
La primera dama monegasca, en Montecarlo.
Charlène de Mónaco recupera su puesto como la royal más elegante: su último look de Ralph Lauren lo demuestra
La primera dama del Principado presidió el Festival de Televisión de Montecarlo, junto al príncipe Alberto.
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Charlène Mónaco está más presente que nunca en la agenda institucional del Principado. Han pasado cuatro años desde que se vio obligada a pasar ocho meses 'atrapada' en Sudáfrica y otros tantos retirada de la vida pública.
Hoy, ejerce su papel con asiduidad y siempre haciendo gala de una imagen impecable. La primera dama monegasca recupera su puesto como una de las royals que destaca por su elegancia.
Además, ostenta uno de los armarios más caros. Muchas firmas de alta costura conviven en su vestidor (y pocas asequibles).

La Princesa, junto a Alberto de Mónaco y la actriz Robin Wright. Gtres
El martes 17 de junio, la Princesa junto a su marido, el príncipe Alberto, presidían la clausura del Festival de Televisión de Montecarlo y ella elegía un estilismo digno de tan especial ocasión.
Emulando a una verdadera estrella de Hollywood, deslumbró con un vestido azul pastel con todos los ingredientes para ser un éxito.
Se trata de un diseño de Ralph Lauren, de escote halter con tiras drapeadas que caen sobre los brazos y corte sirena.
Este patrón es uno de los que más le favorece: no solo realza su espalda de nadadora, también alarga su ya de por sí estilizada silueta. El peinado fue el complemento perfecto.
La esposa del soberano (una de las pocas royals que siempre ha llevado el pelo corto, como Lady Di) escogió un aire retro, con ondas al agua que permitían ver con claridad sus pendientes de forma floral cuajados de diamantes de la firma Tabbah.
Charlène no fue la única estrella. La actriz, directora y productora Robin Wright recibió de sus manos la Ninfa de Cristal en una noche cargada de emoción... y de moda.
Vestida con un diseño de lentejuelas plateado, la galardonada agradeció el reconocimiento y posó para la posteridad con la pareja real.
Esa misma mañana, ya habían estado juntas, durante un desayuno previo al festival. En él, la Princesa optó por un vestido camisero en color nude de la casa suiza Akris, valorado en 2.500 euros y de estreno.
La exnadadora sudafricana es uno de los miembros de las monarquías europeas que más gasta en ropa y siempre ocupa los primeros puestos de la lista.
En 2024, se estima que superó los 300.000 euros en modelos de casas de lujo. Durante el mes de junio ha lucido varias prendas nuevas.
Hace unos días, estrenó un diseño de DVF largo y estampado, y, durante su visita oficial a Francia, junto a Alberto de Mónaco, sacó la artillería pesada con looks de Akris y Dior, aderezados con imponentes joyas.
Esa pasión por la moda se la ha transmitido a su hija, Gabriella, que es una de las baby royals mejor vestidas.