Patricia López posa con algunos de los productos terapéuticos que comercializan.
Patricia López, la CEO de la salud sexual masculina: "He vendido 50.000 dispositivos para la eyaculación precoz"
Está al frente de MYHIXEL, que aborda esa problemática desde el punto de vista terapéutico y que está cerrando la segunda ronda de inversión.
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Cuando Patricia López (Sevilla, 1983) fundó MYHIXEL, no se preguntó por qué, siendo mujer, elegía un negocio destinado a la salud sexual masculina. Simplemente, vio una oportunidad de mercado y la aprovechó.
Todo empezó cuando dejó un trabajo agotador en el sector turístico. Hacía la maleta el domingo con ropa para toda la semana, porque no sabía cuándo volvería a casa. Era directora comercial de un hotel en Torremolinos (Málaga), a la vez directora de operaciones de otro en Berlín y jefa de ventas de una cadena hotelera.
Tuvo un burnout y aceptó el puesto de responsable de marketing para Europa en una empresa americana de juguetes sexuales para hombres. Horario fijo de lunes a viernes, sin móvil ni ordenador de empresa. Se lo toma con humor, porque ahora trabaja más que antes.
La CEO de la empresa, con el anillo de MYHIXEL.
La industria erótica de la mujer estaba apostando por artículos terapéuticos, pero no así la masculina. Patricia decidió cubrir ese hueco, creando MYHIXEL con dinero suyo y de amigos. Los datos del estudio de mercado eran reveladores.
La estadística de prevalencia de las disfunciones sexuales en hombres era y sigue siendo alta, pero el 80% no acude al médico. Un 30% tiene eyaculación precoz; el 50% de mayores de 60 años disfunción eréctil; y alrededor de un 25% de jóvenes disfunción eréctil psicológica.
Mientras las mujeres acuden periódicamente al ginecólogo y suelen hablar de sus problemas, ellos, cuando buscan soluciones, recurren más a internet. Nosotras “hemos abierto el camino de la salud sexual y el hombre tiene todo el derecho de sumarse y conocerse sin prejuicios".
La entrevista tiene lugar en la incubadora que tiene la Fundación Insur en Sevilla. MYHIXEL ha pasado por las fases de aceleración y crecimiento. Ahora está en la de proyectos consolidados, con 17 personas trabajando de manera presencial y online.
Ha vendido 50.000 masturbadores con terapia incorporada para tratar la eyaculación precoz y 15.000 anillos para la disfunción eréctil. Está cerrando la segunda ronda de inversión y prevé facturar tres millones de euros en 2025.
¿La salud sexual masculina sigue siendo un tabú?
Lamentablemente, sí. Los hombres se sienten presionados por muchos factores. Tienen muy arraigada la idea de que prácticamente casi todo el éxito de una relación íntima depende de ellos.
Poco a poco, se van rompiendo algunas barreras. Las nuevas masculinidades apuntan en ese sentido. Alguien que reconozca que tiene una disfunción sexual no es ni más débil ni menos hombre.
De la salud sexual femenina, ¿se habla con mayor naturalidad?
Sí. Las mujeres estamos acostumbradas a acudir al ginecólogo para revisiones, hablamos con amigas, con médicos…
Y consumen más juguetes sexuales que los hombres…
Cuando trabajaba como responsable de marketing en Europa de una marca americana de juguetes sexuales para hombres, éramos los raros de la industria. El grueso de la industria está orientado a la mujer.
Su desarrollo ha ido parejo a la liberación sexual femenina, que ha asumido su derecho a tener placer. Por ejemplo, que el orgasmo tiene beneficios para la salud lo ha sabido explotar muy bien un grande como Satisfyer.
Cuando la industria empezó a incorporar productos sexuales para mujer con fines terapéuticos, se abrió una oportunidad de mercado. Yo me di cuenta de que nadie lo estaba haciendo en el ámbito masculino.
Según el Boston Medical, el tiempo medio de penetración sexual oscila entre tres y siete minutos. En Oriente se reduce a tres.
Es una cuestión, sobre todo, cultural. A esto se añade el consumo del porno, que distorsiona la normalización de una relación sexual, no sólo la duración. Está en auge. Aunque formalmente no se considere una adicción, ya existen clínicas especializadas para tratarla, principalmente en países europeos y en Estados Unidos.
Patricia dejó el sector turístico para lanzar este innovador proyecto.
Impacto positivo
¿Qué es el sexo para MYHIXEL?
Algo que forma parte de la vida y tiene un impacto positivo tanto en la salud física como en la mental. La gente banaliza mucho lo que hacemos y parece que no es consciente de cómo incide en esos aspectos.
A nosotros nos llegan hombres con depresión, con pensamientos de suicidio, personas a punto del divorcio que se les revierte la situación y luego nos dan las gracias. Cuando nos llega un mensaje así, es como gasolina. Demuestra que vamos por buen camino.
Uno de cada tres hombres tiene o ha tenido eyaculación precoz.
Lo curioso es que es una estadística bastante extendida. Da igual la procedencia geográfica y la raza. En la mayoría de los casos, el componente principal es psicológico y, por lo tanto, reversible.
Los hombres no suelen acudir a profesionales ni a productos tecnológicos clínicamente validados para corregirlo. Buscan en Internet y algunos acaban causándose más perjuicio. Hay chicos que llegan a consulta con el pene atrofiado por haber intentado alargarlo siguiendo indicaciones de la red.
Para tratar la eyaculación precoz habéis vendido más de 50.000 masturbadores masculinos certificados.
Nosotros hacemos mucho esfuerzo de comunicación por no llamarlo masturbador para diferenciarnos de la industria erótica. Estamos en el sector de salud sexual masculina.
¿Y cómo lo llamáis?
Una solución. Más valor que el producto físico tiene la terapia que lo acompaña a través de una aplicación móvil. A lo mejor hoy, en 2025, es más normal, pero en 2018 era una novedad, porque todavía no había el boom del digital health.
Hemos atendido una necesidad del mercado. Si el 80% de los hombres con eyaculación precoz no acude al médico, ¿cómo facilitar que accedan a una terapia cognitivo-conductual?
¿Tenéis incorporada la inteligencia artificial?
Sí, dentro de la aplicación móvil. La propia terapia tiene una serie de parámetros que se van adaptando al propio rendimiento y evolución de los usuarios. El 93% aumenta el tiempo de latencia eyaculatoria en ocho semanas.
¿En qué países vendéis más?
EEUU, España (sobre todo Madrid y Barcelona), Reino Unido, Canadá, México y Alemania. Además, estamos registrando el anillo en los ministerios de Salud de Emiratos Árabes y Qatar, porque esos países prohíben importar productos sexuales, no así médicos.
¿Y por edades?
Para el producto de eyaculación precoz, la edad predominante suele estar entre los 25 y los 40. Para los anillos, que tratan la disfunción eréctil, entre los 35 y los 45 aproximadamente.
Asociamos este último problema con hombres mayores, pero cada vez más jóvenes sufren falta de calidad en la erección por cuestiones psicológicas: estrés, ansiedad, adicciones a sustancias, al porno…
Al ser causas psicológicas y no fisiológicas, es reversible. Nosotros hemos desarrollado una terapia para la disfunción eréctil psicológica que lanzaremos en noviembre junto a los anillos.
Los hombres también tienen suelo pélvico.
Sí, pero no lo saben. Por eso es un reto bastante grande comunicar el producto al canal masculino. Hemos trabajado de la mano de urólogos, andrólogos, proctólogos, sexólogos y fisioterapeutas especialistas en suelo pélvico, para hacer un producto no invasivo que ayude a fortalecerlo.
¿Contempláis entrar en el sector femenino?
No lo descarto. De hecho, esta va a ser la primera prueba de fuego. Llevamos casi ocho años desarrollando el know how, el equipo de ingeniería, el equipo médico, el de operaciones, los fabricantes... Tenemos los procesos definidos y bien pulidos.
Prejuicios
Una pregunta que le hacen mucho es “¿siendo mujer, por qué elige un proyecto como este?”.
Es una pregunta que yo nunca me hice a mí misma. Cuando los hombres lideran empresas de productos para mujeres, nadie se lo cuestiona, y a mí todo el rato. Pasa nueve de cada diez veces, con inversores, prensa, partners... Hasta con fabricantes: Oye, ¿tú por qué estás haciendo esto si eres mujer?
Yo venía del mundo del marketing, había trabajado haciendo informes de mercado y detecté una oportunidad. La estudié y era factible. No me planteé el género, para mí eran datos objetivos.
¿Cuáles son las mayores dificultades que ha encontrado en el camino?
Muchísimas. Que me cuestionen por ser mujer y emprendedora es casi lo de menos. Las bromas, las risas… O que cuando hablo en un foro de inversión, haya veces que ni me miran a la cara.
El hecho de estar en un sector como el de la salud sexual masculina me ha cerrado muchas puertas con inversores, en participación en programas de aceleración. Por prejuicios, no por razones objetivas.
También tuvimos problemas con las políticas de publicidad de las plataformas online hasta 2023, cuando abrieron las restricciones y empezaron a aceptar productos de salud sexual y reproductiva.
Como nosotros éramos una herramienta terapéutica y teníamos certificaciones de la Agencia Europea de Medicamentos y la FDA, pudimos empezar a hacer publicidad. Pero ha sido un periplo...
¿Qué aprecia en las personas?
Estos años de experiencia profesional han incrementado mi estima por la transparencia, la asertividad, la capacidad resolutiva y la tolerancia al 'no'. No podría estar trabajando con alguien que se frustra cuando recibe una negativa. Además, creo en el karma y que las cosas hay que hacerlas de buenas.
¿Y algo que no le guste?
Cuando te juzgan sin criterio.
Por último, ¿algún consejo para disfrutar?
Que los hombres se quiten tabúes de la cabeza, normalicen la situación y se comuniquen más. Este camino lo hemos empezado las mujeres. El hombre tiene todo el derecho de sumarse y conocerse sin prejuicios.