Arréglate que nos vamos con Pilar Dalbat
La diseñadora Pilar Dalbat: "Mi sueño no es desfilar en París, me interesan más los valores locales y la artesanía"
La creadora granadina visita los micrófonos de Arréglate que nos vamos para hablar de su trayectoria y su visión personal del mundo de la moda.
Más información: Pedro del Hierro rinde homenaje a la mujer cosmopolita en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid con el desfile de 'La Gran Metrópoli'
Granada es el marco incomparable en el que se desarrolla este nuevo episodio del pódcast que conducen Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL y Charo Izquierdo, directora de ENCLAVE ODS y que tiene como invitada a Pilar Dalbat, nacida en la ciudad de La Alhambra y una gran embajadora de la misma.
Su última colección, presentada en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, Zambra, así lo demuestra: convirtió el espacio en una recreación de la cueva del Sacromonte y honró la identidad de su tierra. Y, por supuesto, apoya la candidatura para que logre ser Capital Europea de la Cultura en 2031.
La entrevista de la diseñadora frente a los micrófonos del pódcast comenzaba, precisamente, con la vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL resaltando el amor de la invitada por sus raíces. Ha recorrido mundo, pero siempre regresa a casa, donde estudió para alcanzar sus metas y donde quiere estar.
"Parte de mi formación la hago aquí en Granada, otra en Gales y en París. Siempre he tenido mucha sed de conocer nuevas culturas y aprender. El haber viajado y el haber salido fuera me hizo en cierto modo valorar aún más lo poderosa que es mi ciudad", confiesa Pilar.
Pilar Dalbat, junto a Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo.
Además, allí viven sus padres y su hermano mayor, que según sus propias palabras son su pilar y su gran apoyo en el desarrollo de su carrera. Cruz le pregunta si uno de sus anhelos es desfilar en la capital francesa, Dalbat da una respuesta clara.
"Sería muy bonito. De hecho, el año pasado hicimos una presentación. Pero si te dijera que es mi gran sueño, mentiría. Creo que hoy sueño con otras cosas que me pertenecen más como marca, en ese nicho en el que me encuentro que es el de la moda de autor, me interesa la defensa de los valores locales, la puesta en valor de la artesanía, el desperdicio cero y la proximidad", confiesa.
Charo Izquierdo, amiga personal de la diseñadora, apela a la confianza que hay entre ambas para preguntarle qué le sobra y qué le falta a la moda española.
"Quizá hay un exceso de seguridad. Deberíamos hacer el ejercicio de mirarnos y compararnos. Lo que sí falta en el sector es la profesionalización. Creo que somos grandísimos creativos y ese era un gran comienzo, pero echo en falta diversidad para incluir perfiles que no son los clásicos", responde.
Se refiere, por ejemplo, a "una madre de familia numerosa, de una ciudad que no es capital de moda. Porque hoy se puede diseñar siendo madre de familia numerosa o trabajando en el lugar en el que uno ha decidido hacerlo".
Y ella puede hablar en nombre propio porque, como Sánchez de Lara le recuerda, tiene tres hijas. El proceso de creación es algo que despierta la curiosidad de la vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL y Dalbat trata de resumir algo tan complejo. Y, nuevamente, trasciende el amor por su ciudad.
"Llevo desde que empecé construyendo temas que nos llevan a la ciudad de Granada, porque creo que es mucho más honesto hablar de lo que uno conoce. Sé que existen otros métodos, pero para mí este es el mío. Nos sumergimos en el estudio de ese tema, bien sea la vega granadina, la muralla Nazarí o la Abadía del Sacromonte", explica.
La tecnología también es clave en el trabajo de Pilar Dalbat, siempre está mirando al futuro, a la vanguardia. Hizo un desfile pionero en el que la música se escuchaba con auriculares para no generar ruido o una colección con realidad virtual que viajó hasta Japón.
"Cuando presentamos una propuesta, aspiramos a crear un evento de moda, cultural. No estamos hablando solamente de las prendas. No somos fabricantes, no producimos a gran escala. Tenemos un taller muy pequeño y creo que nuestra aportación es más valiosa cuando contamos historias", confiesa.
En su manera de trabajar, la misión es que esa prenda perdure, lo que incide en la tan necesaria sostenibilidad. Charo Izquierdo, además, pone de relevancia la femineidad que las diseñadoras aportan a sus obras, una ventaja sobre los creadores hombres. "Yo también lo creo. Pero, al mismo tiempo, contamos con una baza y es que yo, como mujer, conozco perfectamente mi cuerpo y el de las demás, sus miedos, sus inseguridades o sus seguridades y sus capacidades", asegura.
También se ha hablado de la faceta familiar de la invitada. Le preguntan si le gustaría que sus hijas fueran diseñadoras. "No parece que apunten hacia ello. No me disgustaría, pero tampoco es un deseo. Quiero que sean lo que ellas quieran. La mayor, por ejemplo, que tiene 16 años, se enfoca más hacia la ingeniería. Julia, la mediana, no sabe muy bien; y la pequeña es un alma libre, así que quizá ella sí sea la que pueda tomar el relevo", cuenta.
Pilar estudió Economía, lo que la ha ayudado enormemente en el desarrollo de su marca, así que no se arrepiente. Y resulta casi obligado preguntarle de quién va vestida cuando no luce sus propias creaciones. Pocas sorpresas: moda española.
"De muchos de mis compañeros. Les tengo cariño a muchos de ellos por diferentes razones. Moisés Nieto, Modesto Lomba, Roberto Verino, Adolfo Domínguez...", enumera.
Ella asegura que "todo lo que sé de costura lo aprendí en mi casa", porque ayudaba a una costurera que iba a casa de sus padres y tenían un cuarto destinado a ellos con retales guardados en saco. Algo de eso conserva: "Sigo teniendo un baúl con bolillos, puntillas... y de vez en cuando tiro de ello porque es tener un trocito de mi madre".