dedos por debajo y así. Para que nos hagamos una idea, un útero que llega por el ombligo es un útero de unas 24 semanas, seis meses de gestación. Eso es lo natural y lo fisiológico", reconoce esta ginecóloga.

La doctora Carillo de Albornoz insiste en que este proceso le pasa también a las que salen en las revistas con otra apariencia. "No me gusta ir en contra de la foto estupenda porque no quiere decir que a esas personas no les esté ocurriendo también. Muchas veces salen con ropa que no les aprieta, con su faja puesta, con el bebé delante...", asegura.

Sin embargo, la verdad es que la mayoría de las ocasiones somos las mujeres las que tratamos de ocultar un proceso natural y que no siempre es tan ideal como se hace creer y son pocas, como la actriz española, las que muestran su situación sin tapujos.

Harry y Meghan el día de la presentación de su hijo, Archie.

Harry y Meghan el día de la presentación de su hijo, Archie.

También quiso hacerlo Meghan Markle en la presentación de su hijo Archie. Con un vestido gabardina, que se abrochaba justo encima de la barriga, la esposa del príncipe Enrique quiso mostrar el estado real de su puerperio y la inflamación de su vientre.

"El útero va involucionando, como llamamos los ginecólogos, y lo normal es que vaya descendiendo día a día. Hasta el punto de que cuando finaliza el puerperio que es la famosa cuarentena, es cuando consideramos que el útero que llegaba al ombligo está ya colocado en su sitio y tiene el tamaño de antes de quedarse embarazada. Al mes y medio, aproximadamente", añade la doctora.

Castillo de Albornoz también recomienda, como hacen en su clínica, que se tenga en cuenta tanto la distención de la piel creada por la gestación como la laxitud de los músculos rectos del abdomen porque también tienen que recuperarse.

"Nosotros desde muy pronto en el puerperio siempre aconsejamos hacer pequeños ejercicios de recuperación de suelo pélvico como de pared abdominal y cuando damos el alta, al mes y medio del parto, es cuando hay que empezar ya una recuperación más intensa", añade.

Se estima que el cuerpo de la mujer no vuelve a su normalidad hasta los seis meses, aunque la recuperación durante los primeros 40 días es casi del 70%.

Sangrado

Otro de los detalles que desvela Sara Sálamo y que restan glamour a esta etapa es que lleva bragas desechables por el sangrado que se sufre tras un parto o una cesáreaa. "Lo normal es que el sangrado sea más abundante en los primeros días y vaya disminuyendo a lo largo de la primera semana, pero se sigue manchando algo hasta el mes del parto o cesárea".

Lo habitual es que al principio ese sangrado sea más rojo y con coágulos y luego se vaya transformando en los loquios, más amarronados y amarillentos, y con cantidades que disminuyen hasta desaparecer.

Lo mejor para estos casos es una enorme compresa que se utiliza todo el tiempo durante los primeros días y que cubre ese sangrado, para ir luego pasando a compresas más normales e incluso protege slip en los momentos finales. Pero hay que olvidarse de cualquier otra medida que pudiera resultar más estética.

"No se deben usar tampones porque salen restos de membrana de pequeños coágulos, incluso restos de placenta y hay que dejar que se libere y porque la vagina está distendida", advierte.

Hoja de col

Uno de los aspectos que más llama la atención del post de Sara Sálamo son las hojas de col que lleva en el pecho, para evitar el dolor de los primeros días y bajar la hinchazón, incluso cuando aún no te ha bajado la leche.

"El establecimiento de la lactancia dura unas dos semanas. Los primeros días se produce la subida de la leche que tratamos que sea lo más paulatina posible poniendo al bebé al pecho. El pecho se hincha y el bebé tiene que ponerse de acuerdo con la madre para aprender a succionar. Aunque es un instinto, hay que entablar esa relación que hace que al principio pueda producirse alguna pequeña grieta, algún enrojecimiento que puede ser molesto y doloroso".

Las hojas de col son uno de esos remedios naturales que ayudan a deshinchar los pechos gracias a unas sustancias tanitas que absorben el exceso de calor y desinflaman. Lo ideal es aplicarlo sobre las mamás y ya después el sujetador.

La doctora Carrillo de Albornoz advierte de que hay que "normalizar las cosas", y lo normal es que el útero esté ahí y que tengas una tripa como de seis meses, pero hay que cuidar muy bien a la madre porque el momento de llegar a casa, cuando ya no tienes los recursos del hospital, puede ser muy duro.