Andrea y Abril, empresarias e 'influencers'.

Andrea y Abril, empresarias e 'influencers'.

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Andrea y Abril, empresarias, sobre su negocio: "Sin haber abierto, ya habíamos gastado más de 300.000 euros"

Las empresarias y creadoras de contenido españolas han fundado una cafetería que también ofrece clases de pilates.

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Hoy en día, podemos afirmar sin rodeos que la profesión de influencer se ha convertido en una de las mejor remuneradas de la historia. Gracias a la publicidad, muchos creadores de contenido obtienen ingresos que superan con creces el salario mensual —e incluso anual— de un médico en España.

Debido a las elevadas ganancias y a la creciente conciencia sobre la importancia de invertir, son muchos los que han decidido no dejar que su dinero se acumule en el banco. En este contexto, se distinguen varios perfiles: quienes invierten en el entorno digital, quienes apuestan por la compra de inmuebles y quienes deciden emprender sus propios negocios.

En este último grupo se encuentran Abril Cols y Andrea Garte, dos influencers españolas que han decidido emprender juntas en Andorra, país en el que residen. Aunque la segunda ya contaba con experiencia en otros proyectos, ambas han reconocido haber cometido varios errores durante la creación de Balanzen, su nuevo negocio conjunto.

'Balanzen': una cafetería con clases de pilates

En los últimos años, el café de especialidad ha experimentado un crecimiento de aproximadamente el 2000% en España. Cada vez más personas demandan productos de alta calidad, éticos e, incluso, experiencias sensoriales únicas.

Además del café, otros sectores también han percibido este crecimiento, como el pilates. Este sistema de entrenamiento ha ganado una gran popularidad en todo el mundo, ya que es una forma de fortalecer el cuerpo sin forzar las articulaciones.

De esta demanda conjunta, las influencers Garte y Cols han creado un negocio que combina ambos: Balanzen, una cafetería que también ofrece clases de pilates. Ubicado en Andorra, abrió sus puertas el pasado martes 28 de octubre.

El negocio, llamado Balanzen, anunció su llegada hace algo menos de seis meses y nació, precisamente, de la rutina que tanto Andrea como Abril tenían todos los días: ir a clase de pilates y, después, tomarse un café, explican al medio andorrano La Veu Lliure.

Desde el primer momento y, sobre todo, por el alcance que ambas tienen, el negocio fue muy bien acogido, tanto por sus seguidores como por las personas de Andorra. "Es un lugar donde nos sentimos totalmente arropadas, y el apoyo que están dando al proyecto, lo que se está hablando de él y la forma en la que se está haciendo, nos parece increíble", confiesan.

A pesar de que ellas residan en Andorra desde hace varios años, la realidad es que el país de por sí es considerado uno de los más rentables para invertir debido a su estabilidad política y económica, su sistema fiscal —con un impuesto de sociedades como máximo del 10% y un IVA del 4,5— y la calidad de vida que ofrece.

@abrilcols

Aún tenemos que echar cuentas… 🤦🏽‍♀️

♬ sonido original - ABRIL COLS

Sin embargo, esto no implica que abrir un negocio sea barato o, incluso, rentable. De hecho, según ellas mismas han contado en sus cuentas de TikTok, ha costado más de 300.000 euros.

"Nosotras pensábamos que con 100.000 euros lo teníamos, pero error, el golpe ha sido épico. Todo empezó con ilusión y prisa, el error número uno, el segundo fue coger un local vacío", explican.

Elegir un local completamente vacío significa tener que invertir en interiorismo —donde ellas se dejaron 40.000 euros—, pintura —hasta 6.000—, paletas de color —70.000 euros— y profesionales como arquitectos —4.000 euros— e ingenieros —8.000—. "Solo en obra y en decoración, se nos fue el triple de lo previsto", confiesan.

Además de estos gastos, las empresarias tuvieron que tener otros en cuenta. La cocina costó hasta 15.000 euros, en el baño 4.000, en los materiales 30.000 euros y lo más caro de todo, la electricidad, en la cual se dejaron 70.000 euros. Todo ello, sin tener en cuenta detalles como máquinas para agilizar los pagos —8.000 euros—.

"Abrir un negocio no es fácil y cada detalle cuesta una locura, trabajamos más de 18 horas al día. En total, más de 300.000 euros y muchas horas sin dormir", apuntan las influencers.