Adriana Bolaños, embajadora de Costa Rica en España, posando durante la entrevista.

Adriana Bolaños, embajadora de Costa Rica en España, posando durante la entrevista. Cristina Villlarino

Protagonistas

Adriana Bolaños, embajadora de Costa Rica en España: "No tener ejército nos permite invertir en educación y salud"

Mientras gran parte del mundo reforzaba sus ejércitos, Costa Rica tomó una decisión radical: abolir el suyo. Hablamos de su evolución.

Más información: Sari Rautio, embajadora de Finlandia: "Apreciamos que España haya desplegado fuerzas en el este de la OTAN"

Marta Polvorosa
Publicada

Desde su despacho en la madrileña calle Ríos Rosas, la embajadora de Costa Rica abre las puertas al proyecto de Women in a Legal World. Habla de su país, repasa su trayectoria y revela cómo el equilibrio se ha convertido en la clave de su vida y su carrera.

Orgullosa, relata que es la primera embajadora de carrera del país en España. "Empecé en los rangos más bajos y, tras décadas de servicio, he llegado a la máxima representación diplomática", afirma.

Se formó en la abogacía y, tras 10 años trabajando como abogada en el Banco Central de Costa Rica y en el Consejo Monetario Centroamericano, decidió dar un giro a su carrera y "concursó" para entrar en la carrera diplomática.

Adriana Bolaños y Marta Polvorosa, durante la entrevista.

Adriana Bolaños y Marta Polvorosa, durante la entrevista. Cristina Villlarino

Iniciaba así una trayectoria internacional que la llevaría a Quito, San Juan, Bruselas y París, antes de llegar a Madrid. Explica que la diplomacia le ha dado grandes satisfacciones tanto personales como profesionales.

Para ella, Costa Rica es "un país maravilloso por el que vale la pena trabajar", y que con valentía y visión, tomó decisiones arriesgadas, pero que marcaron su desarrollo.

La más recordada: la abolición del ejército en 1948. "Fue una decisión audaz que permitió destinar recursos a la educación y la salud durante décadas. Esa apuesta convirtió al país en una nación educada", afirma la embajadora.

Aunque Costa Rica suele asociarse con turismo y naturaleza, Bolaños explica que la inversión en educación le permitió abrirse a sectores avanzados como la tecnología, especialmente tras la llegada de Intel en los años 90.

Esa visión generó un modelo equilibrado entre desarrollo, innovación, sostenibilidad y ecoturismo, convirtiendo a Costa Rica en un país diferente a todos los de su entorno.

En este sentido, la embajadora lanza una pregunta a los lectores: ¿Cuál es el principal producto de exportación? "No es el café, ni tampoco alguna fruta, como mucha gente piensa, sino los dispositivos médicos", subraya.

El equilibrio se ha convertido en la clave de su vida y su carrera.

El equilibrio se ha convertido en la clave de su vida y su carrera. Cristina Villarino

Aunque reconoce avances, Bolaños afirma con franqueza que, para las mujeres, la conciliación entre la vida familiar y una carrera exigente sigue siendo un gran reto. Su receta se basa en priorizar y buscar equilibrios.

Primero en lo personal: en la salud física, en la estabilidad emocional y en la tranquilidad mental. Solo desde ahí, afirma, se puede lograr un desarrollo profesional pleno.

Todo lo demás lo asemeja a un juego de equilibrismo, donde cuando un platillo está un poco más abajo, tienes que poner más esfuerzo en levantarlo, porque a veces la familia requiere más tiempo, a veces lo requiere la carrera y, otras, simplemente lo necesitas tú misma.

Adriana Bolaños, embajadora de Costa Rica: "España es el mejor destino diplomático, aquí me siento en casa"

A día de hoy, cuando su hija de 20 años está estudiando en el extranjero y ha empezado una vida fuera de casa, agradece haber continuado desarrollándose profesionalmente, convencida de que su carrera seguirá siendo un motor de vida.

Cuando se le pregunta por un referente, sin dudarlo ni un segundo, recuerda a su abuela, nacida en 1917. "Vivió en una época durísima para las mujeres, pero estudió y trabajó toda la vida. Fue un ejemplo de fortaleza, principios y valores. Madre primero, abuela después, y profesional siempre".

Habla también de los lazos que unen a las embajadoras en España, todavía minoría dentro del cuerpo diplomático. "Nos apoyamos mutuamente, no solo en lo profesional, sino también en lo cotidiano: desde encontrar un médico para los niños hasta adaptarnos a un nuevo país".

Para ella, ese respaldo femenino resulta esencial cuando se representan tantos roles —madre, esposa, amiga, profesional—, y por ello participa con ilusión en el proyecto Diplomacia con Voz Propia: Mujeres que Transforman el Mundo, liderado por Marlen Estévez (presidenta de Women in a Legal World), Valentina Yane (presidenta Young de WLW) y Marta Polvorosa (socia Young de WLW).

España, concluye, es para ella el mejor destino diplomático, un país donde se siente en casa y donde busca siempre actuar con honestidad, dedicación y cariño. Aspira a seguir dejando que la vida le sorprenda, convencida de que la excelencia se alcanza con pasión y, siempre, con equilibrio.