Primera imagen de la Gran Duquesa de Luxemburgo.

Primera imagen de la Gran Duquesa de Luxemburgo.

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Así es Stéphanie de Lannoy, la discreta nueva Gran Duquesa que coge el testigo de María Teresa de Luxemburgo

Con la abdicación del Gran Duque Enrique, Guillermo y su esposa se ponen al frente de la Casa Ducal, lo que supone una continuación de su legado.

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Este 3 de octubre es un día histórico para la Casa Ducal de Luxemburgo, que abre una nueva era. El Gran Duque Enrique abdica en favor de su hijo, el príncipe Guillermo, y consecuentemente la Gran Duquesa María Teresa entrega el testigo a la nueva consorte, Stéphanie de Lannoy.

Accede al cargo a los 41 años, con su antecesora como el gran ejemplo a seguir. La relación con su suegra siempre ha sido muy cercana y esa complicidad ha estado muy presente durante los actos de la ceremonia de traspaso de poderes que ha reunido a los habitantes del país, deseosos de dar la bienvenida al jefe de Estado entrante y su esposa, y a miembros de la realeza europea.

Empieza una nueva etapa en la vida de Stephanie Marie Claudine Christine de Lannoy, nacida el 18 de febrero de 1984 en Bélgica, en el seno de una familia aristocrática. Su padre es el conde Felipe de Lannoy y su madre, Alix della Faille de Leverghem; tiene siete hermanos.

Los nuevos Grandes Duques, durante la ceremonia de abdicación.

Los nuevos Grandes Duques, durante la ceremonia de abdicación. Efe

Condesa de nacimiento, su unión con el entonces heredero del ducado la convirtió, además, en princesa de Luxemburgo, de Nassau y de Borbón-Parma.

Su educación comenzó en el colegio Santa María de Ronse, su localidad natal. Para la secundaria se trasladó a Bruselas e ingresó en el Collège Sainte-Odile en el norte de Francia y regresó a Bélgica para finalizar esa etapa. Antes de comenzar sus estudios superiores vivió un año en Moscú, donde estudió Lengua y Literatura Rusa.

Finalmente, se licenció en Filología Germánica por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y completó un máster en la Universidad de Humboldt de Berlín, especializándose en la influencia del romanticismo alemán en el ruso. Es políglota y habla cinco idiomas, lo que sin duda será de mucha utilidad en el ejercicio de su papel institucional.

Stéphanie conoció a Guillermo de Luxemburgo en 2004, en una fiesta de amigos comunes en Alemania. Según sus propias palabras, supo en ese instante que sería el amor de su vida. "El día que lo conocí le dije a una amiga que había encontrado a un hombre excepcional... no creía que alguien así pudiera existir. Desde luego que creo en el príncipe azul", confesaba en una entrevista.

La boda de Guillermo y Stephanie de Lannoy en 2012.

La boda de Guillermo y Stephanie de Lannoy en 2012. Gtres

La boda real llegó el 20 de octubre de 2012 en la Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo y fue todo un acontecimiento al que asistieron muchas casas reales, entre ellas la española, representada por los que en aquel momento aún eran príncipes de Asturias, Felipe y Letizia.

Máxima de Holanda, Carolina de Mónaco, Mary de Dinamarca, Victoria de Suecia y Mette-Marit de Noruega también estaban entre las invitadas.

Para aquel "sí, quiero", la novia eligió un exquisito diseño de alta costura de Elie Saab, de manga francesa y confeccionado en encaje y bordado con hilo de plata. Como joya principal, no faltaba la tiara, que pertenecía a su familia y estaba realizada por la firma belga Althenloh en platino con brillantes y un gran diamante en forma de pera.

Convertida en gran duquesa heredera, Stéphanie siempre ha mantenido un perfil institucional muy discreto, cumpliendo funciones oficiales relacionadas con las causas sociales, la cultura, los derechos humanos y, por supuesto, asistiendo a los grandes actos de la Casa Ducal junto a su marido y el resto de la familia.

A partir de ahora, su papel será mucho más relevante, asumiendo los roles que anteriormente tenía María Teresa de Luxemburgo.

En el terreno personal, la gran duquesa siempre quiso emular a sus padres. "Ocho hijos son quizá demasiado, pero de alguna forma me gustaría seguir su ejemplo, mantener ese espíritu de familia numerosa del que vengo", confesaba hace algún tiempo. De momento, la pareja tiene dos niños: el príncipe Charles, nacido en mayo de 2020, y el príncipe François, nacido en marzo de 2023.

Es una apasionada de la música, ya que en su juventud estudió solfeo, piano y violín. La literatura y el arte también se encuentran entre sus aficiones. En lo que a imagen pública se refiere, además de destacar su discreción y amabilidad, el estilo clásico y sin estridencias también cobra relevancia.

Hasta el momento, Stéphanie de Lannoy se ha mostrado menos atrevida a la hora de vestir que la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo. Ella, quizá por sus orígenes cubanos, suele recurrir a prendas coloridas y estampados y también arriesga con algunos patrones.

Su nuera, aunque también le gustan las tonalidades vitamina, suele optar por cortes sencillos en vestidos de manga francesa y largo midi. Excepto en las cenas de gala, cuando saca del armario los trajes largos y las grandes joyas de la Casa Ducal, como los pendientes de esmeraldas que lució en uno de sus últimas fotos oficiales.

Primer retrato de Stéphanie como Gran Duquesa de Luxemburgo.

Primer retrato de Stéphanie como Gran Duquesa de Luxemburgo. Gtres

Lo mismo ha sucedido con el primer retrato pintado de Stéphanie, donde lleva diamantes y pulseras que han pasado de generación en generación. También ha lucido la diadema favorita de su suegra: la tiara belga, diseñada por Henry Coosemans en 1953, que cuenta con 854 diamantes y un peso de 46,42 quilates.

En esta imagen pintada, aparece con un regio vestido azul con pedrería en las mangas que se adapta perfectamente a su estilo. Cabe destacar que en su vestidor, diseños de Elie Saab, Armani, Diane von Furstenberg, Carolina Herrera o Emilio Pucci. En su nuevo papel como Gran Duquesa de Luxemburgo mantendrá a buen seguro este estilo protocolario que tan bien se adapta a su personalidad y su rol ducal.